107» Mi Madre Está Siempre Conmigo

Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org  

30-Jun-95 El Señor

1) Amada, no se entristezca tu corazón con la conversación que tuviste con tus hermanos; tiempo al tiempo y déjame a Mí guiarte hacia los caminos que debes acercarte ¡Claro que tendrás rechazo! ¿Por qué Yo sí y tú no? Nadie es Profeta en su tierra, en su familia. Persevera, cuida de Mis cosas, ya lo sabes: "...Porque los que cuidan santamente las leyes
santas serán reconocidos buenos y los que se dejan instruir por ellas, en ellas también encontrarán su defensa..."

2) Mañana es primer sábado de mes y quiero enseñarte algo que no todos los hijos que viene a visitarme consideran:

3) Saludar a Mi Madre junto al Sagrario, donde también Ella está presente, siempre junto a Mí.

4) Sabes bien que no se puede arrancar el fruto de la vida sin agradecer al árbol con cuya savia se formó dicho fruto. No, hijita Mía, no se puede comer el Pan de Vida sin besar con piedad las manos que lo amasaron. No puede haber nada más íntimamente unido entre sí que la Eucaristía y Mi Madre.

5) Lo que Dios juntó el hombre no puede ni debe separarlo. Ello quiere decir que, desde la eternidad, en la mente de Mi Padre, Su voluntad ha unido inseparablemente nuestros corazones. Ella, al haber cooperado con Su voluntad y con la sangre inmaculada de su cuerpo, formó al que un día nacería en Belén y que habría de ser desgarrado por la redención de ustedes. El que se quedaría hasta el fin de los tiempos, en la Eucaristía para ser alimento de sus almas... Mi cuerpo y sangre, son Su cuerpo y sangre. Por tanto, es a Ella a quien deben ese tesoro inmenso ya que Yo no sería Dios si no fuera Hijo de Dios y no sería Hombre, sin ser Hijo de María.

6) Por eso te He instruido sobre las tapas del futuro libro, será como en la primera época cristiana, cuando se pintaban sagrarios en el pecho de la imagen de Mi Madre en las catacumbas.

7) Ella Me concibió primero en Su alma y luego en su seno. Así Me llevó a las montañas de Judea en visita a Su prima, de la cual recibí las primeras alabanzas de la humanidad cuando dijo: "Bendito es el fruto de tu vientre".

8) Desde Su virginal seno, obré la santificación de Juan y hoy, desde la Hostia, obro la santificación de las almas que fueron redimidas en el Calvario. La belleza y pureza de Su alma agradó tanto a Mi Padre que colocó Su trono de Amor redentor en el corazón de María, para reinar por Ella en las almas, a través de los tiempos. Y por Amor, Me quedo en el Sagrario hace dos mil años.

9) Fue Mi pago a Ella el haber instituido la Eucaristía, y fue la primera en recibir Mi cuerpo y Mi sangre, por haber recibido de Ella la naturaleza humana. Así continuó la unión íntima entre nuestros corazones, después de Mi retorno al Padre, los corazones que más se han amado en la tierra.

10) Cuánto los amaré, hijos Míos, que en la Hostia que reciben está el mismo cuerpo, sangre y divinidad que recibía Mi Madre todos los días, siendo Ella tan santa y ustedes, tan pecadores.

11) Es Mi Madre quien Me trae a las almas. No otra cosa demuestra el hecho de que, quien profesa culto a María, hace florecer como en un hermoso jardín la devoción a la Eucaristía. Así lo He querido Yo, en el corazón que esté plantado el amor a Mi Madre, crecerá, por necesidad el fruto de Mi amor.

12) De este modo, la devoción y amor a Mi Madre, se cristaliza con la adoración a Mi forma Eucarística; es por ello que durante todo este siglo, ha venido acercándolos a la Comunión en todos los lugares tocados por Su gracia.

13) Es así que durante todo este tiempo Hemos venido instruyéndolos y acercándolos a este misterio de amor, para formar los cimientos sobre los cuales habrán de construirse los pilares de la salvación del mundo, donde Mi Iglesia (y no la de los hombres) cimentará su triunfo, plataforma en la que el maligno no tendrá pisada. Pero antes, tendré que expulsar a los Fariseos que son la llaga que ocasiona sufrimiento a la Iglesia... Los malhechores se han infiltrado en ella. Los ritos salvajes e irrespetuosos Me torturan, Me tratan como a un ser inferior, la conciencia calla porque encuentra la voz de hombre y no la de su
Maestro.

14) Por eso esta tercera renovación es tan importante...
¡Hija Mía, cuánto Me pesa la tierra!

15) Amen a Mi Madre, es el primer eslabón de la Misericordia. Recuerda que Mi Reino siempre estará formado por quienes viven en Mi voluntad y Mi Madre, la Reina de esta corte, necesita de la corona la fidelidad de Sus hijos.

16) Me siento tan feliz cuando Estoy así contigo que al ir escribiendo tú nuevas cosas, Yo voy creando nuevas gracias para recompensar tu fidelidad y Me propongo darte nuevas verdades ¿Te das cuenta de cómo vuelvo continuamente a sembrar nuevas semillas de verdad en tu alma?... Quédate siempre atenta...

17) Quiero que repitas siempre esto: quiero crear mucho amor, muchas adoraciones, muchas bendiciones, mucha gloria a mi Dios para suplir a todos y a todo...