17» Dolores y gozos de san José
Autor: P. Angel Peña O.A.R
ORACIÓN:
Glorioso san José, que fuiste destinado por Dios a compartir en la tierra las alegrías y las penas de Jesús y de María, te pedimos la gracia de santificar las alegrías y sufrimientos de nuestra vida, y poder gozar de tu dulce compañía en la hora de nuestra muerte. Amén.
Primer dolor y gozo
José, con un rasgo de sinceridad y nobleza, quieres dejar a María, porque no te explicas su misteriosa maternidad, pero iluminado por el ángel, conoces gozoso el misterio de la Encarnación. Concédenos, glorioso santo, imitar siempre tu sinceridad y lealtad en el trato con Dios y con los hombres (Se reza Padrenuestro, Avemaría y Gloria).
Segundo dolor y gozo
Las dificultades de tu viaje a Belén y la pobreza del establo donde nace Jesús, afligieron con profunda angustia tu sensible corazón; pero, para consolarte, Dios envía a sus ángeles para que te llenen de alegría con sus canciones aquella noche de Navidad. Te pedimos, santo patriarca, que no temamos las limitaciones de la pobreza con tal de seguir y amar cada día más a Jesús, pobre, humilde y obediente.
Tercer dolor y gozo
El nombre de Jesús, Salvador, que impusiste al niño, te hizo olvidar la pena de ver al recién nacido derramar su sangre inocente en la circuncisión. Otórganos, bendito José, la gracia de trabajar y padecer siempre, pronunciando con amor el nombre de Jesús.
Cuarto dolor y gozo
Cuando presentabas al Niño al templo, la profecía de Simeón, al anunciar la pasión de Jesús y las penas de María, te hizo sufrir mucho; pero también recibiste consuelo al saber que la sangre de Jesús iba a ser causa de salvación para el mundo. Te pedimos, protector nuestro, que sepamos estimar el valor de la Redención y la eficaz cooperación de María.
Quinto dolor y gozo
Aceptaste, oh José bendito, las incomodidades de la fuga y destierro en Egipto para salvar a Jesús; pero, a la vez, sentiste el consuelo y la alegría de vivir constantemente en su compañía. Dame la gracia de querer estar siempre en compañía de Jesús Eucaristía, que siempre me espera como un amigo en este sacramento.
Sexto dolor y gozo
Sufriste en unión con María, los tres días que Jesús estuvo como perdido en el templo, pero sentiste la gran alegría de encontrarlo y saber que él seguía aceptándote como padre y que te obedecía como hijo bueno y cariñoso. Enséñanos a amar y obedecer a Jesús, haciendo siempre su santa voluntad para que un día nos reciba, contigo y con María, en el reino celestial.
Séptimo dolor y gozo
¡Cuánto sufriste al sentirte enfermo y ver que se acercaba tu muerte, dejando en este mundo a Jesús y María, a quienes tanto querías! Pero ¡qué alegría sentir que, en el último momento, estabas rodeado de su cariño y los tres estabais más unidos que nunca, como tres corazones en UNO! Concédeme la gracia de vivir siempre dentro del Corazón de Jesús, dentro del Corazón de María y también dentro de tu castísimo Corazón.
Así, viviendo dentro de vuestros Corazones, en unión contigo y con Jesús y María, esperaré tranquilo el momento de la muerte, que desde ahora pongo bajo tu amparo y protección para que, como tú, tenga la gracia de morir en los brazos de Jesús y de María. Amén.
ANTÍFONA. - José, hijo de David, no temas recibir a María como esposa, porque lo que ha concebido en su seno es obra del Espíritu Santo. Ruega por nosotros san José, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
ORACION FINAL
Te pedimos, Señor Dios nuestro, que las penas y alegrías de san José nos sirvan para amarlo cada día más y para que podamos ofrecerte nuestros sufrimientos y dificultades de la vida con amor, como lo hizo el glorioso patriarca san José. Amén.