14» Nardo del 14 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, que amas el silencio!
Meditación:
Jesús, que viniste al mundo a sufrir, pero antes debías con nosotros convivir.
El Niño de Nazaret, el Hombre del Calvario, en el silencio y la mortificación cumplías la Voluntad del Creador.
Sólo hablaste para enseñar, aconsejar y para mostrar al Dios de la Verdad.
¡Pero hoy Señor, a todos nos gusta hablar, todos creemos que sabemos, a pesar de que estamos en el desierto.
¡Cine, televisión y permanente conversación han quitado de nuestro corazón el lugar que necesitás Vos!.
No queremos oír, solo queremos hacernos respetar, hemos perdido el don de escuchar…somos sordos de corazón.
Y Tú, Jesús, permaneces callado porque ya has hablado, y aun cuando hoy quieres con nosotros conversar, no te queremos escuchar.
Nos estás esperando como en el Calvario, pero te seguimos abandonando.
¿Sabes Señor, lo que yo creo que ocurrió?: Te hemos sacado de nuestro templo y en Tu lugar nosotros mismos nos hemos puesto.
¡Oh Señor!, permítenos sentir en nuestro corazón el amoroso susurro de Tu Santo Espíritu, para que estos sordos del siglo XXI volvamos a conversar con Vos y cumplamos con el Divino Querer, haciendo el bien.
Que podamos repetir:
“Señor, habla, que Tu siervo escucha”.
Jaculatoria:
¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.
Florecilla:
Hagamos una jornada de silencio tanto exterior como interior, alejándonos del ruido del mundo para poder escuchar la Voz de Dios.
Oración:
Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.