Friday April 26,2024
Iniciar pagina principal Quienes somos y que hacemos Mision principal del sitio en internet Como rezar el santo rosario, oraciones, etc. Base de datos de documentos recopilados Servicio de asesoria via e-mail. Calendario de eventos en el bimestre Personas para establecer contacto
 


INDICE REFLEXIONES

« PARTE 3 de 6 »

Partes[ 1 ] [ 2 ] [ 3 ] [ 4 ] [ 5 ] [ 6 ]


¡SACÚDETE Y SIGUE!

Por muchas y fuertes que sean las caídas y dificultades, nunca te dejes vencer.

Se cuenta de cierto campesino dueño de una muía ya muy vieja, misma que un día cayó en un pozo que había en la finca. El hombre escuchó los bramidos del .inimal y corrió para ver el motivo. Le dio pena ver a su fiel servidora en esa condición; pero después de analizar cuidadosamente la situación, creyó que no había modo de salvar al pobre animal, y más valía sepultarla de una vez en el mismo pozo.

El campesino llamó a sus vecinos para que le ayudaran a enterrar a la muía, y así evitar que continuara sufriendo. Al principio, la muía se puso histérica, pero a medida que aquellos humanos continuaban paleando tierra sobre su lomo, una idea vino a su mente:

"Cada vez que una pala de tierra cayera sobre sí, ¡ella debía sacudirse, y subir sobre la tierra!" Esto hizo la muía, palazo tras palazo.

- "Sacúdete y sube, sacúdete y sube, sacúdete y sube". Repetía la muía para alentarse a sí misma. No importaba cuan dolorosos fueran los golpes de la tierra y las piedras sobre su lomo; en medio de la tormentosa situación, la muía luchó contra el pánico y continuó "sacudiéndose y subiendo". A sus pies fue elevándose el nivel del piso; los hombres, sorprendidos, captaron la estrategia de la muía y eso los alentó a continuar paleando.

Poco a poco, llegó el punto en que la muía, cansada y abatida, pudo salir con un brinco de aquel pozo. La tierra, que parecía que la enterraría, se convirtió en su bendición, todo por la manera en que ella enfrentó la adversidad.

¡Así es la vida!

Si enfrentamos nuestros problemas y respondemos positivamente, haciendo a un lado el pánico, la amargura y las lamentaciones de nuestra baja autoestima, todas las adversidades que vienen a nuestra vida a tratar de enterrarnos, nos darán el potencial para "seguir subiendo" hasta recuperar la calma.

Debes convencerte de que es inevitable rodar muchas veces cuando se sube. El secreto de subir no está en no caer, sino en no permanecer caído. O perseveras subiendo o perseveras caído. Escoge.