68» El Sacramento de la Eucaristía

Autor: Catalina Rivas | Fuente: www.LoveAndMercy.org  

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9-Abr-95 El Señor

1) Aquí estoy, hija Mía, en el Sacramento Eucarístico. Sacramento concebido por Mi amor antes de todos los siglos, realizado por Mi omnipotencia infinita en el tiempo, predicado a las naciones, consuelo del mundo y, que embriaga con su dulzura los corazones de los hombres.

2) Misterio altísimo que excede a toda naturaleza creada y por el cual, después de subir a los cielos, quise permanecer con ustedes hasta la consumación de los siglos.

3) Porque Mi amor no lo permitía; no podía soportar que quedaran huérfanos aquellos a quienes amaba más que a Mi vida.

4) Aquí está el cielo nuevo, creado y adornado con arte divino para que Mi corazón se compadezca en él todos los días. Aquí educo a los fieles y los formo a Mi medida, como a Mis hijos amadísimos... De Mí se alimentan y Conmigo se recrean: beben la generosidad y fortaleza de Mi amor; se animan a practicar Mis virtudes; aprenden a deleitarse y
glorificarse en lo mismo que Yo Me deleito y glorifico.

5) ¡Oh, si comprendieras, hija Mía, de cuánto consuelo goza en este Sacramento tu Jesús, por la devoción, por el amor de tantas almas que viven afectuosamente unidas a Mí!

6) Aunque débiles por su naturaleza, esas almas generosas toman resoluciones fuertes, casi heroicas por Mí y así recompensan con sus sentimientos y sus obras los sacrificios de Mi amor, consagrándose a Mi voluntad. ¿No He de deleitarme Yo con amor tan puro y dulce? ¿No he de derramar en ellas toda Mi Misericordia?

7) Mis delicias son las almas puras porque Mi amor
no descansa sino entregándose y uniéndose con el
objeto amado...

8) Así como no hay nada que se una tanto en la vida
como el alimento y el que lo alimenta, del mismo
modo en la vida espiritual, por el regalo de Mi amor,
se realiza una estrecha unión entre el alma y Yo
mismo.

9) Esta es la unión santificante y divina con la que
hago felices a cada una de las almas, es la obra de Mi
amor ilimitado... Procura, hija Mía, permanecer en
Mí, no sólo por la fe la esperanza y la caridad, sino
por la unión perfectísima realizada en este
Sacramento. Porque vivir unido a Mí es para ti lo
único, lo importante, lo necesario; porque en esa
unión encontrarás siempre la vida, la fuerza, la
perfección y la santidad...

10) De la misma forma en que el fuego comunica su
calor y color al hierro, comunico Yo Mi amor y Mi
reino al hombre. Y de la misma manera que al
mezclarse dos ceras se hacen una misma cosa, así tú,
cuando recibes la comunión te unes de tal modo
conmigo que estás en Mí y Yo en ti.

11) Tal es el misterio magnífico del amor, cuya
fuerza y poder residen en Mi corazón de tal manera,
que por ello te es concedido, no sólo participar de Mi
cuerpo, sino también de Mi alma y unirte
íntimamente con la Divinidad y gozar dulcemente de
ella.

12) En este dulcísimo consorcio, derrama Mi corazón
aquella gracia suave y precisa que hará durable
nuestra unión... Unión tanto más admirable y
dichosa cuanto que no consiste en la compasión y
confusión de cada uno de nosotros, sino en la
completa transformación del uno en el otro,
mediante el cual Mis afectos, amor, deseos y goce
pasan a ser los tuyos. Y aquí tienes consumada
aquella unión por la cual Yo He de encontrarme en ti
en cuerpo y alma y tú, persona humana, en cuerpo y
alma te encontrarás en Mí.

13) Esa es la razón por la cual el alma bien dispuesta,
vive por Mí, para Mí y en Mí, en la comunión
alimentada frecuentemente con este Sacramento, de
tal manera se asemeja a Mí, que retrata en su vida Mi
propia vida y dondequiera que Mi espíritu la lleve,
allí vuela alegremente viviendo en Mí siempre y en
todas partes.

14) El mundo no comprende, no puede comprender
este trato admirable de Mi amor, esta comunicación
secreta y divina entre el Sacramento Eucarístico y el
corazón de los que Me aman.

15) Pero lo comprenderás tú, si conservas la inocencia del
cuerpo y guardas la pureza en el corazón.