6» Angeles del más allá
Niños -
Parte 2
Autor: P. Angel Peña O.A.R
Dice el famoso doctor Raymond Moody: Un niño de nueve años me contó que, después de “morir”, flotó fuera de su cuerpo y miró hacia abajo, viendo cómo el médico apretaba su tórax para volver a poner en marcha su corazón.
Sam tuvo la experiencia de moverse hacia arriba muy rápidamente. Entonces, pasó por un túnel oscuro y se encontró al otro lado con un grupo de ángeles. Eran resplandecientes y luminosos y parecían quererlo mucho49.
La doctora Diana Komp, profesora de pediatría en la universidad de Yale, en USA, dice: He ayudado a muchos niños a morir. Un día estaba sentada, consolando a la familia de una niña de 7 años que estaba muriendo de leucemia. La niña dijo:
“Los ángeles son muy hermosos. Mami, ¿puedes verlos? ¿Oyes cómo cantan? Yo nunca he oído una canción tan bella”. Y, a continuación, murió. La palabra que yo sentí era regalo. Eso fue un regalo para sus padres: saber que su hija moría feliz en compañía de los ángeles50.
Kurt, de 7 años, tenía una severa distrofia muscular, no podía respirar bien y necesitaba respirar oxigeno de una bomba para vivir. Su enfermedad se agravó y desarrolló una neumonía, que casi lo lleva al sepulcro. Su corazón se detuvo y los médicos tuvieron que darle masajes al corazón.
Cuando hablé con Kurt, horas después de su resucitación, él tenía mucha paz. Me dijo que había visto un mundo sin sufrimientos. Cuando su corazón se detuvo salió de su cuerpo, viendo cómo los médicos y enfermeras estaban tratando de reanimarlo.
Y dijo: Después, todo quedó a oscuras y vi ángeles. Estaba en un lugar maravilloso con flores y arco iris, donde todo era blanco como si tuviera luz propia. Yo hablé con varias personas, mientras estuve allí, incluso hablé con Jesús, que deseaba que estuviera con Él. Yo quería quedarme allí, pero decidimos que debía regresar y ver a mis padres de nuevo. Por eso, ahora no tengo miedo de regresar a ese lugar51.
Una niña de nueve años, a la que llamaré Nina, tuvo una experiencia durante una operación de apendicitis. De repente, se encontró contemplando su cuerpo desde una determinada distancia. Y dice: Les oí decir que mi corazón se había parado, pero yo estaba arriba mirando. Pude verlo todo desde arriba…
Me fui a la sala de espera y vi a mi madre llorando. Le pregunté por qué lloraba, pero ella no podía oírme. Los médicos pensaron que yo había muerto. Entonces, una señora muy bonita me ayudó, porque sabía que yo estaba asustada.
Pasé por un túnel y llegué al cielo. Allí hay unas flores muy bonitas. Estuve con Dios y con Jesús. Dijeron que yo tenía que volver a estar con mi madre, porque ella estaba muy apenada. Dijeron que yo tenía que terminar mi vida. Así que regresé y desperté52.
49 Moody Raymond, Más allá la luz, Ed. Edaf, Madrid, 1989, p. 54.
50 Rawlings Maurice, o.c., p. 54.
51 Morse Melvin, Closer to the light, o.c., pp. 30-31.
52 Moody Raymond, Más allá la luz, o.c., p. 56.