EL VESTIDO
- "¿Le gusta mi vestido?"-, preguntó una niña a una mujer que pasaba por la calle.
- "Mi madre me lo hizo"-, dijo con lágrimas en los ojos.
"Creo que es muy bonito, pero dime pequeña, ¿por qué lloras?"- Con un hilo de voz la niña respondió:
"Después de que mi mamá hizo el vestido, se tuvo que ir".
"Bueno, seguro que vuelve pronto"-, dijo la señora.
"No señora, usted no lo entiende"-, dijo la niña llorando,
"mi papá me dijo que ella está en el cielo, junto a mi abuelo".
Al final, la mujer comprendió lo que la niña le quería decir y por qué estaba llorando. Se arrodilló y abrazó cariñosamente a la niña, y junto a ella lloró por la mamá que se había marchado.
De repente, la niña hizo algo que la mujer pensó era un poco extraño. Dejó de llorar, dio un paso atrás y comenzó a cantar. Cantaba tan suavemente que casi parecía un susurro. Era el sonido más dulce que la mujer nunca había escuchado, casi como el trino de un pájaro pequeño. Después de que la niña dejó de cantar, le explicó a la mujer:
- "Mi mamá solía cantarme
esta canción antes de irse, y me hizo prometerle que siempre la cantaría cuando llorase, y la canción pararía mi llanto... mira, ya dejé de llorar".
Cuando la mujer se marchaba, la niña le agarró de la falda, y le dijo:
"Señora, ¿podría quedarse un momentito? Quiero enseñarle algo".
"Por supuesto"-, le contestó, -"¿qué quieres enseñarme?"
Señalando un punto en su vestido, le dijo: -"Aquí es donde mi mamá
besó en este vestido..., y aquí también"- dijo, señalando otro
punto, - "y aquí también, y aquí..., y aquí... Mamá me dijo que ponía todos estos besos en mi vestido para que yo tuviera todos su besos cada vez que me sintiera triste".
Entonces, la mujer se dio cuenta de que no sólo estaba viendo un vestido, ino!, miraba una madre, que sabía que se marchaba y que no estaría mucho más con su hija para besarla cuando se sintiera triste. Así que tomó todo su amor por su preciosa hija y lo puso en su vestido que con tanto orgullo llevaba ahora. Ya no vio una niña con un simple vestido, sino a una niña arropada en el amor de su madre.