Thursday March 28,2024
Iniciar pagina principal Quienes somos y que hacemos Mision principal del sitio en internet Como rezar el santo rosario, oraciones, etc. Base de datos de documentos recopilados Servicio de asesoria via e-mail. Calendario de eventos en el bimestre Personas para establecer contacto
 

  
Dudas:
Necesidad de los Sacramentos
  



El Bautismo

¿Se deben bautizar
los niños?

¿Qué sucede con los niños fallecidos sin el bautismo?

Cómo elegir padrinos

¿Qué quiere decir estar
en Gracia?

¿Confesarse con un hombre?

¿Cómo es la presencia
de Jesús en nosotros después
de comulgar?

¿Hay que ser católico para salvarse?

¿Ir a Misa sin sentirlo?

10» Un hecho innegable:
la necesidad del perdón
de mis pecados

11» ¿Y porqué faltar a misa
el domingo es pecado?

12» El Pan Eucarístico

13» ¿Ayuno antes de comulgar?

14» ¿Para qué se ponen flores
en el altar?

15» ¿Por qué es importante
la Eucaristía?

16» Abraham: Fe y obediencia unidas

17» ¿El Sábado o el Domingo?

18» La Communicatio in sacris

 

7. ¿Cómo es la presencia de Jesús en nosotros después de comulgar?

Autor: P. Eduardo Volpacchio | Fuente: algunasrespuestas.wordpress.com 

En la comunión Jesús no se “encarna” en nosotros. Cuando recibimos a Jesús nos alimenta espiritualmente. El instituyó la Eucaristía como alimento.

Pregunta:

No entiendo o no quiero entender que cuando comulgamos la presencia física de Jesús dura lo que duran las especies sacramentales.

" Para mí, al comulgar es la misma Carne y Sangre de Jesús que entra en mí y habita en mí, y hace todo lo que Él sabe hacer, y le doy la bienvenida con un abrazo, y bailo y me regocijo espiritualmente, no sé por cuánto tiempo, y sé que mis células y mi sangre se mezclan con las de Jesús y me vuelve cada vez más parecida a Él y me da la fuerza para seguir adelante y le digo siempre, por favor Señor al momento que me tenga morir, dame tu cuerpo y tu sangre, por eso no entiendo cómo puedo pensar que solo 10 minutos va a estar en mí, y luego se va a ir, entonces porque nos dice Jesús en Jn. 6, 55-58 El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en Mí y Yo en el…..

La verdad me da mucha desilusión pensar así, a un Jesús visitante, siendo El mi hermano, mi Padre etc…".

Respuesta:

Jesús está físicamente presente en la Eucaristía, con su cuerpo, con su sangre, con su alma y su divinidad: Él entero, vivo, glorioso, el único Jesús que existe (no es “un” cuerpo de Jesús, sino Jesús mismo, escondido en las especies sacramentales).

En el momento de la consagración, el pan y el vino se convierten en Cristo, permaneciendo las apariencias de pan y vino (lo que llamamos las especies de pan y vino). Las especies nos dicen donde está Jesús: “detrás” de ellas (por decirlo de alguna manera). 

Cuando las especies de pan y vino dejan de ser especies de pan y vino, porque las apariencias de vino se avinagran o las de pan se pudren o son disueltas por el estómago, la presencia física de Jesús cesa. Jesús no está presente en vinagre, ni en pan podrido (por poner un ejemplo).

Lo mismo ocurre cuando comulgamos. Por eso, se dice que la presencia física de Jesús en nosotros dura unos diez minutos.

Es lógico y bueno que sea así. Jesús no se “encarna” en nosotros. Nos une a él como el alimento. Cuando nosotros comemos un chorizo, el chorizo no permanece en nosotros como chorizo… Nos alimenta, nos da calorías, proteínas… Cuando recibimos a Jesús nos alimenta espiritualmente. El instituyó la Eucaristía como alimento.

Además, sería muy complicado tener a Jesús físicamente en nosotros… tendríamos que darle culto todo el tiempo, cómo haríamos en momentos que quizá no sería digno que Jesús estuviera físicamente en nosotros… (así como no llevamos la Eucaristía a un comedor, a un cine, a…). 

Que cese la presencia real, no quiere decir que Jesús se vaya de nosotros. Está en nuestra alma en gracia, pero no físicamente su cuerpo… está en la inhabitación de la Trinidad: Dios habita en nosotros, ahí está el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Una presencia que es real, pero no es sustancial, como lo es el rato después de comulgar. 

Alguna vez he leído a un autor espiritual, que se cumple lo que Jesús dice en la Ultima Cena: “les conviene que yo me vaya…”, que cuando cesa la presencia real en nosotros después de comulgar, es como si hubiera una nueva infusión del Espíritu Santo.

Así que como ves, no perdemos. Nos alimentamos de Jesús -vivimos de Él- y sigue presente en nosotros (aunque no de un modo físico, como lo está en la Eucaristía).

   


[Inicio] [ Blog] [Mision] [El Rosario] [Documentos] [Asesorias] [ Política de Privacidad] [Contacto ]

Copyright © 2022 Maria Luz Divina