Capítulo 1: Introducción
En mi libro sobre “El misterio insondable de la Liturgia” prometí un libro sobre la Eucaristía. Y aquí estoy, con la ayuda de Dios, cumpliendo gozosamente mi promesa.
El tema de la Eucaristía me entusiasma, porque es el centro de nuestra fe católica. Es la fuente de donde brota toda la vida de la Iglesia, porque no sólo se nos comunica la gracia –como en todos los sacramentos- sino porque se nos comunica al Autor de la gracia. Y es al mismo tiempo, culmen y ápice de la vida cristiana, porque la Eucaristía es como la consumación de la vida espiritual y el fin de todos los sacramentos.
La Iglesia vive de la Eucaristía y para la Eucaristía. En la Eucaristía está todo el bien de la Iglesia.
Este libro es muy sencillo y también breve. He tratado de meditar y ver cómo la Eucaristía permea y está relacionada con las virtudes y con tantas realidades de la vida cristiana y de la vida humana. La Eucaristía ilumina nuestra vida y nuestro caminar hacia Dios. Y es, al mismo tiempo, presencia amorosa, real y verdadera de Dios, que nos alimenta, nos consuela y nos fortalece.
¿Cómo usar mi libro? Podría ser usado como meditaciones breves personales o como lectura espiritual. Podría dar también pie para desarrollar después más ampliamente una charla provechosa y llena de enjundia. Cada uno de mis lectores es libre en este sentido.
Deseo que mis líneas ayuden a saborear y a sopesar este tesoro que Cristo nos dejó en la Última Cena. Sólo en el Cielo valoraremos en su justa medida lo que significó este admirable sacramento.