Friday April 26,2024
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Las Horas de la Pasion de Nuestro Señor Jesucristo

LAS HORAS DE LA PASION DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Las 24 Horas de la Pasion  Sobre Las Horas de la Pasion

PRIMERA HORA
De las 5 a las 6 de la Tarde
  

»  Preparación antes de la Meditación

 1 »  Jesús se despide de su Santísima Madre

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

SEGUNDA HORA
De las 6 a las 7 de la Tarde
  

»  Preparación antes de la Meditación

 2 »  Jesús se aleja de su Madre Santísima y se encamina al Cenáculo

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

TERCERA HORA
De las 7 a las 8 de la Noche
  

»  Preparación antes de la Meditación

 3 »  La Cena Legal

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

CUARTA HORA
De las 8 a las 9 de la Noche
  

»  Preparación antes de la Meditación

 4 »  La Cena Eucarística

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

QUINTA HORA
De las 9 a las 10 de la Noche
  

»  Preparación antes de la Meditación

 5 »  Primera hora de agonía en El Huerto de Getsemaní

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

SEXTA HORA
De las 10 a las 11 de la Noche
  

»  Preparación antes de la Meditación

 6 »  Segunda hora de agonía en el Huerto de Getsemaní

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

SEPTIMA HORA
De las 11 a las 12 de la Noche
  

»  Preparación antes de la Meditación

 7 »  Tercera hora de agonía en El Huerto de Getsemaní

 7.1 »  Conclusión de la Agonia

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

OCTAVA HORA
De las 12 de la Noche a la 1 de la Mañana
  

»  Preparación antes de la Meditación

 8 »  La captura de Jesús

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

NOVENA HORA
De la 1 a las 2 de la Mañana
  

»  Preparación antes de la Meditación

 9 »  Jesús, atado, es hecho caer en el torrente Cedrón

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

DÉCIMA HORA
De las 2 a las 3 de la Mañana
  

»  Preparación antes de la Meditación

 10 »  Jesús es presentado a Anás

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

ÚNDECIMA HORA
De las 3 a las 4 de la Mañana
  

»  Preparación antes de la Meditación

 11 »  Jesús en casa de Caifás

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

DUODÉCIMA HORA
De las 4 a las 5 de la Mañana
  

»  Preparación antes de la Meditación

 12 »  Jesús en medio de los soldados

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

DÉCIMA TERCERA HORA
De las 5 a las 6 de la Mañana
  

»  Preparación antes de la Meditación

 13 »  Jesús en la prisión

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

DÉCIMA CUARTA HORA
De las 6 a las 7 de la Mañana
  

»  Preparación antes de la Meditación

 14 »  Jesús de nuevo ante Caifás y después es llevado a Pilatos

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

DÉCIMA QUINTA HORA
De las 7 a las 8 de la Mañana
  

»  Preparación antes de la Meditación

 15 »  Jesús ante Pilatos. Pilatos lo envía a Herodes

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

DÉCIMA SÉXTA HORA
De las 8 a las 9 de la Mañana
  

»  Preparación antes de la Meditación

 16 »  Jesús de nuevo ante Pilatos. Es pospuesto a Barrabás.
Jesús es flagelado.

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

DÉCIMA SÉPTIMA HORA
De las 9 a las 10 de la Mañana
  

»  Preparación antes de la Meditación

 17 »  Jesús es coronado de espinas.“Ecce Homo” Jesús es condenado a muerte.

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

DÉCIMA OCTAVA HORA
De las 10 a las 11 de la Mañana
  

»  Preparación antes de la Meditación

 18 »  Jesús abraza la cruz

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

DÉCIMA NOVENA HORA
De las 11 a las 12 del Día
  

»  Preparación antes de la Meditación

 19 »  La Crucifixión de Jesús

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

VIGÉSIMA HORA
De las 12 a la 1 de la Tarde
  

»  Preparación antes de la Meditación

 20 »  Primera hora de agonía en la Cruz
La Primera Palabra

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

VIGÉSIMA PRIMERA HORA
De la 1 a las 2 de la Tarde
  

»  Preparación antes de la Meditación

 21 »  Segunda Hora de Agonía En la Cruz
Segunda Palabra

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

VIGÉSIMA SEGUNDA HORA
De las 2 a las 3 de la Tarde
  

»  Preparación antes de la Meditación

 22 »  Tercera Hora de agonía En la Cruz
Muerte de Jesús
Quinta Palabra

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

VIGÉSIMA TERCERA HORA
De las 3 a las 4 de la Tarde
  

»  Preparación antes de la Meditación

 23 »  Jesús muerto, traspasado por la lanza.
El Descendimiento de la Cruz

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

VIGÉSIMA CUARTA HORA
De las 4 a las 5 de la Tarde
  

»  Preparación antes de la Meditación

 24 »  La sepultura de Jesús

»  Ofrecimiento Después de Cada Hora

 

 

Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo
Vigésima Tercera Hora
De la 3 a las 4 de la Tarde
23 » Jesús muerto, traspasado por la lanza.
El Descendimiento de la Cruz


¡Oh Jesús mío, ya estás muerto! Y yo, estando en tu Corazón, empiezo a gozar ya de los copiosos frutos de la Redención.

Aún los más incrédulos se doblegan reverentes ante ti, golpeándose el pecho; lo que no hicieron ante tu cuerpo viviente, lo hacen ahora ante tu cuerpo ya muerto...

La naturaleza se estremece, el sol se eclipsa, la tierra tiembla, los elementos se conmueven y parecen tomar parte en tu dolorosísima muerte.

Los ángeles, sobrecogidos de admiración y de amor, descienden del Cielo a millares, te adoran y te rinden homenajes de reconocimiento, confesándote como nuestro verdadero Dios.

Oh Jesús mío, yo también uno mis adoraciones a las suyas y te ofrezco mi gratitud y todo el amor de mi pobre corazón.

Pero veo que tu amor no está aún satisfecho, y para darnos una última muestra, permites que un soldado se acerque a ti y con una lanzada te abra el Corazón, haciéndote derramar las últimas gotas de Sangre y agua, contenidas aún en él.

Oh, ¿No quisieras Tú permitir, Jesús mío, que esta lanza hiera también mi corazón?

¡Ah sí, que esta lanza sea la que hiera mis deseos, mis pensamientos, mis latidos y mi voluntad, y que me de tu Querer, tus pensamientos y toda tu vida de amor y de inmolación!

Corazón de mi Jesús herido por esta lanza, ah, prepara a todas las almas a un baño, un refugio a todos los corazones, un descanso a todos los atribulados.

De esta herida es de donde haces brotar a tu amada Esposa, la Iglesia; de ahí haces salir los Sacramentos y la Vida de las almas; y yo, junto con tu Madre Santísima, cruelmente herida en su Corazón, quiero reparar por las ofensas, abusos y profanaciones que se le hacen a la Iglesia, y por los méritos de esta herida y de María Santísima, nuestra dulcísima Madre, te suplico que encierres a todos en tu amantísimo Corazón, y que protejas, defiendas e ilumines a quienes rigen la Iglesia.

Oh Jesús mío, después de tu dolorosísima muerte, parece que yo no debería tener más vida propia, pero en este tu Corazón herido encontraré mi vida, de modo que cualquier cosa que esté por hacer, la tomaré siempre de este Corazón Divino.

No volveré a dar vida a mis pensamientos, pero si quisieran vida, la tomaré de tus pensamientos.

Mi querer no volverá a tener vida, pero si vida quisiera, la tomaré de tu Santísima Voluntad.

No volverá a tener vida mi amor, pero si quisiera amor, tomaré la vida de tu amor. Oh Jesús mío, toda tu Voluntad sea mía, pues ésta es tu Voluntad, y ésta es también la mía.

Jesús mío, nos has dado la última prueba de tu Amor: tu Corazón traspasado. Ya no te queda más qué hacer por nosotros; pero he aquí que ya se preparan a descenderte de la Cruz; y yo, después de haber puesto todo en ti, con tus amados discípulos quiero quitar los clavos de tus sacratísimos pies y de tus sagradas manos, y mientras te desclavo, Tú clávame toda en ti.

Jesús mío, la primera en recibirte en su regazo, bajado de la Cruz, es tu Madre Dolorosa; y entre sus brazos, tu cabeza traspasada, dulcemente reposa...

Oh dulce Mamá, no desdeñes tenerme en tu compañía, y haz que también yo, junto contigo, pueda prestar los últimos servicios a mi amado Jesús...

Madre mía dulcísima, es verdad que Tú me superas en el amor y en la delicadeza al tocar a mi Jesús, pero yo trataré de imitarte en el mejor modo posible para complacer en todo al adorado Jesús.

Por eso juntamente con tus manos pongo las mías y quito todas las espinas que rodean su adorable cabeza, con la intención de unir a tus profundas adoraciones las mías.

Celestial Mamá, ya llegan tus manos a los ojos de mi Jesús y se disponen a remover la sangre coagulada de esos ojos que un día daban luz a todo el mundo y que ahora están oscurecidos y apagados...

Oh Mamá, me uno a ti, besémoslos juntas y adorémoslos profundamente... Veo los oídos de mi Jesús llenos de sangre, macerados por los golpes, heridos por las espinas...

Hagamos penetrar, oh Madre, nuestras adoraciones en esos oídos que ya no oyen y que también han sufrido tanto por llamar a tantas almas obstinadas y sordas a las voces de la Gracia...

Oh dulce Mamá, veo tu rostro bañado en lágrimas, y a ti toda llena de dolor al ver el rostro adorable de Jesús.

Uno mi dolor al tuyo, y juntas limpiemos el fango y los salivazos que tanto lo han ensuciado; adoremos ese rostro de majestad divina que enamoraba al Cielo y a la tierra y que ahora ya no da señal alguna de vida...

Besemos juntas su boca, dulce Mamá, esa boca divina que con la suavidad de su palabra ha atraído a tantas almas a su Corazón...

Oh Madre, quiero con tu misma boca besar esos labios lívidos y ensangrentados... y profundamente los adoro.

Oh dulce Mamá, junto contigo quiero besar y volver a besar el cuerpo adorable de Jesús, hecho toda una llaga; juntamente contigo pongo mis manos para unir esos jirones de carne que en él aún quedan, y adorémoslo profundamente...

Besemos, oh Madre, esas manos creadoras, que han obrado por nosotros tantos prodigios... Esas manos taladradas, que ya están frías y con la rigidez de la muerte.

Oh dulce mamá, encerremos en esas sacrosantas heridas a todas las almas, para que Jesús, al resucitar, las encuentre a todas en El, depositadas por ti, y así no se pierda ninguna.

Oh Mamá, adoremos juntas estas profundas heridas en nombre de todos y con todos...

Oh Celestial Mamá, veo que te acercas a besar los pies de Jesús...

¡Cuán desgarradoras son estas heridas! Los clavos se han llevado gran parte de la carne y de la piel, y el peso de su santísimo cuerpo los ha herido horriblemente...

Besémoslos juntas, adorémoslos profundamente y encerremos en estas heridas todos los pasos de los pecadores, para que cuando caminen sientan los pasos de Jesús, que de cerca los sigue, y no se atrevan a ofenderlo... Veo, oh dulce Mamá, que tu mirada se detiene en el Corazón del adorado Jesús...

¿Qué haremos en este Corazón? Tú me lo mostrarás, Mamá y en él me sepultarás, lo cerrarás con la piedra y lo sellarás; y aquí adentro, depositando en él mi corazón y mi vida, me quedaré encerrada hasta la eternidad...

¡Dame tu amor, oh Mamá, para que con él ame a Jesús, y dame tu dolor para interceder con él por todos y para reparar toda ofensa que se le haga a este Corazón!

Acuérdate, oh Mamá, que al sepultar a Jesús, quiero con tus mismas manos ser también yo sepultada, para que después de haber sido sepultada con El, pueda resucitar con El y con todo lo que es suyo. Y ahora unas palabras a ti, oh dulce Mamá:

¡Cuánto te compadezco!

Con toda la efusión de mi pobre corazón quiero reunir todos los latidos, todos los deseos y todas las vidas de las criaturas y postrarlos ante ti en un acto del más ferviente amor y compasión.

Te compadezco en el extremo dolor que has sufrido al ver a Jesús muerto, coronado de espinas, destrozado por los azotes y por los clavos..., al ver esos ojos que ya no te miran, esos oídos que no escuchan más tu voz, esa boca que ya no te habla, esas manos que ya no te abrazan, esos pies que nunca te dejaban y que aun desde lejos seguían tus pasos...

Quiero ofrecerte el Corazón mismo de Jesús, rebosante de amor, para compadecerte como mereces y para dar un consuelo a tus amarguísimos dolores.

 

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