EL BOSQUE DE LA VIDA
Un hombre estaba perdido en un bosque. Había probado ya varios senderos, con la esperanza de que alguno de ellos lo condujera fuera, pero todos volvían a converger en el mismo punto, justo donde él se encontraba ahora.
Aún le quedaban por probar algunos cuantos, pero se encontraba cansado y hambriento, así que decidió tomarse un descanso antes de coger una nueva senda.
Mientras estaba allí sentado, preguntándose qué sendero tomar, vio acercarse a otro viajero.
Inmediatamente se puso de pie y gritó:
- ¿Me puede ayudar? ¡me he
perdido!
El otro hombre dio un suspiro de alivio, y replicó:
- Yo también estoy perdido.
Ambos comenzaron a intercambiar información, y pronto descubrieron que entre los dos habían recorrido ya muchos de los caminos existentes.
Ahora se ahorrarían trabajo, y podrían evitar tomar senderos erróneos que uno u otro ya conocieran.
Muy pronto, los dos hombres estaban contándose sus desventuras con buen humor, lo que les ayudó a olvidarse del cansancio y el hambre; de esta manera, continuaron su viaje.
La vida es como un bosque, a veces nos perdemos y sentimos confundidos, pero si compartimos nuestras experiencias e impresiones con los demás, el viaje no parecerá tan desalentador, y puede ser que juntos encontremos los mejores caminos y modos de vivir.
“La cooperación no es ausencia de conflictos, sino el medio para resolver el conflicto.”