7» El lirio Perfumado del Amor de Dios
Marzo 30/09 (7:00 p. m.)
San José dice:
Hijos míos, vaciad vuestro corazón de todo aquello que no
sea de Dios y llenadlo de su amor. Amor incomparable al
amor terreno. Amor que no tiene medida ni peso, es
infinito, inabarcable. Amor que supera todo, lo inflama
todo. Amor compasivo, misericordioso. Amor sanador,
liberador.
Estoy ansioso de veros entrar por las puertas de mi taller, tengo muchas cosas lindas que deciros, muchos secretos que revelaros. Venid un poco más temprano que de
costumbre, quizás el tiempo no nos alcanzará, no os
preocupéis por vuestro alimento; os tengo un pedazo de
pan, pescado y un poco de vino. Cenaremos juntos y
traeremos a la mesa un tema que os parezca ameno,
constructivo, edificante. Después, oraremos juntos,
agradeceremos al Señor sus múltiples bendiciones
concedidas, hoy miércoles, día dedicado a mi culto, a mi
veneración.
Os espero pronto para abrazaros, aconsejaros y felicitaros,
día a día vuestro hombre terrenal va perdiendo sus rasgos,
día a día os hacéis más semejantes a Cristo, día a día os
vais identificando más con su Palabra; Palabra que os
esforzáis en llevarla en vuestra mente, en vuestros labios,
en vuestro corazón.
Mi capullo, venid ya, quiero sembrar en vuestro corazón
el Lirio perfumado del Amor de Dios. Lirio que arrancará
de cuajo vuestra soberbia, vuestro egoísmo. Lirio que
perfumará los lugares más profundos de vuestro ser. Lirio
que os sacará de las cosas del mundo para que améis los
asuntos de Dios. Lirio que os despojará de vuestras
liviandades, vanaglorias e idolatrías para que le améis a Él solamente; para que consagréis vuestro cuerpo, alma y
espíritu a su servicio; para que no penséis en nadie más
que sólo en Él. Lirio que renovará vuestro corazón,
corazón que ya no podrá ser el mismo una vez le
conozcáis.
Lirio que os rejuvenecerá porque el Amor de
Dios os purifica, os hace nuevos, os hace semejantes a Él,
ya que fuisteis moldeados por sus venerables manos,
fuisteis entretejidos en el vientre de vuestra madre; madre
también creada por Él, formada por Él.
Una vez el lirio perfumado del Amor de Dios esté sembrado en vuestro corazón, vuestra mirada cambiará tornándose más lúcida, más genuina, más transparente;
vuestro rostro resplandecerá porque es Dios quien os
posee, es Dios quien os cohabita, es Dios quien os ha
llamado a ser distintos, es Dios quien os sacó de en medio
de una muchedumbre para que le sirváis como siervo
inútil, es Dios quien obra grandemente en vuestro corazón
cuando encuentra apertura, disposición. El lirio
perfumado del Amor de Dios os dará semblante de
santidad, de benignidad.
El lirio perfumado del Amor de Dios ablandará vuestro
corazón haciéndoos sensibles a su voz.
El lirio perfumado del Amor de Dios os arrebatará de la
tierra para el cielo, os sacará del mar de la mentira y os
sumergirá en manantiales de la verdad; os sacará del
cuarto oscuro para que veáis la luz, contempléis sus obras,
os recreéis con la perfección como las creó.
El lirio perfumado del Amor de Dios os da garantía de
salvación, de vida eterna; os abre un espacio en el cielo
para que en él habitéis.
El lirio perfumado del Amor de Dios os transforma de tal
manera que vuestros hermanos noten algo diferente en
vosotros.
El lirio perfumado del Amor de Dios os hace exquisitos
en las obras buenas, pensáis más en darle gloria a Él,
olvidándoos en agradar a los hombres.
El lirio perfumado del Amor de Dios os motiva a correr
hacia la meta, a luchar para ganaros el premio.
Amados míos: vuestro corazón ha sido adornado con el
lirio más selecto del cielo, cultivadlo: mañana, tarde y
noche; estad pendiente de su florecimiento; su perfume es
distinto a los demás; es más tenue, más delicado, más
fino. El cielo os ha enriquecido con el lirio perfumado del
Amor de Dios. Teniéndolo a Él, no careceréis de nada.
El alma dice:
San José bendito: gran beneplácito hay en mí, porque un
nuevo lirio habéis sembrado en mi corazón: el lirio
perfumado del Amor de Dios. Amor que deseo darle con
suma generosidad porque Él es mi Padre. Amor que le
consuele porque muchas almas le desprecian. Amor que
sobrepasa todo límite, toda profundidad porque el amor
que Él suele darnos es ilimitado e incondicional. Amor
Divino que sobrepasa el entendimiento humano hasta el
punto de enviar a su Hijo Único para la redención del
mundo.
San José bendito: otorgadme el don de amar a Dios con
amor infinito, de entregarme sin reserva, de ofrendarme
como hostia viva en reparación por todas las ofensas que
recibe de las creaturas.
San José bendito: purificad todo mi ser con vuestro aroma
de santidad, aroma que se lleve todo olor fétido producido
por el pecado; aroma que drene todo mi ser para ser
limpiado de toda infestación del mal.
San José bendito: sois bondadoso al sembrar en mi
corazón el lirio perfumado del Amor de Dios. Amor
Divino que hará de mí un ser diferente. Amor Divino que
extasiará mi espíritu provocando en mí ansias de cielo.
Amor Divino que me llevará a amarle más y más hasta
querer morir de amor por Él. Amor Divino que irrumpirá
y derribará con mis esquemas, con mis pensamientos.
Amor Divino que me seduzca hasta abrazar la cruz.
San José bendito: tomadme de vuestras manos y llevadme
hacia Jesús porque le quiero amar, le quiero glorificar, le
quiero adorar, le quiero reconocer como a mi Señor,
Señor que haga de mí su súbdito, su siervo.
San José bendito: haced de mi corazón un manantial de
agua fresca, agua que rocíe como susurros de brisa suave
el lirio perfumado que ahora embellece mi alma; alma
nítida, alma cristalina, alma que se asemeje a un espejo
reluciente por su limpieza, alma pura que ame sólo a Dios,
alma que le alabe por sus obras, alma que le glorifique por
sus proezas, alma que le ensalce por su magnificencia.
Mi amado San José: vuestros lirios perfumados son
lecciones
de santidad, lecciones que me conllevan a la adquisición
de vuestras virtudes. Lecciones que modifican mis
pensamientos y actuaciones. Lecciones ricas en Sabiduría
Divina. Lecciones que hacen de mí un alma inteligente,
despierta, presurosa en ganarme el cielo.
Lecciones que sobrepasan al valor del oro y de la plata.
Lecciones que elevan mi estatura espiritual.
Mi amado San José: mi corazón palpita con ímpetu al
saber que otro lirio hay dentro de mí, lirio que hará que
deteste las cosas del mundo y ame las del cielo. Lirio que
fijará mis pensamientos sólo en Dios. Dios que se merece
todo mi amor, mi entrega, mi servicio. Dios que restaura
mi vida. Dios que espero encontrar el día que cierre mis
ojos en esta vida y los abra en la eternidad. Dios que ha de
ser la razón de mi existir.
El lirio perfumado del Amor de Dios me lleva a amar la
austeridad, la penitencia, el ayuno y el sacrificio.
El lirio perfumado del Amor de Dios es medicina para mi
corazón, medicina que alivia mis enfermedades físicas,
espirituales y morales.
El lirio perfumado del Amor de Dios me lleva a la ruptura
total con el mundo, mundo que dice dar felicidad, mundo
que cree tener la verdad absoluta, mundo superficial;
mundo lleno de bruma, tinieblas, oscuridad; mundo falaz,
mundo que tiene una entrada secreta al infierno.
El lirio perfumado del Amor de Dios hace que repudie el
pecado, las cosas vanas, lisonjeras.
El lirio perfumado del Amor de Dios rebosa mi corazón
del verdadero amor, plenifica mi espíritu de la paz eterna,
eleva mi alma al gozo celestial.
El lirio perfumado del Amor de Dios huele a misterio
insondable de la Santísima Trinidad, tres personas
distintas en una sola.
El lirio perfumado del Amor de Dios prepara mi corazón
para amarle en la tierra y adorarle en el cielo.
(Letanías y oración al final.)