PAPI... MIS MANTAS
Una familia se había comprado un auto nuevo, O Km., hermoso se mire por donde se mire, el tapizado, el color... todo.
El padre amaba ese auto; su esfuerzo estaba allí.
Salieron él, su esposa y el pequeño de ambos de sólo 3 años; llegando a una estación de servicio, bajan los padres y dejan al niño en el auto, cerrando las puertas... el niño, encontró un marcador y comenzó a escribir en todo aquel tapizado, con un gran entusiasmo y amor, ya que los niños hacen sus cosas en esta condición.
Después de un rato, llegan los padres y al ver el cuadro, el padre comenzó a encenderse en furia, y al ver su hermoso tapizado todo rallado, comenzó a golpear al niño en sus manos con mucha fuerza... hasta que tuvieron que sacarle al niño de entre sus golpes; el niño estaba en muy mal estado y tuvieron que llevarlo al hospital
A partir de ese día, Alberto empezó a prepararse para ser el mejor de los padres.
Suena el teléfono en casa de la familia, y atiende el padre... los llamaban del hospital, era necesario que se presentaran, se habían complicado las cosas.
El padre se presenta, y le notifican que debieron amputarle las manos al niño, ya que no había otra opción posible.
Entrando el padre a la habitación envuelto en lágrimas... el niño le dice sonriente... ¡Hola papi... ya aprendí la lección... no lo voy a hacer más, papi... pero, por favor, devuélveme mis manitas!
El padre salió de aquella habitación, y lloró desesperado... ¡Oh Dios!, ¿cómo pude hacerlo...? ¿Cómo pude dañar a mi propio hijo...? ¡No, Señor...!
...¿Por qué le damos tanta importancia a las cosas materiales, al grado de lastimar a nuestros seres queridos?
¡QUE GRAN ESTUPIDEZ!