14. Congreso antimasónico internacional de Trento. Resumen.
Autor: Cardenal José María Caro Rodríguez (1924) Fuente: Catholic.net
114. - Doctrinas religiosas y filosóficas
Como confirmación de todo lo procedente, daré aquí las conclusiones a que
llegó el Congreso Antimasónico Internacional celebrado no ha mucho en Trieste,
conclusiones que tomo de la obra de Creus y Coronura, La Masonería, páginas
311 y siguientes.
Apoyándose en la autoridad oficial que ha sancionado las doctrinas contenidas
en más de 150 volúmenes de obras masónicas, volúmenes que han figurado en la
pequeña exposición del Congreso de Trento, se ha declarado por unanimidad
‘Que las doctrinas religiosas y filosóficas reproducidas y propagadas por la
Francmasonería son las doctrinas phalicas de los antiguos Misterios de la India,
de la Persia, de la Etiopía, del Egipto, de la Fenicia, de la Grecia, de los
Romanos, de los Druidas; y, después del Cristianismo, de los Gnósticos, de los
Maniqueos, de los Albigenses, de los Pataros y otros semejantes, de los
Templarios, de los filósofos del Fuego o Alchimistas o Rosa-Cruces.
Estos últimos, en 24 de junio de 1717, fundaron la Masonería con un símbolo
actual, para perpetuar bajo su nombre el culto del Phallus, llamado asimismo
Naturalismo, o culto de la Naturaleza. Por esto la Masonería se define a sí
misma, por boca de la Gran Madre Logia de todas las logias del mundo, Madre
Logia de Inglaterra. ‘La capacidad de la naturaleza, la inteligencia del poder que
existe en la naturaleza en sus diversas operaciones’. En cuanto a la capacidad de
la naturaleza, se define por esa simple palabra ‘Luz’, la luz por excelencia que
ilumina a todo hombre que viene al mundo.
En cuanto a la inteligencia del poder que existe en la naturaleza, se proclama:
‘Un hermoso sistema de moral, bajo el velo de las alegorías y el adorno de los
símbolos’.
En fin, para resumir en pocas palabras las precedentes definiciones: ‘Ella es la
ciencia del Santo Nombre de Dios, de la palabra para Jehová, pronunciada e
interpretada en logia por Hi-Ho, que quiere decir El-Ella, los dos sexos, las
potencias generadoras’.
115. - Masonería y Satanismo
Respecto de las relaciones de la Masonería con el Satanismo se convino por
unanimidad que la simple Masonería de los tres primeros grados, de Aprendiz,
de Compañero y de Maestro, hallándose como se hallan, común y
necesariamente divididas en exotérica y esotérica, es decir, que sus miembros,
ignorando como ignoran, en su mayor parte la significación de sus símbolos, y,
por consiguiente, no hallándose todavía moralmente preparados y dispuestos a
un comercio físico o sensible con los espíritus, o bien con Satán, no existe esta
relaciópn desde el punto de vista moral e intelectual, sin embargo, tienen una
perfecta relación con el Satanismo, puesto que es una asociación que se llama a
si misma ‘Dios’, o, como la definía Mazzini, ‘Ecclesia Sancta Dei’, entendiendo
por este Dios a Lucifer o el Sol, principio de la generación material universal.
‘Que, en fin, los Maestros de la simple Masonería, bien distintos por sus
símbolos y por la separación de sus reuniones, de los Aprendices y Compañeros,
a los cuales no les son explicados sus símbolos’, pueden practicar si quieren, el
Arte Hermético o negro, la Magia, bajo el nombre de Masonería Sacerdotal,
supuesto que por el hecho mismo de ser Maestros, son sacerdotes de Satán,
representado en todas las logias simbólicas por la Estrella flamígera o flameante.
116. — Relación de los dogmas masónicos entre sí
Respecto de si existe alguna relación entre las diversas doctrinas profesadas, al
menos en apariencia, por los Francmasones, y si existe realmente, cuál sea, se
contestó unánimemente también, que las diversas doctrinas profesadas
públicamente por los Francmasones bajo diferentes nombres, se resumen en el
Masonismo ‘por el todo en el todo’ o en el Dios. Gran-Todo del Panteísmo
idealista y del Materialismo, bajo el nombre de ciencia positiva o Positivismo.
‘Que esas doctrinas, en el lenguaje simbólico universal de los masones, reciben
de ellos el nombre de ‘Masonería ostensible a los profanos’.
‘Que tienen entre ellas una íntima relación, en cuanto todas identifican el
universo con Dios.
‘Que provienen todas de la Masonería, escuela y seminario de ateísmo,
‘Que su relación consiste únicamente en la substitución del concepto de un Dios
generador del Universo, al concepto cristiano del Dios creador del cielo y de la
Tierra.
‘Y que esta institución se halla indicada en la Masonería por el nombre de Arquitecto del Universo, aplicado a Dios. Y el Arquitecto supone la
preexistencia o la coexistencia de la materia sobre la cual debe ejercerse la
arquitectura y emplearse los instrumentos… ponerla en obra’.
117. – Objeto de la Masonería
Y tocante a cuál sea el objeto de la Masonería, después de una larga discusión,
con igual unanimidad fue contestado:
‘Que el objeto de la Francmasonería es la destrucción universal en el orden
físico, intelectual y moral:
‘En el orden físico, o de la existencia, puesto que la Masonería ha divinizado la
muerte o la destrucción universal, sustituyendo a la Santísima Trinidad Cristiana
la Trinidad india de un Dios Generador, Destructor y Regenerador, representado
por su Triángulo realizado en el Cosmos por el principio general según el que
‘mors unius est generatio alterius’, y viceversa, sucesiva y eternamente, y puesto
en práctica por los masones con grave perjuicio de la sociedad humana, bajo los
especiosos nombres de lucha por la vida, revolución perpetua y progreso
indefinido.
En el orden moral, el objeto de la Masonería es la destrucción universal, puesto
que deifica el principio del mal, y con él, todos los vicios bajo el nombre de
todas las virtudes.
‘En el orden intelectual, su objeto es la destrucción universal de la verdad, por la
profesión explícita y necesaria del secreto, de la mentira, del perjuicio y de la
blasfemia cotidiana.
‘En una palabra, resumiendo todo lo que precede, se ha concluído que, así como
apagando u obscureciendo, en cierta manera, el Sol, los que cierran los ojos a la
luz, apagan y obscurecen la vida, el orden y la belleza del Universo; los
Francmasones, falseando el concepto cristiano de un Dios creador, por la
substitución del concepto de un Dios Generador, tienden a la destrucción
universal, visto que en todos los ritos simbólicos y todas las ceremonias
profesan la adoración y el culto del maldito pecado mortal en acto, ‘per
peccatum mors’ y visto que adoran la rebeldía universal en Satán y la lujuria
infinita de la humanidad, que son el Alpha y Omega de su dios, la Destrucción.
118. Acción masónica
Sobre la acción masónica nos dicen las conclusiones del Congreso:
1º ‘Que la Francmasonería es una secta religiosa y maniquea; que la última
palabra de sus secretos y de sus misterios es el culto de Lucifer o Satán, adorado
en las tras-logias como el Dios-Bueno, por oposición al Dios de los Católicos,
que los iniciados blasfemadores llaman el Dios-Malo.
2° ‘Que el demonio, inspirador de las sectas masónicas, sabiendo que no ha de
llegar jamás a hacerse adorar directamente por la generalidad de los hombres,
procura infiltrar en las almas, por medio de la Masonería, el gérmen del
naturalismo, que no es otra cosa que la completa emancipación del hombre
respecto a Dios.
3º ‘Que para implantar en el mundo este naturalismo impío, la Francmasonería
se esfuerza en acostumbrar a los hombres a colocar en el mismo pie de igualdad
todas las religiones, la única verdadera y las falsas; substituir a la atmósfera
católica masónica, por medio de la prensa y la escuela sin Dios.
4º ‘Que el medio particular de que se sirve la Masonería para perder las almas
afanosas de lo sobrenatural, pero no suficientemente preparadas para el
maniqueísmo luciferiano, es excitarlas a que se entreguen a las prácticas
perversas del espiritismo.
5º ‘Que la Francmasonería es también una secta política, que procura apoderarse
de todos los gobiernos, para hacer de ellos ciegos instrumentos de su acción
perversa y que trata también de sembrar por doquiera la rebelión.
6° ‘Que el objeto de la Francmasonería, sembrando la revolución por todos los
ámbitos del globo, es el establecimiento de la república universal, basada sobre
la rebelión contra la soberanía divina, sobre la destrucción de las libertades y las
franquicias locales, sobre la abolición de las fronteras y la perversión del
sentimiento patriótico, sentimiento que, después del amor de Dios, ha inspirado
al género humano sus más bellas acciones, sus más nobles sacrificios, sus más
heroicas abnegaciones.
7º ‘Que la Francmasonería prosigue su lucha contra la Iglesia, introduciendo en
los pueblos cristianos una legislación anticristiana.
8° ‘Que la Francmasonería es directamente responsable del socialismo moderno,
porque ha substituido el ideal cristiano de la felicidad social, su ideal propio; a la
jerarquía social cristiana, gobernada por la justicia y templada por la caridad,
una pretendida igualdad de todos los hombres entre sí; porque haciendo olvidar
a los hombres que es en la vida futura donde será recompensado cada cual según
sus obras, les enseña que la felicidad sólo se halla en los goces materiales de acá
abajo y que todos tienen un derecho estrictos una parte igual de esa felicidad.
9º ‘Que la filantropía masónica, opuesta a la caridad cristiana, siendo, como es,
el amor puramente natural de unos hombres a otros hombres, es incapaz de
servir de lazo entre la humanidad y Dios; y que, además, esta filantropía
masónica no se ejerce sino respecto a los Francmasones mismos, y muy a
menudo, en detrimento de la sociedad civil.
11° ‘Que para corromper irremediablemente a la familia, la Francmasonería
procura corromper a la mujer, que no solo hace ingresar, siempre que pueda, a
las mujeres a sus logias, sino que es el alma de este movimiento llamado
feminista o de emancipación de la mujer, destinado a introducir la perturbación
y el desorden en las familias, por el vago deseo de una reforma completamente
inasequible.
12° ‘Que para acostumbrar a los hombres a prescindir de la iglesia en la vida
social, la secta procura hacer suprimir las fiestas religiosas y los días
consagrados a la santificación de las almas y al descanso de los cuerpos, para
substituirlos por las fiestas meramente civiles’.
Hasta aquí el resumen del Congreso.
119. — ¿Qué es, pues, la Masonería?
Después de lo dicho, se puede dar la siguiente definición de la Masonería: La
conspiración habilidosamente organizada y disciplinada contra Jesucristo y la
Iglesia, y consiguientemente contra el mismo Dios y contra todo lo que significa
orden y respeto a alguna autoridad y reconocimiento de algún deber que cumplir
y de un freno a nuestras pasiones.
Era lo que con desembozo confesaba Proudhon: ‘Nuestro principio propio es la
negación de todo dogma; nuestro punto de partida, la nada; negar, siempre
negar; he ahí nuestro método; él nos conducirá a poner como principios: en
religión, el ateísmo; en política, el anarquismo; en economía política, la no
propiedad’ (Benoit, F. M., I, 17) Eso es lo que se ha esforzado por realizar la
Masonería, sin poder jamás conseguirlo del todo, no sólo porque la Providencia
vela por el género humano y deficiente de un modo especial su Iglesia, sino
porque del fondo mismo de nuestra naturaleza se levanta la protesta contra el
exceso del mal y surge la reacción contra él.
Después de lo dicho, también se puede definir la Masonería, en conformidad con
lo que muchos masones han declarado: una sociedad compuesta de dos clases
(de miembros: los que engañan y explotan a los demás, y por medio de ellos al
mundo profano, y otros, la gran mayoría, que son engañados y explotados por
los primeros y les sirve de instrumento para toda clase de fines, aun los más
perversos, y para trabajar en contra de sus propias ideas religiosas, patrióticas,
sociales, etc.