Thursday April 18,2024
Iniciar pagina principal Quienes somos y que hacemos Mision principal del sitio en internet Como rezar el santo rosario, oraciones, etc. Base de datos de documentos recopilados Servicio de asesoria via e-mail. Calendario de eventos en el bimestre Personas para establecer contacto
 

SECCIONES

La Santa Misa > Testimonio de Catalina sobre la Santa Misa

Páginas: [1] [2] [3] [4] [5] [6] [7] [8] [9] [10]


Aquel espectáculo, aquella procesión era tan hermosa que difícilmente podría compararse a otra.  Todas aquellas criaturas celestiales haciendo una reverencia ante el Altar, unas dejando su ofrenda en el suelo, otras postrándose de rodillas con la frente casi en el suelo y luego que llagaban allá desaparecían de mi vista.

Llego el momento final del prefacio y cuando la asamblea decía: “Santo, Santo, Santo” de pronto, todo lo que estaba detrás de los celebrantes desapareció.  Del lado izquierdo del señor Arzobispo hacia atrás en forma diagonal aparecieron miles de Ángeles pequeños, Ángeles grandes, Ángeles con las alas inmensas, Ángeles con alas pequeñas, Ángeles sin alas, como los anteriores; todos vestidos con unas túnicas como las albas blancas de los sacerdotes o los monaguillos.

Todos se arrodillaban con las manos unidas en oración y en reverencia inclinaban la cabeza.  Se escuchaba una música preciosa, como si fueran muchísimos coros con distintas voces y todos decían al unísono junto con el pueblo: Santo, Santo, Santo…

Había llegado el momento de la Consagración, el momento del mas maravilloso de los Milagros…Del lado derecho del Arzobispo hacia atrás en forma también diagonal, una multitud de personas, iban vestidas con la misma túnica pero en colores pastel: rosa, verde, celeste, lila, amarillo; en fin, de distintos colores muy suaves.  Sus rostros también eran brillantes, llenos de gozo, parecían tener todos la misma edad.  Se podía apreciar (y no puedo decirlo por que) que había gente de distintas edades, pero todos parecían igual en las caras, sin arrugas, felices.  Todos se arrodillaban también ante el canto de “Santo, Santo, Santo, es el Señor…”

Dijo nuestra Señora: -“Son todos los Santos y Bienaventurados del cielo y entre ellos, también están las almas de los familiares de ustedes que gozan ya de la Presencia de Dios”.  Entonces la vi.  Allá justamente a la derecha del Arzobispo…un paso detrás de Monseñor, estaba suspendida un poco del suelo, arrodilla sobre unas telas muy finas, transparentes pero a la vez luminosas, como agua cristalina, la Santísima Virgen, con las manos unidas, mirando atenta y  respetuosamente al celebrante.  Me hablaba desde allá, pero silenciosamente, directamente al corazón, sin mirarme.

-“¿Te llama la atención verme un poco mas atrás de Monseñor, verdad?  Así debe ser…CON TODO LO QUE ME AMA MI HIJO, NO ME HA DADO LA DIGNIDAD QUE DA A UN SACERDOTE DE PODER TRAERLO ENTRE MIS MANOS DIARAMENTE, COMO LO HACEN LAS MANOS SACERDOTALES.  Por  ello siento tan profundo respeto por un sacerdote y por el milagro que Dios realiza a través suyo, que me obliga a arrodillarme aquí”.
¡Dios mió, cuánta dignidad, cuánta gracia derrama el Señor sobre las almas sacerdotales y ni nosotros, ni tal vez muchos de ellos estamos conscientes!


<Página previa

Página Siguiente >

 

 

 
 


[Inicio] [ Blog] [Mision] [El Rosario] [Documentos] [Asesorias] [ Política de Privacidad] [Contacto ]

Copyright © 2022 Maria Luz Divina