Introducción
Respuestas Bíblicas a Mitos Evangélicos
Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
Especialistas en Sagrada Escritura y respuestas bíblicas, introducen las refutaciones a 41 mitos evangélicos sobre costumbres y prácticas católicas.
“ DE TODAS LAS TRADICIONES del SER HUMANO enseñadas y practicadas por la iglesia Católica, que son contrarias a la Biblia, de las más antiguas son los rezos para los muertos y el símbolo de la cruz. Ambas tradiciones comenzaron 300 años después de Cristo... GLAD.
2 Macabeos 12, 43ss. «Y habiendo recogido dos mil dracmas por una colecta, los envió (Judas Macabeo) a Jerusalén para ofrecer un sacrificio por el pecado, obrando muy bien y pensando noblemente de la resurrección, porque esperaba que resucitarían los caídos, considerando que a los que habían muerto piadosamente está reservada una magnífica recompensa; por eso oraba por los difuntos, para que fueran librados de su pecado”
Refutación y Argumentos Católicos
Lo fundamental aquí no es si Macabeos es inspirado o no. Lo fundamental es que ese libro, que aparece en la versión de los LXX, utilizada por Pablo, y citado por Pablo mismo, habla de oraciones por los difuntos, y lo más interesante es que Pablo, quien utilizó la versión que contenía ese libro, jamás condenó tal práctica.
De todas formas, queda patente que la práctica de orar por los difuntos, no nació 300 años después de Cristo, como asegura la mitología protestante.
El símbolo de la cruz no se remonta tampoco al 300 después de Cristo. Recordemos el crucifijo de burla del Palatino que se encuentra en el museo de las Termas de la ciudad de Roma. Aparece un solado romano, cristiano, postrado de rodillas ante un crucifijo con rostro de asno. Con el comentario sarcástico "Alexámenos adora a su Dios". Puede apreciarse este epígrafe en el libro de Holzner, San Pablo, Heraldo de Cristo (Herder Barcelona 1964, imagen No. 33).
Holzner comenta esta prefiguración en la p 434 de dicha obra: "El célebre crucifijo de burla del Palatino, una caricatura garrapateada en la pared por los estudiantes paganos del colegio imperial, en que se ridiculiza a un condiscípulo cristiano Alexámeno, que adora a un crucifijo con la cabeza de asno, es sin duda una prueba de que el cristianismo había hallado entrada ya muy pronto entre los que habitaban en el Palatino".