Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo
Lo que ha dicho Jesús sobre las Horas de la Pasión:
» 21 de octubre de 1921
Estaba pensando en la Pasión de mi dulce Jesús, y entonces Él, al venir me ha dicho:
“Hija mía, cada vez que el alma piensa en mi Pasión, se acuerda de lo que sufrí o me compadece, en ella se renueva la aplicación de mis penas, surge mi Sangre para inundarla, se ponen en camino mis Llagas para sanarla si está llagada o para embellecerla si está sana, así como también todos mis méritos para enriquecerla.
El negocio que hace es sorprendente, es como si pusiera en un banco todo lo que Yo hice y sufrí y ganara el doble.
Todo lo que Yo hice y sufrí está en acto continuo de darse al hombre, como el sol está en acto continuo de dar su luz y su calor a la tierra.
Lo que Yo he obrado no está sujeto a agotarse, basta con que el alma lo quiera y por cuantas veces lo quiera para que reciba el fruto de mi vida.
De modo que si se recuerda veinte veces, o cien, o mil, de mi Pasión, otras tantas gozará los efectos de Ella, pero...¡qué pocos son los que de Ella hacen tesoro!
Con todo el bien de mi Pasión...y se ven almas débiles, ciegas, sordas, mudas, cojas, cadáveres vivientes que dan asco, y ¿por qué? Porque mi Pasión es olvidada.
Mis penas, mis Llagas, mi Sangre, son fortaleza que quita las debilidades, son luz que da vista a los ciegos, son lengua que desata las lenguas y que abre los oídos, son camino que endereza a los cojos, son vida que hace resucitar a los muertos.
Todos los remedios necesarios a la humanidad están en mi Vida y en mi Pasión, pero las criaturas desprecian la medicina y no se preocupan de los remedios, por eso se ve que con toda mi Redención...y el hombre perece en su estado, como afectado por una enfermedad incurable.
Pero lo que más me duele es ver a personas religiosas que se fatigan por la adquisición de doctrinas, de especulaciones, de historias, pero de mi Pasión...¡nada!; de manera que mi Pasión muchas veces está lejos de las iglesias, lejos de la boca de los sacerdotes, por lo que su hablar es sin luz, y así las gentes se quedan más en ayunas que antes”.