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LAS HORAS DE LA PASION DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
PRIMERA HORA
De las 5 a las 6 de la Tarde
» Preparación antes de la Meditación
1 » Jesús se despide de su Santísima Madre
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
SEGUNDA HORA
De las 6 a las 7 de la Tarde
» Preparación antes de la Meditación
2 » Jesús se aleja de su Madre Santísima y se encamina al Cenáculo
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
TERCERA HORA
De las 7 a las 8 de la Noche
» Preparación antes de la Meditación
3 » La Cena Legal
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
CUARTA HORA
De las 8 a las 9 de la Noche
» Preparación antes de la Meditación
4 » La Cena Eucarística
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
QUINTA HORA
De las 9 a las 10 de la Noche
» Preparación antes de la Meditación
5 » Primera hora de agonía en El Huerto de Getsemaní
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
SEXTA HORA
De las 10 a las 11 de la Noche
» Preparación antes de la Meditación
6 » Segunda hora de agonía en el Huerto de Getsemaní
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
SEPTIMA HORA
De las 11 a las 12 de la Noche
» Preparación antes de la Meditación
7 » Tercera hora de agonía en El Huerto de Getsemaní
7.1 » Conclusión de la Agonia
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
OCTAVA HORA
De las 12 de la Noche a la 1 de la Mañana
» Preparación antes de la Meditación
8 » La captura de Jesús
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
NOVENA HORA
De la 1 a las 2 de la Mañana
» Preparación antes de la Meditación
9 » Jesús, atado, es hecho caer en el torrente Cedrón
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
DÉCIMA HORA
De las 2 a las 3 de la Mañana
» Preparación antes de la Meditación
10 » Jesús es presentado a Anás
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
ÚNDECIMA HORA
De las 3 a las 4 de la Mañana
» Preparación antes de la Meditación
11 » Jesús en casa de Caifás
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
DUODÉCIMA HORA
De las 4 a las 5 de la Mañana
» Preparación antes de la Meditación
12 » Jesús en medio de los soldados
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
DÉCIMA TERCERA HORA
De las 5 a las 6 de la Mañana
» Preparación antes de la Meditación
13 » Jesús en la prisión
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
DÉCIMA CUARTA HORA
De las 6 a las 7 de la Mañana
» Preparación antes de la Meditación
14 » Jesús de nuevo ante Caifás y después es llevado a Pilatos
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
DÉCIMA QUINTA HORA
De las 7 a las 8 de la Mañana
» Preparación antes de la Meditación
15 » Jesús ante Pilatos. Pilatos lo envía a Herodes
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
DÉCIMA SÉXTA HORA
De las 8 a las 9 de la Mañana
» Preparación antes de la Meditación
16 » Jesús de nuevo ante Pilatos. Es pospuesto a Barrabás.
Jesús es flagelado.
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
DÉCIMA SÉPTIMA HORA
De las 9 a las 10 de la Mañana
» Preparación antes de la Meditación
17 » Jesús es coronado de espinas.“Ecce Homo” Jesús es condenado a muerte.
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
DÉCIMA OCTAVA HORA
De las 10 a las 11 de la Mañana
» Preparación antes de la Meditación
18 » Jesús abraza la cruz
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
DÉCIMA NOVENA HORA
De las 11 a las 12 del Día
» Preparación antes de la Meditación
19 » La Crucifixión de Jesús
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
VIGÉSIMA HORA
De las 12 a la 1 de la Tarde
» Preparación antes de la Meditación
20 » Primera hora de agonía en la Cruz
La Primera Palabra
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
VIGÉSIMA PRIMERA HORA
De la 1 a las 2 de la Tarde
» Preparación antes de la Meditación
21 » Segunda Hora de Agonía En la Cruz
Segunda Palabra
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
VIGÉSIMA SEGUNDA HORA
De las 2 a las 3 de la Tarde
» Preparación antes de la Meditación
22 » Tercera Hora de agonía En la Cruz
Muerte de Jesús
Quinta Palabra
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
VIGÉSIMA TERCERA HORA
De las 3 a las 4 de la Tarde
» Preparación antes de la Meditación
23 » Jesús muerto, traspasado por la lanza.
El Descendimiento de la Cruz
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
VIGÉSIMA CUARTA HORA
De las 4 a las 5 de la Tarde
» Preparación antes de la Meditación
24 » La sepultura de Jesús
» Ofrecimiento Después de Cada Hora
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Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo
Segunda Hora
De las 6 a las 7 de la Tarde
2 » Jesús se aleja de su Madre Santísima y se encamina al Cenáculo
Jesús mío adorable, mientras tomo parte junto contigo en tus dolores y en los de tu afligida Madre, veo que te decides a partir para encaminarte adonde el Querer del Padre te llama.
Es tan grande el dolor entre Hijo y Madre, que os hace inseparables, por lo que Tú te quedas en el corazón de tu Mamá y la dulce Mamá y Reina se deja en el tuyo, de lo contrario os hubiera sido imposible separaros.
Pero después, bendiciéndoos mutuamente, Tú le das tu último beso para darle fuerzas en los amargos dolores que va a sufrir, le dices Tu último adiós y partes.
Pero la palidez de Tu Rostro, los labios temblorosos, tu voz sofocada, como si fueras a romper en llanto al decirle Adiós...ah, todo esto me dice cuánto la amas y lo que sufres al dejarla.
Pero para cumplir la Voluntad del Padre, con vuestros corazones fundidos el uno en el otro, a todo os sometéis queriendo reparar por aquellos que por no vencer las ternuras de los familiares o amigos o los vínculos y los apegos a las criaturas no se preocupan por cumplir el Querer Santo de Dios y corresponder al estado de santidad al que Dios los llama.
Qué dolor te dan estas almas al rechazar de sus corazones al amor que quieres darles y se contentan con el amor de las criaturas...
Amable amor mío, mientras reparo contigo permite que me quede con tu Mamá para consolarla y sostenerla mientras Tú te alejas, después apresuraré mis pasos para alcanzarte.
Pero con sumo dolor mío veo que mi angustiada Mamá tiembla, y es tanto su dolor que mientras trata de decir adiós al Hijo, la voz se le apaga en los labios y no puede articular palabra alguna; se siente desfallecer y en su delirio de amor dice:
”Hijo mío, Hijo mío, te bendigo! ¡Qué amarga separación, más cruel que cualquier muerte!” Pero el dolor le impide hablar y la enmudece...
¡Desconsolada Reina, deja que te sostenga, que te enjugue las lágrimas, que te compadezca en tu amargo dolor! Madre mía, no te dejaré sola.
Tú tómame contigo y enséñame, en este momento tan doloroso para Jesús y para Ti, lo que debo hacer, cómo debo defenderlo, cómo debo repararlo y consolarlo, y si debo exponer mi vida para defender la suya...
No, no me separaré de debajo de tu manto, a una señal tuya volaré a Jesús y llevaré tu amor, tus afectos, y tus besos junto con los míos y los pondré en cada llaga, en cada gota de su sangre, en cada pena e insulto, a fin de que sintiendo en cada pena los besos y el amor de su Mamá, sus penas queden endulzadas, y después volveré bajo tu manto trayéndote sus besos para endulzar Tu Corazón traspasado.
Madre mía, el corazón me palpita, quiero ir a Jesús, y mientras beso tus manos maternas bendíceme como has bendecido a Jesús y permíteme que vaya a Él.
Dulce Jesús mío, el amor me descubre tus pasos y te alcanzo mientras recorres las calles de Jerusalén con tus amados discípulos, te miro y te veo todavía pálido, oigo tu voz, dulce, sí, pero triste, con una tristeza que rompe el corazón de tus discípulos, que están turbados.”
Es la última vez -dices- que recorro estas calles por Mí mismo, mañana las recorreré atado y arrastrado entre mil insultos. “ Y distinguiendo los lugares en los que serás más insultado y maltratado sigues diciendo:
“ Mi vida está por terminar acá abajo, como está por ponerse el sol, y mañana, a esta hora, ya no existiré...Pero como sol resucitaré al tercer día.”Al oír tus palabras, los Apóstoles más se entristecen y no saben qué responder.
Pero Tú añades: “Ánimo, no os abatáis, Yo no os dejo, siempre estaré con vosotros, pero es necesario que Yo muera por el bien de todos.” Y así diciendo te conmueves y con voz temblorosa continúas instruyéndolos.
Antes de entrar en el Cenáculo miras el sol que ya se pone, así como está por ponerse tu Vida y ofreces tus pasos por aquellos que se encuentran en el ocaso de su vida y das la gracia de que la hagan ponerse en Ti y reparas por aquellos que a pesar de los sinsabores y de los desengaños de la vida se obstinan en no rendirse a ti.
Después miras de nuevo a Jerusalén, el centro de tus milagros y de las predilecciones de tu corazón, y que en pago ya te está preparando la Cruz y afilando los clavos para cometer el deicidio, y te estremeces, y se te rompe el corazón y lloras por su destrucción.
Y con esto reparas por tantas almas consagradas a Ti, almas que con tanto cuidado tratabas de convertir en portentos de tu amor y que ellas, ingratas, no te corresponden y te hacen así padecer mayores amarguras...y yo quiero reparar contigo para endulzar esta herida de tu corazón.
Pero veo que te quedas horrorizado ante la vista de Jerusalén y retirando de ella tus miradas entras ya en el Cenáculo...
Amor mío, estréchame a Tu Corazón para que haga mías tus amarguras y las ofrezca junto Contigo. Y Tú mira piadoso mi alma y derramando tu amor en ella bendíceme.
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