Mito 14:
El agua bendita, mezclada con una pizca de sal y bendecida por el sacerdote, fue autorizada
en 850 A.D.
Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
Los sacramentales, estos son signos sagrados creados según el modelo de los sacramentos, por medio de los cuales se significan efectos, sobre todo de carácter espiritual, obtenidos por la intercesión de la Iglesia.
Mito 14. El agua bendita, mezclada con una pizca de sal y bendecida por el sacerdote, fue autorizada en 850 A.D.
Refutación y Argumentos Católicos
Para comenzar, se ha de decir que siguen reapareciendo en el escrito caracteres típicos de la lengua inglesa, como la abreviación AD (anno Dimini) en lugar de decir DC (después de Cristo, como se suele decir en castellano). Sigo sin recibir respuesta sobre el origen del escrito. El que sepa avíseme, por favor.
Creo que en esta afirmación no se ha tomado en cuenta cómo es el agua del Jordán. De hecho al que va a Tierra Santa una de las primeras cosas que se le dicen es que el agua que se bebe proviene del Jordán y es muy rica en sales y minerales; el hecho es que el agua del mar Muerto, por no tener salida libre acumula consigo hasta un 25 por ciento de sales.
Juan Bautista (Jn 1,28; 3,26; 10,40) y los discípulos de Cristo solían bautizar en el Jordán (Jn 4,2); Elías divide las aguas al golpearlas con su manto (2 Re 2,8; 13-14); a Naamán se le da la orden de bañarse 7 veces en el Jordán, de suerte que es curado de la lepra (2Re 5,14; cf Lc 4,27). Tampoco ha de olvidarse que Cristo solía bendecir a los niños (Mc 10,16); bendijo a los discípulos en la ascensión (Lc 24,50); bendice el pan en la última cena (Lc 24,30; Mc 14,22; Mt 26,26) y que sus discípulos repiten sus gestos (1Cor 10,16)...
Para el año 850 era Papa León IV (847-855). Con León IV creció el prestigio de la autoridad papal: era externamente deferente para con los emperadores francos y les solía pedir su aprobación a la hora de nombrar nuevos obispos. Su tarea principal consistió en la defensa de Roma contra los sarracenos y la reparación de los daños que éstos provocaron el 846.
Gracias a ello, reforzó la muralla de la ciudad de Roma, construyó nuevas fortificaciones sobre la ribera del Tíber con la ayuda que le venía de Lotario I. De hecho lo que hoy se llama "ciudad leonina" se debe a que León IV logró completar el sistema defensivo de san Pedro.
El año 854 reconstruyó "Centumcellae" -destruida por los sarracenos- y la llamó Leópolis, lo que hoy es Civittavecchia. Aunque coronó a Ludovico II, hijo de Lotario, las relaciones con el emperador eran a veces algo duras. El año 849 dio una respuesta exhaustiva a un amplio cuestionario de los obispos de la Bretaña. No vaciló en reprender a diversos prelados como Galerio en el año 853, a Incmaro de Reims y Juan de Rávena. Fue firme y decidido con Anastasio -a quien excomulgó dos veces- y que luego se hizo antipapa. Defendió decididamente a los obispos bretones contra el duque Nominoe.
Se cuenta con las actas del sínodo de Roma del año 853 en que renovó y reforzó los cánones de reforma de Eugenio II. Promovió la música sagrada: en la carta al abad Honorato hizo todo un panegírico del canto gregoriano. Restauró y construyó muchas iglesias como la de San Martín.
En contra de lo que dice el enunciado del mito, en las obras que consulté no se dice que durante el mandato de este Papa se autorizara lo del agua bendita. Aun cuando así fuera, se trata de una bendición propia de un sacerdote de Jesucristo.
Por otro lado, desde tiempos de la Iglesia primitiva el agua era objeto de bendición especial antes de que se confiriera el bautismo. Los documentos más antiguos con que se cuenta sobre la bendición del agua (bautismal) son originarios de la Iglesia de África, de finales del S II: "Supervenit enim statim Spiritus de caelis et aquis superest, sanctificans eas" (Tertuliano De Bap IV col 1203).
"Ne quis durius credat Angelim Dei sanctum aquis in salutem hominis temperandis adesse, cun angelus malus profanum commercium eiusdem elementi in perniciem hominis frequentet" (Ibíd.).
De nuevo en la Iglesia africana del S. III se encuentra la mención de este rito: "Oportet ergo mundari et sanctificari aquam prius a sacerdote" (5º Conc. de Cartago; cf Cabrol, Monumenta Ecclesiae liturgica I. p. 2340.2349).
El formulario más antiguo con que se cuenta para la bendición del agua es precisamente de la liturgia según las Constituciones Apostólicas (PG I, col 1043): "Mira desde el cielo y santifica esta agua; da le la gracia y el poder; a fin de que quien se bautice con ella según el precepto de tu Cristo sea crucificado con él, mierto, sepultado y resucitado para ser en Él adoptado como tu Hijo, morir al pecado y vivir para la gracia".
En el AT el empleo del agua lustral o de purificación ¿eran de origen pagano? En el Éxodo se la prescribe para la unción de Aarón y de sus hijos en Ex 29,4; 30,19-20 (esta última cita es digna de mención: Cuando entren en el tabernáculo de reunión, se lavarán con agua, para que no mueran; y cuando se acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda encendida para Jehová, se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su descendencia por sus generaciones). También se ordena al pueblo que lave sus vestiduras a fin de santificarse en Ex 19,10.14: "Y el Señor dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos".
¿Qué decir del bautismo de Juan Bautista (Mc 1,4.8; Mt 3,6.11; Lc 3,16.21).
En Números 19,1-22 se ofrecen las reglas de la preparación y el empleo del agua lustral.
La mishnáh (Parah) y el Talmud jerosolimitano (Berakhot IV,1; Sota II,1) ofrecen enseñanzas sobre los ritos de la aspersión y el uso del agua lustral. La aspersión que debía realizarla un sacerdote, se hacía dando siete golpes diversos sobre el objeto que se deseaba purificar. El hecho mismo de tomarse el agua pura y hacerla pasar por las cenizas del agua pura era suficiente para su bendición (Num 19,9).
Así que no es ningún elemento pagano. Está testimoniado en la Escritura y goza de una amplia tradición en la Iglesia antigua.
Ahora bien, si se acusa de paganismo a la Iglesia por emplear agua bendita, habría mucho que quitar de la Biblia por tener "resabios" paganos.
"Cielo" en hebreo se dice "shammayim", y significa "el mar de ahí (arriba)".
¿Por qué el Nuevo Testamento emplea el término "ouranós"? ¿Es que para los griegos Ouranós no era un dios, padre de Cronos? Persona se dice en griego "prósopon" y así se llamaban las máscaras que empleaban los que adoraban a la diosa Proserpina o Perséfone. Esta es una posible raíz del término. Hay otra y deriva del etrusco "phersu"... Una vez más la pregunta, ¿por qué nadie acusa de paganismo, cuando se dice que Cristo es persona o que el Padre o el Espíritu Santo también lo son?
¿Es que el hagiógrafo de 2 Pedro 2,4 era un pagano al emplear un término propio de la mitología griega como es el tártaro: el latín emplea tártaro, más fiel al original griego? Sabido es que el reino de los muertos era gobernado por el dios Hades o Plutón, según refiere Homero en la Ilíada y la Odisea. El tártaro consiste en la prisión de los "hijos de la tierra" y se distingue del "érebo" por donde transitan las almas tan pronto como mueren los hombres.
¿Es que los diversos autores del Nuevo Testamento se paganizan al designar con ello al reino de la muerte en Mt 11,23; 16,18; Lc 10,15; 16,23; Hechos 2,27.31; Ap 1,18; 6,8; 20,13,14?
Por eso es que pregunto, ¿por qué no aplica ese método de tachar de paganismo a la Iglesia católica a los conceptos o términos que se encuentran en la Biblia o que no encontrándose, sí fuguran en la traducción protestante? Si para Ud. no se trata de un proceso de inculturación de los términos, entonces los diversos hagiógrafos -o en algunos casos Cristo mismo- que emplean términos como Uranós, Hades, Cronos, etc. ¿han de tenerse por paganos?