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PRIMERA PARTE
PROLOGO [1-25]
I » La Vida del hombre:
conocer y amar a Dios
(1-3)
II » Transmitir la fe: Catequesis
(4-10)
III » Fin y desinatarios de este Catecismo
(11-12)
IV » La estructura del "Catecismo de la Iglesia Católica
(13-17)
V » LIndicaciones prácticas para el uso de este Catecismo
(18-22)
VI » Las necesarias adaptaciones
(23-25)
___________________________
PRIMERA PARTE:
LA PROFESIÓN DE LA FE
PRIMERA SECCION::
» "CREO" - "CREEMOS"
(26)
CAPITULO PRIMERO: [27-49]
EL HOMBRE ES "CAPAZ"
DE DIOS
I » El deseo de Dios
(27-30)
II » Las vias de acceso
al conocimiento de Dios
(31-35)
III »El conocimiento de Dios
según la Iglesia
(36-38)
IV » ¿Cómo hablar de Dios?
(39-43)
» Resumen
(44-49) ___________________________
CAPITULO SEGUNDO::
» DIOS AL ENCUENTRO DEL HOMBRE
(50)
Artículo 1: [51-73]
La Revelación de Dios
I » Dios revela su designio
amoroso
(51-53)
II » Las etapas de la Revelación
(54-64)
III »Cristo Jesús, "mediador
y plenitud de toda la Revelación"
(65-67)
» Resumen
(68-73)
___________________________
Artículo 2: [74-100]
La transmisión
de la Revelación divina
(74)
I » La Tradición apostólica
(75-79)
II » La relación entre la Tradición
y la Sagrada Escritura
(80-83)
III »La interpretación del depósito de la fe
(84-95)
» Resumen
(96-100) ___________________________
Artículo 3: [101-141]
La Segrada Escritura
I » Cristo - Palabra única
de la Sagrada Escritura
(101-104)
II » Inspiración y verdad de la Sagrada Escritura
(105-108)
III »El Espíritu Santo, intérprete de la Escritura
(109-119)
IV » El canon de las Escrituras (120-130)
V » La Sagrada Escritura
en la vida de la Iglesia
(131-133)
» Resumen
(134-141) ___________________________
CAPITULO TERCERO:
» LA RESPUESTA DEL HOMBRE
A DIOS
(142-143)
Artículo 1:Creo
[144-165]
I » La obediencia de la fe
(144-149)
II » Yo sé en quién tengo puesta
mi fe (2 tm 1,12)
(150-152)
III »Las características de la fe
(153-165)
___________________________
Artículo 2: [166-184]
Creemos
(166-167)
I » Mira Señor, la fe de tu Iglesia
(168-169)
II » El lenguaje de la fe
(170-171)
III » Una sola fe
(172-175)
» Resumen
(176-184)
» El credo ___________________________
SEGUNDA SECCION:
LA PROFESION DE LA FE CRISTIANA
» Símbolos de la fe
(185-197)I »
CAPITULO PRIMERO:
» CREO EN DIOS PADRE
(198)
Artículo 1: [199-231]
"Creo en Dios Padre todopoderoso creador del cielo
y de la tierra"
Párrafo 1: Creo en Dios (199)
I » "Creo en un solo Dios" (200-202)
II » Dios revela su Nombre
(203-213)
III »Dios,"El que es", es verdad
y amor
(214-221)
IV » Consecuencias de la fe
en Dios único
(222-227)
»Resumen
(228-231) ___________________________
Párrafo 2:
El Padre
[232-267]
I » "En el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo"
(232-237)
II » La revelación de Dios
como Trinidad
(238-248)
III » La Santísima Trinidad en la doctrina de la fe
(249-256)
IV » Las obras divinas y las misiones trinitarias
(257-260)
»Resumen
(261-267) ___________________________
Párrafo 3: El Todopoderoso
(268-274)
»Resumen
(275-278) ___________________________
Párrafo 4: [279-324]
El Creador
(279-281)
I. La catequesis sobre la Creación (282-289)
II. La Creación: obra de la Santísima Trinidad
(290-292)
III. “El mundo ha sido creado para la gloria de Dios”
(293-294)
IV. El misterio de la Creación
(295-301)
V. Dios realiza su designio:
la divina providencia
(302-314)
Resumen
(315-324) ___________________________
Párrafo 5: [325-354]
El cielo y la tierra
(325-327)
I. Los ángeles
(328-336)
II. El mundo visible
(337-349)
Resumen
(350-354)
___________________________
Párrafo 6: [355-384]
El hombre
(355)
I. « A imagen de Dios »
(356-361)
II. «Corpore et anima unus»
(362-368)
III. « Hombre y mujer los creó »
(369-373)
IV. El hombre en el Paraíso
(374-379)
Resumen
(380-384)
___________________________
Párrafo 7: [385-421]
La caída
(385)
I. Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia
(386-390)
II. La caída de los ángeles
(391-395)
III. El pecado original
(396-409)
IV. « No lo abandonaste al poder de la muerte »
(410-412)
Resumen
(413-421)
___________________________
CAPÍTULO SEGUNDO: [422-455]
CREO EN JESUCRISTO,
HIJO ÚNICO DE DIOS
Artículo 2:
" Y en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor"
(422-429)
I. Jesús
(430-435)
II. Cristo
(436-440)
III. Hijo único de Dios
(441-445)
IV. Señor
(446-451)
Resumen
(452-455) ___________________________
Artículo 3: [456-483]
«Jesucristo fue concebido
por obra y gracia del Espíritu Santo y nació
de Santa María Virgen»
Párrafo 1: El Hijo de Dios se hizo hombre
I. Por qué el Verbo se hizo carne
(456-460)
II. La Encarnación
(461-463)
III. Verdadero Dios y verdadero hombre
(464-469)
IV. Cómo es hombre el Hijo de Dios
(470-478)
Resumen
(479-483) ___________________________
Párrafo 2: [484-511]
« ...Concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació
de Santa María Virgen »
I. Concebido por obra y gracia del Espíritu Santo...
(484-486)
II. ...nació de la Virgen María
(487-507)
Resumen
(508-511)
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Párrafo 3: [512-570]
Los misterios de la vida de Cristo (512-513)
I. Toda la vida de Cristo es misterio(514-521)
II. Los misterios de la infancia y de la vida oculta de Jesús
(522-534)
III. Los misterios de la vida
pública de Jesús
(535-560)
Resumen
(561-570)
___________________________
Artículo 4: [571-594]
« Jesucristo padeció bajo Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado »
(571-573)
Párrafo l: (574-576)
Jesús e Israel
(574-576)
I. Jesús y la Ley
(577-582)
II. Jesús y el Templo
(583-586)
III. Jesús y la fe de Israel en el Dios único y Salvador
(587-591)
Resumen
(592-594) ___________________________
Párrafo 2: Jesús murió crucificado
[595-623]
I. El proceso de Jesús
(595-598)
II. La muerte redentora de Cristo en el designio divino de salvación
(599-605)
III. Cristo se ofreció a su Padre
por nuestros pecados
(606-618)
Resumen
(619-623)
___________________________
Párrafo 3: Jesucristo fue sepultado
(624-630)
Resumen
(629-630)
___________________________
Artículo 5: «Jesucristo descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos»
(631-637)
Párrafo 1: Cristo descendió a los infiernos
(632-635)
Resumen
(636-637)
___________________________
Párrafo 2: Al tercer día resucitó de entre los muertos
(638)
I. El acontecimiento histórico y transcendente
(639-647)
II. La Resurrección, obra de la Santísima Trinidad
(648-650)
III. Sentido y alcance salvífico de la Resurrección
(651-655)
Resumen
(656-658)
___________________________
Artículo 6: «Jesucristo subió a los cielos, y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso»
(659-664)
Resumen
(665-667)
___________________________
Artículo 7: «Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y a muertos»
[668-682]
I. Volverá en gloria
(668-677)
II. Para juzgar a vivos y muertos
(678-679)
Resumen
(680-682)
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CAPÍTULO TERCERO:
CREO EN EL ESPÍRITU SANTO (683-686)
Artículo 8: «Creo en el Espíritu Santo»
(687-688)
I. La misión conjunta del Hijo
y del Espíritu
(689-690)
II. Nombre, apelativos y símbolos del Espíritu Santo
(691-701)
III. El Espíritu y la Palabra de Dios en el tiempo de las promesas
(702-716)
IV. El Espíritu de Cristo en la plenitud de los tiempos
(717-732)
V. El Espíritu y la Iglesia en los últimos tiempos
(733-741)
Resumen
(742-747)
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Artículo 9: «Creo en la Santa Iglesia Católica»
(748-750)
Párrafo l: La Iglesia en el designio de Dios
I. Los nombre y las imágenes
de la Iglesia
(751-757)
II. Origen, fundación y misión
de la Iglesia
(758-769)
III. El misterio de la Iglesia
(770-776)
Resumen
(777-780)
__________________________
Párrafo 2: La Iglesia, Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo, Templo del Espíritu Santo
[781-810]
I. La Iglesia, Pueblo de Dios
(781-786)
II. La Iglesia, Cuerpo de Cristo
(787-796)
III. La Iglesia, Templo del Espíritu Santo
(797-801)
Resumen
(802-810)
___________________________
Párrafo 3: La Iglesia es una, santa, católica y apostólica
(811-870)
I. La Iglesia es una
(813-822)
II. La Iglesia es santa
(823-829)
III. La Iglesia es católica
(830-856)
IV. La Iglesia es apostólica
(857-865)
Resumen
(866-870)
___________________________
Párrafo 4: Los fieles de Cristo: jerarquía, laicos, vida consagrada
(871-873)
I. La constitución jerárquica de la Iglesia
(874-913)
II. Los fieles cristianos laicos
(897-913)
III. La vida consagrada
(914-933)
Resumen
(934-945)
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Párrafo 5: La comunión de los santos
(946-948)
I. La comunión de los bienes espirituales
(949-953)
II. La comunión entre la Iglesia del cielo y la de la tierra
(954-959)
Resumen
(960-963)
___________________________
Párrafo 6:
(963)María, Madre de Cristo, Madre de la Iglesia
I. La maternidad de María respecto de la Iglesia
(964-970)
II. El culto a la Santísima Virgen
(971)
III. María, icono escatológico
de la Iglesia
(972)
Resumen
(973-975)
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Artículo 10: «Creo en el perdón de los pecados »
(976)
I. Un solo Bautismo para el perdón de los pecados
(977-980)
II. La potestad de las llaves
(981-983)
Resumen
(984-987)
___________________________
Artículo 11: «Creo en la resurrección de la carne»
(988-991)
I. La Resurrección de Cristo y la nuestra
(992-1004)
II. Morir en Cristo Jesús
(1005-1014)
Resumen
(1015-1019)
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Artículo 12: «Creo en la vida eterna»
(1020)
I. El juicio particular
(1021-1022)
II. El cielo
(1023-1029)
III. La purificación final o
Purgatorio
(1030-1032)
IV. El infierno
(1033-1037)
V. El Juicio final
(1038-1041)
VI. La esperanza de los cielos nuevos y de la tierra nueva
(1042-1050)
Resumen
(1051-1060)
«Amén»
(1061-1065)
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I. Jesús y la Ley (577-582)
577 Al comienzo del Sermón de la Montaña, Jesús hace una advertencia solemne presentando la Ley dada por Dios en el Sinaí con ocasión de la Primera Alianza, a la luz de la gracia de la Nueva Alianza:
«No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir sino a dar cumplimiento. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una "i" o un ápice de la Ley sin que todo se haya cumplido. Por tanto, el que quebrante uno de estos mandamientos menores, y así lo enseñe a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; en cambio el que los observe y los enseñe, ése será grande en el Reino de los cielos» (Mt 5, 17-19).
578 Jesús, el Mesías de Israel, por lo tanto el más grande en el Reino de los cielos, se debía sujetar a la Ley cumpliéndola en su totalidad hasta en sus menores preceptos, según sus propias palabras. Incluso es el único en poderlo hacer perfectamente (cf. Jn 8, 46). Los judíos, según su propia confesión, jamás han podido cumplir la Ley en su totalidad, sin violar el menor de sus preceptos (cf. Jn 7, 19; Hch 13, 38-41; 15, 10). Por eso, en cada fiesta anual de la Expiación, los hijos de Israel piden perdón a Dios por sus transgresiones de la Ley. En efecto, la Ley constituye un todo y, como recuerda Santiago, "quien observa toda la Ley, pero falta en un solo precepto, se hace reo de todos" (St 2, 10; cf. Ga 3, 10; 5, 3).
579 Este principio de integridad en la observancia de la Ley, no sólo en su letra sino también en su espíritu, era apreciado por los fariseos. Al subrayarlo para Israel, muchos judíos del tiempo de Jesús fueron conducidos a un celo religioso extremo (cf. Rm 10, 2), el cual, si no quería convertirse en una casuística "hipócrita" (cf. Mt 15, 3-7; Lc 11, 39-54) no podía más que preparar al pueblo a esta intervención inaudita de Dios que será la ejecución perfecta de la Ley por el único Justo en lugar de todos los pecadores (cf. Is 53, 11; Hb 9, 15).
580 El cumplimiento perfecto de la Ley no podía ser sino obra del divino Legislador que nació sometido a la Ley en la persona del Hijo (cf Ga 4, 4). En Jesús la Ley ya no aparece grabada en tablas de piedra sino "en el fondo del corazón" (Jr 31, 33) del Siervo, quien, por "aportar fielmente el derecho" (Is 42, 3), se ha convertido en "la Alianza del pueblo" (Is 42, 6). Jesús cumplió la Ley hasta tomar sobre sí mismo "la maldición de la Ley" (Ga 3, 13) en la que habían incurrido los que no "practican todos los preceptos de la Ley" (Ga 3, 10) porque "ha intervenido su muerte para remisión de las transgresiones de la Primera Alianza" (Hb 9, 15).
581 Jesús fue considerado por los judíos y sus jefes espirituales como un "rabbi" (cf. Jn 11, 28; 3, 2; Mt 22, 23-24, 34-36). Con frecuencia argumentó en el marco de la interpretación rabínica de la Ley (cf. Mt 12, 5; 9, 12; Mc 2, 23-27; Lc 6, 6-9; Jn 7, 22-23). Pero al mismo tiempo, Jesús no podía menos que chocar con los doctores de la Ley porque no se contentaba con proponer su interpretación entre los suyos, sino que "enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas" (Mt 7, 28-29). La misma Palabra de Dios, que resonó en el Sinaí para dar a Moisés la Ley escrita, es la que en Él se hace oír de nuevo en el Monte de las Bienaventuranzas (cf. Mt 5, 1). Esa palabra no revoca la Ley sino que la perfecciona aportando de modo divino su interpretación definitiva: "Habéis oído también que se dijo a los antepasados [...] pero yo os digo" (Mt 5, 33-34). Con esta misma autoridad divina, desaprueba ciertas "tradiciones humanas" (Mc 7, 8) de los fariseos que "anulan la Palabra de Dios" (Mc 7, 13).
582 Yendo más lejos, Jesús da plenitud a la Ley sobre la pureza de los alimentos, tan importante en la vida cotidiana judía, manifestando su sentido "pedagógico" (cf. Ga 3, 24) por medio de una interpretación divina: "Todo lo que de fuera entra en el hombre no puede hacerle impuro [...] —así declaraba puros todos los alimentos— . Lo que sale del hombre, eso es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas" (Mc 7, 18-21). Jesús, al dar con autoridad divina la interpretación definitiva de la Ley, se vio enfrentado a algunos doctores de la Ley que no aceptaban su interpretación a pesar de estar garantizada por los signos divinos con que la acompañaba (cf. Jn 5, 36; 10, 25. 37-38; 12, 37). Esto ocurre, en particular, respecto al problema del sábado: Jesús recuerda, frecuentemente con argumentos rabínicos (cf. Mt 2,25-27; Jn 7, 22-24), que el descanso del sábado no se quebranta por el servicio de Dios (cf. Mt 12, 5; Nm 28, 9) o al prójimo (cf. Lc 13, 15-16; 14, 3-4) que realizan sus curaciones.
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