6.1» Espiritismo - Parte 1
Autor: P. Angel Peña O.A.R.
Es una forma de adivinación por medio de los espíritus de los difuntos con el fin de conocer cosas secretas. Algo especialmente grave es el espiritismo a través de los mediums o personas que prestan a los espíritus su voz, sus gestos y su escritura para que se manifiesten y respondan a las preguntas que se les hacen.
Recordemos algunos textos de la palabra de Dios, donde se prohíbe la adivinación y el espiritismo. Que no haya en medio de ti quien consulte a espíritus ni pregunte a los muertos. Es abominación ante Dios cualquiera que esto hace (Det 18, 10-12). No acudan a los que evocan a los muertos (Lev 19, 26). Todo hombre o mujer que evoque a los muertos y se dé a la adivinación será muerto, lapidado (Lev 20, 26).
Y la Iglesia nos dice: No está permitido participar en reuniones espiritistas, con medium o sin él, empleando hipnotismo o no, aun cuando presenten una apariencia honesta y piadosa, lo mismo si se interroga a las almas o espíritus que si se escuchan las respuestas dadas, lo mismo que se conforme con observar como que se proteste que no se quiere tener relación alguna con los espíritus11.
El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso, la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él (Cat 2117).
Algunos espiritistas, para comunicarse con los difuntos, usan ahora medios técnicos como grabadoras, radio, televisión, ordenador, teléfono. Pero no hay que dejarse engañar, aunque el espiritista haga una oración al comienzo de la sesión o tenga la sala llena de estampas o imágenes religiosas. Porque, normalmente son espíritus malignos los que se comunican.
Hay algunas formas de espiritismo importadas de África en América como la umbanda o el candomblé. En la umbanda, el espíritu se manifiesta en el cuerpo del sacerdote que oficia el rito; en el candomblé se manifiesta en algunos de los participantes.
Otros ritos espiritistas son la santería, el palo mayombé, el vudú. En la santería y palo mayombé derraman mucha sangre de animales y, a veces, de hombres. Algunos recuerdan cómo en Matamoros (México), en 1989, fueron inmoladas 24 personas en un culto de palo mayombé.
El vudú es practicado, sobre todo, en Haití, Brasil, Cuba y las Antillas. Algunos de los seguidores del vudú se reúnen, en ocasiones, para invocar a los diablos y hacer verdaderos maleficios contra otros. Estos diablos o malos espíritus exigen, a veces, matar animales y hasta seres humanos. Por eso, los médicos hace tiempo han dado la voz de alerta sobre los problemas de salud mental que ocasiona el espiritismo.
El espiritismo no es sano. Es frecuentemente patológico. Crea lazos que, a veces, necesitan oración de liberación12.
Dice Monseñor Milivoj Bolobanic: Según mi experiencia, he llegado a la conclusión de que todos los que han practicado el espiritismo, generalmente, tienen pensamientos negativos y, antes o después, en las situaciones difíciles de la vida, piensan en suicidarse y muchos lo hacen13.
En tiempos del fervor espiritista, en 1855, la cuarta parte de los cientos de dementes del hospital de Zurich (Suiza) eran espiritistas y las dos quintas partes del asilo de Ganz. Incluso, los espectadores no están protegidos contra la influencia de los malos espíritus y, por eso, después de haber asistido a reuniones espiritistas, hay muchas personas que manifiestan graves problemas de insomnio, dolores de cabeza o cosas peores.
Dice el padre Gabriele Amorth, que fundó en 1992 la Asociación nacional de exorcistas italianos y en 1994 la Asociación internacional, y es el Presidente honorario de la Asociación:
Muchas veces, he tenido el caso de padres que me han traído hijos muy jóvenes, que después de una o varias reuniones espiritistas, a las que asistieron por juego, ya no podían estudiar o descansar o comer bien14.
Una señora decía que se había puesto en contacto con un espíritu, que era bueno, porque le decía cosas buenas y le enseñaba a rezar. Después de algunos años, cuando la señora estaba ya atada a ese espíritu, comenzó a decirle cosas malas y a blasfemar... Ella lo dejó, pero ya tenía muchas influencias maléficas. Era constantemente perturbada por voces que no le dejaban dormir ni trabajar15.
Por su parte, el padre Pellegrino Ernetti dice:
Una persona profesional me dijo: Padre, ayúdeme, líbreme de un mal espíritu que me obsesiona. Cuando voy a dormir, apaga la luz; lo siento a mi lado y me perturba y no me deja dormir... Todo era debido a la asistencia a una reunión espiritista. Por eso, el que todavía está dudoso, que piense en el eventual peligro de ponerse en comunicación con Satanás para que evite cualquier forma de espiritismo16.
11 Declaración de la Congregación para la doctrina de la fe del 1 de junio de 1917.
12 Vernette Jean, Ocultismo, magia, hechicerías, Ed. CCS, Madrid, 1992, p.93.
13 Bolobanic Milivoj, Come riconoscere le trappole del demonio, Ed. Segno, 2002, p. 86.
14 Amorth Gabriele, Esorcisti e psichiatri, Ed. Dehoniane, Bologna, 2004, p.87.
15 ib. p. 88.
16 Ernetti Pellegrino, La catechesi di Satana, Ed. Segno, 1998, p. 176.