PADRE NUESTRO
No digas: "Padre", si cada día no te portas como un hijo. No digas: "Nuestro", si vives aislado en tu egoísmo. No digas: "Que estás en los cielos", si sólo piensas en las cosas terrenas. No digas: "Santificado sea tu nombre", si no lo honras con
tus obras. No digas: "Venga a nosotros tu Reino", si lo confundes
con el éxito material. No digas: "Hágase tu voluntad", si no la aceptas
cuando es dolorosa. No digas: "Danos hoy nuestro pan de cada día", si teniéndolo tú, no te preocupas por la gente sin vivienda, sin medios..., si teniéndolo en la Eucaristía, no lo recibes cada día.
No digas: "Perdona nuestras ofensas", si guardas rencor a tu hermano.
No digas: "No nos dejes caer en la tentación", si tienes la intención de seguir pecando.
No digas: "Líbranos del mal", si no tomas parte activa contra el mal en el mundo.
Y no digas: "Amen", si no has tomado en serio las palabras del "PADRENUESTRO"