Friday March 14,2025
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El Arca de la Nueva Alianza

  
LA GRAN CRUZADA DE LA MISERICORDIA
Jesús se presenta como quiere que se le conozca y lo que espera de nosotros.

Testimonio de Catalina
  


»  Prólogo

»  Introducción


LOS MENSAJES:

1 »  Tiempo de Misericordia

2 »  Tú Eres Libre de Elegir

3 »  Identifícate Conmigo

4 »  Sé Misericordioso y Ama

5 »  La Contemplación: Vida del Alma

6 »  Reconoce Tu Pecado para Obtener Misericordia

7 »  La Medalla del Apostolado de la Nueva Alianza

8 »  Pido que se Consagren a los Sagrados Corazones

8a »  ORACION:
Consagración a los Sagrados Corazones

9 »  Conozco los Incentivos Más Profundos del Corazón Humano

10 »  Esposas, Madres, Salven a Sus Familias

11 »  Apóstoles de la Nueva Alianza: Amen

12 »  Nueva Evangelización

13 »  Les Doy Mi Amor

14 »  Búsquen Primero el Reino de Dios

15 »  Permanezcan Cerca de Mí

16 »  Transforma Tu Sufrimiento en Alegría

17 »  La Oración Estremece Mi Corazón

18 »  No se Desanimen en las Dificultades

19 »  Sean Pacientes y Humildes

20 »  Sean Obedientes

21 »  Todo es Posible para el que Cree

22 »  Conoce el Verdadero Amor

23 »  Amame sobre Todo

23a »  Oración: Amame sobre Todo

24 »  Unanse a Mi Corazón Eucarístico

25 »  El que Ha Recibido Mi Perdon, Olvide Su Pecado

26a »  Dios es Introducido en la Humanidad a Través de María Parte 1 de 4

26b »  Dios es Introducido en la Humanidad a Través de María Parte 2 de 4

26c »  Dios es Introducido en la Humanidad a Través de María Parte 3 de 4

26d »  Dios es Introducido en la Humanidad a Traves de María Parte 4 de 4

27a »  La Semilla Indestructible de Mi Palabra Parte 1 de 2

27b »  La Semilla Indestructible de Mi Palabra Parte 2 de 2

28 »  Escucha a Mi Iglesia y Obedécela

29 »  José, Patrono de la Buena Muerte

30 »  Jesús Jardinero

31 »  Renunciar al Mundo

32 »  Sé Mi Samaritano

33 »  Bienaventurados los Pobres de Espíritu

34 »  Venzan al Tentador

35 »  El Señor a Su Madre

36 »  Sé Auténtico

37 »  La Dignidad que Yo les Confiero

38 »  Las Espinas Son Parte de la Flor y el Fruto

39 »  Aprende a Hacer Mi Voluntad

40 »  El Nombre de Mi Madre

41 »  Mi Divino Querer

42 »  Abandonen la Infancia Espiritual

43 »  Tu Alma es una Pequeña Estrella

44 »  El Elegido Debe Actuar Conmigo

45 »  Trato al Alma con Extrema Destreza

46 »  El Arcángel San Gabriel

47 »  Quiero Estar Entre Ustedes, No en Altares Llenos de Polvo

48 »  La Noche de Belén

49 »  María Participa de Mi Divinidad

50 »  Ardan con el Fuego que Quiero Darles

51 »  Yo Soy la Resurrección y la Vida

52 »  Me Agrada Quien Persevera en la Oración

53 »  Ora por Quienes Te Dañan

54 »  Mi Escuela

55 »  He Puesto Mis Ojos en Ti

56 »  Mi Amor Divino se Abaja a Hablarles

57 »  Yo Soy el Pan de Vida

58 »  Yo Cultivo Su Terreno y lo Limpio de Malezas

59 »  Santa Locura el Recibir una Bofetada y Presentar la Otra Mejilla

60 »  El Mérito lo Doy Yo

61 »  La Eucaristía, Sacramento de Mi Amor

62 »  El Paraíso Es Vuestra Meta

63 »  Oren por las Almas del Purgatorio

64 »  Oren con Humildad

65 »  ¡Crean en Mí y Satanás Será Derrotado!

66 »  Quiero que Todos Me Reconozcan como Madre

67 »  Quiero Salvarte

68 »  La Cruz Prepara Su Salvación

69 »  El Grano de Trigo Debe Germinar

70 »  Mi Querer y Mi Pensamiento Son Mis Leyes

71 »  Acepta con Amor lo que Te Doy

72 »  Yo Hago de Imán en Tus Adversidades, Sígueme

73 »  Quien Me Sigue No se Equivoca, lo Preservaré del Engaño

74 »  Mi Madre: Coronada de Gloria

75 »  Yo Cultivo con Cuidado Amoroso Mi Jardín

76 »  Yo Acaricio Tu Alma

77 »  Vengan a Mi Corazón Deseoso de Ustedes

78 »  Soy Mendigo de Corazones

79 »  El Amor es Su Bien Presente y Futuro

80 »  El Getsemaní es un Océano de Caridad

81 »  El Amor de Dios lo Movió a Hacerse Criatura de Sus Criaturas

82 »  Angeles, Acudan y Defiendan a los que Me Aman

83 »  Yo Estoy Sobre Todos Tus Afanes

84 »  Yo Soy el Mar, Ustedes los Granos de Arena

85 »  Quien Me Sigue No Camina en Tinieblas

86 »  Elegidos, Aférrense a la Mano de Mi Madre

87 »  Yo Soy la Vid, Ustedes los Sarmientos

88 »  Quiero Vivir en el Hombre

89 »  Debo Hacer un Gran Fuego y Quiero Servirme de Ti

90 »  Jesús Hace Ricos a los Que Se Reconocen Pobres

91 »  Yo Soy el Buen Pastor

92 »  No Quedaré Insensible a Sus Reclamos

93 »  Soy Yo El Que Te Estrecha a Mí

94 »  Yo Soy el Perdón, Quiero Verlos Limpios

95 »  Judas Podía Salvarse Si Hubiese Creido en Mi Amor Misericordioso

96 »  El Desapego de las Cosas Habilita para Amar a Dios

97 »  Pocas Almas se Compadecen de Mi Agonía

98 »  La Humildad es un Acto Interior de Sumisión

99 »  Mi Corazón: Horno Ardiente de Amor

100 »  Han Nacido de Mí y a Mí Deben Retornar

101 »  Que el Amor Encienda la Llama en Ti

102 »  Quiero Poner en Ti Fuego de Caridad

103 »  El Santiguarse Es un Acto de Fe y de Amor

104 »  Permanezcan Commigo, Oraremos Juntos

105 »  Mi Iglesia Es Testigo de Mi Evangelio

106 »  Alivia Mis Sufrimientos

107 »  Mi Doctrina Es Santa, Mi Yugo Es Suave

108 »  Cuando Yo Haga de Ustedes la Violeta, el Lirio, la Rosa que Quiero

109 »  Miren con Afecto al Crucifijo

110 »  Dirígete Siempre con el Corazón y la Mente a Mí

111 »  Espero que Todos Vengan Junto a Mi Jesús

112 »  Lo que Es para los Hombres Estimable, Es Abominable ante Dios

113 »  Todos Tropezarán Conmigo

114 »  ¡Madre de Jesús: Dios Sea Bendito! ¡Jesús: María Sea Bendita!

115 »  Persigue Tenazmente la Belleza de Amar

116 »  Con la Oración se Adquiere el Espíritu de Penitencia

117 »  Vigilia de Pentecostés

118 »  Por Ustedes Accedí de Corazón a Hacerme Víctima

119 »  Permanezcan Lejos de Toda Ofensa Contra Mí

120 »  Desde la Hostia los Miro con Amor

121 »  No Teman ante las Dificultades

122 »  Conmigo Tendrán Todo lo que Yo Poseo

123 »  Aprecio la Humildad

124 »  En el Sufrimiento el Amor por Mí Crece, a Medida que Creen

125 »  Toda Muerte Lleva Consigo el Gérmen de Otra Vida

126 »  La Sangre de los Mártires Fue Semilla Fecunda

127 »  Los Ilumino Siempre, Aun Cuando No lo Advierten

128 »  Soy la Luz del Padre

129 »  Les Ofrezco el Refugio de Mi Corazón

130 »  El Camino Es la Renuncia a los Atractivos

131 »  Te Elegí y Ahora Eres Mío

132 »  Ser Pastor Significa una Sola Cosa: Dar la Vida

133 »  Entréguenme Su Absoluta Confianza

134 »  Soy Auxilio de Todos los Cristianos

135 »  El Unico Nombre que Merece Ser Invocado y Amado Es el de Jesús

136 »  Fiesta de la Santísima Trinidad

137 »  María Engendró No Solo al Hombre, Sino También a Su Dios

138 »  Vengan a Mí, Hay Consuelo para Todos

139 »  Te He Elegido Desde la Eternidad

140 »  Con la Eucaristía Háganse Faros de Luz de Mi Pueblo

141 »  Soy Alimento para Sus Almas, Soy Verdad para Sus Mentes

142 »  Mi Presencia en la Hostia Consagrada Es el Acto Más Grande de Misericordia

143 »  Ninguna Cruz Llevada con Amor Merecerá Desprecio

144 »  Muchas Cruces Son Hechura de Ustedes Mismos

145 »  Felíz el Alma que Quiera Completar Mi Pasión

146 »  Felíz el Alma que Quiera Completar Mi Pasión

147 »  Amar No Es Encerrarse en el Círculo de los Propios Sentimientos

148 »  Mi Lenguaje Cansa a los Egoístas

149 »  Son Pocos los Corazones Sinceros Conmigo

150 »  El Sufrimiento los Prepara al Gozo Eterno del Mañana

151 »  Oh, Si Supieran lo que Les Ha Preparado Su Señor! Parte 1

152 »  Derramo Torrentes de Luz y Amor Sobre Ustedes

153 »  Día del Sagrado Corazón de Jesús

154 »  Las Llamas del Amor Misericordioso

 

1»Introducción

Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org  

No podemos negar que la época actual tiene la oportunidad de conllevar en sí un sentido espiritual muy profundo.

Desde 1531 los cielos de América adquieren mayor esplendor gracias a un milagro maravilloso que anuncia la aparición de la Santísima Virgen en un momento concomitante al descubrimiento de América por los españoles. En Ella, otra vez, es la Madre que viene a abrazar a sus hijos desorientados que no saben vivir en paz cuando dos culturas, hasta entonces desconocidas, se juntan por vez primera.

Pero esta voz no se hará escuchar únicamente en tierra mexicana, luego será la voz de Venezuela, en Coromoto, y la peregrinación continuará hasta nuestros días.

Los extraordinarios eventos, reconocidos por la Iglesia Católica, como Lourdes (1856), Fátima (1917), Siracusa (1954), son la prueba de esta presencia viva que acompaña regularmente la experiencia terrena y espiritual de los hombres.

La 'luz de la vida' nos trajo el brillante esplendor de su visita mediante la imagen de un Cristo que llora en el valle y cuya devoción ha sido autorizada por la jerarquía, luego del estudio y análisis correspondiente.

Pero ese amor divino, preocupado ante la frialdad de los hombres del siglo XX, envía otra muestra de su amor a Bolivia mediante unos Mensajes dictados a su hija Catalina. En diversas publicaciones se ha descrito este acontecimiento que se une a experiencias similares asombrosas vividas
por diferentes miembros elegidos de nuestra Iglesia.

Hoy, nuestro país vivencía esta gracia y lo hace con reverente gratitud. Los mensajes acarician nuestros valles y sus montañas con palabras tiernas y generosas, con un vehemente contenido de orientación y consuelo; cada palabra, al encontrar residencia abierta en nuestros corazones, se convierte en un sabroso mensaje tan dulce como la miel
temprana.

En este contexto, tenemos a bien poner a disposición del hermano lector, otro texto con lecturas gratas para el alma y cuyo origen podrá identificar fácilmente el corazón generoso y el espíritu sencillo.

Luego de la "La Gran Cruzada del Amor", llega a nosotros "La Gran Cruzada de la Misericordia", representando las piedras angulares de aquel Mensaje que desde Fátima, a Conyers (Atlanta), desde Betania (Venezuela), a Medjugorie, desde
Akita (Japón) a San Nicolás (Argentina), expresan el tema más querido por nuestro Señor: EL AMOR Y LA MISERICORDIA.

¿Dónde encontrará el hombre la dulzura del corazón? Se pregunta Jesús, y sólo hay una respuesta: 'En Su corazón'… A El nos llama mediante una actitud tan poco comprendida por el rebelde hombre de hoy: la humildad —aquella que nos
invita a hacer Su voluntad
.

¡Qué curiosidad! Toda la instrucción psicopedagógica que el hombre cultiva, sugiere al hombre construir 'su propia identidad' y se trabaja para ello: nombre, apellido, escuela, colegio, instrucción superior, profesión… pero se descuida en medida sorprendente la 'verdadera identificación'— aquella de naturaleza espiritual.

Y para quienes toman en cuenta la sugerencia, el mensaje es provocativo: 'nuestra identidad' la encontramos al seguir las huellas de Cristo, cuando damos testimonio vivo de sus instrucciones, cuando nos convertimos en los pastores que cuidan las ovejas de Quien las creó. ¡Qué extraño el hombre: viene de Dios, pero no pocos buscan su principio y fin, lejos de El!

Y donde está El… está Su Madre. No puede dejar de insistir en la honra que espera para Ella, nos orienta en el lugar que la Madre debe tener en nuestras vidas. Jesús refiere a Catalina: "Mi Madre dice al Padre que me ve en cada uno de ustedes." Son diálogos del cielo, nos revelan nuevos susurros de amor tan cálidos como los que la Virgen expresaba al tierno niño de Belén.

También refiere: "Mi Madre, ¡qué bella era en Su esplendor virginal, cuando Me llevaba en su seno, nutriéndome con Su sangre! ¡Cuán delicada, cuando ocultamente adoraba y se humillaba sabiendo que tenía en Sí misma a Su Creador!"

"Hablaba Conmigo íntimamente, Me nutría mientras Yo alimentaba Su alma. Ella Me gobernaba a Mí, que gobierno el universo y, desde entonces, todas las cosas que le He dado han pasado a Sus manos como Su propiedad."

"Ustedes, saben, hijos Míos, que entre todos fue colocada a Mi diestra. Sin embargo, ¿quién creería que cuando Yo crecía en Ella, le fueron reservadas ásperas críticas y amargas perversidades?"

A pesar de lo amargo de ciertos capítulos de la vida contemporánea, los Mensajes nos invitan a estar en calma, aunque no dejan de instruirnos: "Reconozcan las señales". ¿Por qué? ¿Es que realmente vivimos una época especial que nos invita al verdadero cambio de vida?

El hombre de espíritu abierto tendrá que preguntarse: ¿Por qué tantos mensajes en cada país del mundo? Apariciones, lacrimaciones, fenómenos naturalmente extraordinarios… Dios nos habla cada momento y, si ha escogido este modo masivo de
hacerlo, ciertamente tiene razones para ello y el hombre no tiene por qué cuestionar o limitar sus acciones. Más bien, está invitado a una orientadora sabiduría en humildad, oración y disposición interior.

Los mensajes que se presentan son para todos, pues todos somos discípulos del Señor. Sin embargo, a cada uno recuerda sus deberes específicos. Por ejemplo, a los comprometidos con la vida pública expresa: "Para ti que eres político te digo que, quien quiera contribuir a mejorar la vida social y económica debe examinar continuamente la pureza de las propias intenciones y de los medios empleados, conocer las disposiciones interiores que deben acompañar los cambios estructurales propuestos y ayudar a los demás a adquirirlos."

A los consagrados recuerda: "Quien se consagra a Nuestros Corazones, quien participa en la consagración de su nación y de la humanidad, debe tener conciencia de las ambigüedades que se esconden en el mundo y en el corazón. Debe sentir profundamente la necesidad de redención y tener una gran confianza en el poder Redentor del mundo." "Por ello, la consagración a Nuestros Corazones, incluye la oración constante por la purificación del propio corazón y por el
establecimiento de relaciones interpersonales más sanas, aún en vista de un mejoramiento de la vida pública."

Los mensajes revelan, asimismo, la preocupación de Jesús por el individuo y aquella célula viva de la sociedad que es la familia y a la cual en esta circunstancia designa como pueblo. No sin razón dicta la siguiente plegaria, introduciéndola con esta petición:

"Te pido que unas a tu familia y hagan esta pequeña oración: Señor, Dios Padre todopoderoso, este Tu pueblo está enfermo; enfermo del alma y enfermo del cuerpo. Y nosotros queremos clamar en este momento: cura a Tu pueblo de toda falta de amor; cura a tu pueblo de toda cerradez del corazón, de toda tristeza y angustia, de toda falta de fe y perdón. ¡Oh Señor!, socorre a Tu pueblo en las dificultades de crecimiento espiritual: socorre a Tu pueblo carente de Tu gracia y de Tu amor. Ten Misericordia de nosotros en el nombre de Jesucristo, Tu Hijo, Amén. En Mi nombre, perdonen, hija Mía"…

Los mensajes nos muestran al Padre cuya constante presencia sigue cada respiro nuestro: le apena ese carnaval tan rodeado de pecado, la ausencia de ejercicios de piedad, aquella ceguera que no permite ver las puertas del cielo y que con tanta insistencia quiere atravesar solo las puertas de la tierra en cuyo destino final espera la caducidad.

Es siempre Maestro y se preocupa, nos sugiere algunas prácticas: "Estudien la Biblia, nútranse del Evangelio permanentemente. Permitan que su comportamiento hable por las palabras de sus acciones, no hay tiempo para derramar energías cuando Yo les concedo el regalo del amor, a través de esta enseñanza."

+ Lectura de la Sagrada Biblia y de los Evangelios.
+ Oración.
+ Encuentro Conmigo en la Eucaristía.
+ Conversaciones, diálogos frente a Mis Sagrarios.
+ Sumergirse en el amor de Mi Sagrado Corazón.
+ Hacer obras para el prójimo.

Comprensivo como es, nos previene que el cambio no es inmediato, nos vamos formando gradualmente, pero no hay que olvidar que con su divina gracia, nada nos falta.

No ofrece el camino fácil, anuncia las dificultades, los escollos a encontrar, pero también nos vuelve a iluminar: "Con las piedras que encuentres en el camino, sé delicada y llévatelas. Y si no las puedes cargar en los hombros como a hermanas, al menos, déjalas atrás como a amigas." Nos habla de una planta que crece en el corazón de quienes se convierten y van en pos de Dios: 'la alegría', pues la paz interior es risueña.

"No se asusten de la lucha" —continúa— "porque no es eterna y, sobre todo, porque es necesaria. El hombre que lucha consigo mismo, puede vencer y puede perder; lo esencial es que tenga la última victoria, aquella que conduce a la
vida eterna. Recuerden que Yo les garantizo amor aun cuando algunos no me busquen y otros tengan la impresión de que no existo."

Cada mensaje es enriquecedor, su contenido vivencial. De especial ilustración es la narración relativa a la preparación a su vida pública. Explica su crecimiento interior, su soledad, sus sufrimientos, una constante de la cual hasta hoy no se puede liberar: la ingratitud de los hombres.
Jesús nos recuerda que Dios Padre fue su fortaleza y el incondicionado amor de su Madre le mostró que Ella le acompañaría siempre. Son capítulos de honda humanidad, se conoce al Hombre-Dios, con una carne que experimentaba
pesares y que superaba, mostrándonos como ejemplo la fortaleza que cada uno de nosotros debe tener al seguir sus huellas. Las secuencias nos ilustran el camino que siguieron los primeros santos de la Iglesia cristiana: sus amados apóstoles.

"Lavé los pies a doce toscos pescadores, Me abajé a ellos para dar ejemplo, sí, pero además para que, dejándome a Mí mismo en alimento a las almas, conocieran todos por anticipado que Yo quiero purificarlos completamente, además de saciarlos de Mi amor."

Nos insiste en la necesidad que tenemos de purificarnos. Solo su dulce paciencia y su amorosa Sabiduría pueden mejorar el conocimiento de nuestro yo interior. Debemos imitar a Pedro cuando repuso con convicción: "Si es así lávame no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza." Nos dice al final: "Ustedes que militan en la tierra, únanse en palabras de alabanza a Mi primer Vicario, primer ejemplo de alma generosa. El encomio que más
interesa a Pedro es que lo sigan junto a Mí. Ardan con el fuego que quiero darles; pídanmelo, les daré y mucho. Sean generosos y confíen en Mi obra. Pero antes deben tener fe en ella y luego, si Me aman, se fiarán de Mí."

Nos advierte sobre una realidad bastante ignorada por los autosuficientes hombres de fin de siglo: "el peligro de ser arrojados en las garras de Satanás", su eterno enemigo Aquella constante realidad que, a diferencia de las verdades divinas, está siempre como espada suspendida sobre la
cabeza de todos y es espada que se advierte sólo cuando cae sobre nosotros. De aquí la invitación a una vida recta, pura, límpida, encendida por la oración y la frecuencia de los sacramentos.

Nos habla del cielo, del purgatorio, del tránsito a la otra vida; sus palabras son verdaderamente Palabras de Vida Eterna, invita a exclamar con el salmista: "¡Señor, qué grande es Tu Nombre… en toda la tierra!"

Es un lamento cuando dice: "Doy mensajes y mensajes, todos llenos del mismo amor, sin acordarme que el hombre Me olvida. ¿Qué debería pensarse de Aquel que no se enoja contra tantos desamorados y que mantiene con el hombre el pacto de amor que el hombre mismo ha violado? Por ésto Soy olvidado, porque uso el amor y los hombres —en su mayoría— no recuerdan cuánta aflicción tuve por ellos. Si Mi amor pudiese tener término, sería el fin de todos, nadie escaparía a la muerte eterna."

Tiene algunas palabras enfáticas sobre la Sagrada Eucaristía, donde nos invita a ser Misioneros De La Eucaristía, ve la importancia de comprender mejor esa presencia viva y ifundirla en su mayor extensión. "¡Una Misa!… ¡Piensen —dice— que el sacerdote que Me llama a sus manos tiene un poder que no le He concedido ni siquiera a Mi Madre! Reflexionen que si en lugar del sacristán sirvieran al sacerdote los más excelsos Serafines, no serían
suficientemente dignos de estar junto a él.

Pregúntense si, no obstante la grandeza del don que les hago, son aún dignos de estar en la Misa pensando en otra cosa que no sea Yo… Lo justo sería que, humillados y agradecidos, palpitasen en torno a Mí y con toda el alma Me ofreciesen al Padre de las Misericordias.

Sería justo que consideraran el Altar, no porque lo han hecho los hombres sino por lo que vale dada Mi presencia mística pero real… Miren la Hostia en la cual toda especie está anulada y Me verán a Mí, humillado por ustedes. Miren el Cáliz en el que Mi sangre vuelve a la tierra, rica como es de toda bendición. Ofrézcanme al Padre, no olviden que
por ésto Yo vuelvo a ustedes."

"Si les dijeran: vamos a Palestina a conocer los lugares donde Jesús vivió y donde murió, su corazón saltaría de gozo, ¿no es cierto? Sin embargo el Altar al cual Yo bajo ahora es más que Palestina, porque de allí partí hace veinte siglos y al Altar vuelvo todos los días vivo, verdadero, real, aunque oculto. Pero soy Yo, justamente Yo, que palpito en las manos de Mi ministro. Yo, el que vuelvo a ustedes, no simbólicamente, ¡oh, no!, sino verdaderamente. Les digo una vez más: ¡verdaderamente!"

"¡El ojo humano que quiere ver, qué grosero es y cuánto daño causa! Yo les He dado un ojo más agudo, más penetrante. Hagan uso de él y verdaderamente verán a Quien hoy les habla, que hoy les recuerda su sacrificio, y que hoy y mañana quiere incendiarlos de amor." "¡Getsemaní, Calvario,
Altar! Tres lugares de los cuales el último, el Altar, es
la suma del primero y del segundo; son tres lugares pero es uno solo el que encuentran ahí."

Mensajes de profundo significado que Catalina, su secretaria de la tierra, difícilmente podría componer en minutos o pocas horas como ella los presenta.

Todas estas palabras son mensajes de orientación, nacen del corazón del buen Pastor que atraviesa senderos hasta encontrar la oveja perdida. El quiere encontrarnos, no hagamos que su búsqueda se prolongue, pues luego y junto a El, como verdaderos discípulos, iremos detrás de otras ovejas perdidas.

Nos invita a ingresar en el trabajo de la mies para gloria de Dios y no propia: "Tengo una serie de discípulos que riegan el huerto de todas las virtudes, pero no lo hacen por amor a Mí sino por su utilidad presente y futura. Muchos son los que hacen así y por eso no dan grandes pasos en la vía de Mi amor. Pero algunos otros han comprendido esta verdad y
se esfuerzan en obrar por Mi amor. Estos son los predilectos, pues ellos han encontrado la perla preciosa de Mi Reino y son semejantes a Mí, por eso reconocen Mis palabras de Misericordia pura."

Un amigo del alma

Cochabamba, Octubre de 1997.
Mes del Congreso Eucarístico Mariano

   


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