18. Medios de Acción de la Masonería
Autor: Cardenal José María Caro Rodríguez (1924) Fuente: Catholic.net
137. — Hay que reconocer su acción
Sería cegarse voluntariamente y sin provecho apreciable el no reconocer que la
Masonería ejerce en el mundo una acción extensa y complicada y que su influjo
es muy poderoso desde cualquier aspecto que se le mire, Y sí a esto se agrega su
coordinación al Judaísmo o su cooperación con él, su acción e influjo resultan
mucho más eficaces y trascendentales.
En Inglaterra y Estados Unidos el
número de sus afiliados es verdaderamente grande, considerado en sí mismo y
en relación con la población de esos países; pero en las naciones católicas, la
proporción suele ser muy insignificante y no corresponde en manera alguna al
predominio que suele tener en ellos la Masonería.
¿Cómo ha podido
conseguirlo?
He aquí lo que voy a declarar brevemente, siguiendo
principalmente a Dom Benoit.
138. — La sugestión para formar opinión
‘Se concibe, dice Copin-Albancelli, que desde el día siguiente de su iniciación,
los masones hagan sentir en todas partes, alrededor suyo, la repercusión de la
acción que se ejerce incesantemente sobre su espíritu.
Repiten lo que han oído
decir por los predicadores del Poder Oculto.
El periodista en sus artículos, el
publicista en sus escritos, el autor dramático en sus piezas, el cancionero en sus
canciones, el pornógrafo en sus producciones infames, el profesor en sus cursos,
el institutor en sus clases, todos esparcen bajo diversas formas la enseñanza que
han recibido, las ideas de que están impregnados.
El estado de espíritu creado y
almacenado en las logias como en un depósito desborda, pues, por todas partes y
el medio profano se encuentra poco a poco modificado por él.
Y como los
francmasones que hacen así el oficio de propagandistas no se dan como
masones, la acción que ejercen no es conocida como acción masónica.
El diario
moderado, el diario patriota, religioso aún, pueden tener, sin que se sepa, su o
sus francmasones que no digan en él sino lo que pueden decir; pero que se
encuentran en la logia de los francmasones rabiosos de la Lanterne y de la
Action. Si no tiene su o sus francmasones, tiene éste o el otro de sus redactores
empapados, gracias a las ‘influencias individuales cuidadosamente encubiertas’,
en espíritu masónico, diluído en la medida conveniente para que sea asimilable
en el medio en que debe obrar.
Estos masonizantes trasmiten a su vez a sus
camaradas el espíritu que han recibido.
Y así es cómo nuestra prensa, aun la de
oposición, está atacada en muchos puntos por infiltraciones masónicas’.
‘Lo mismo pasa en los talleres, salones, grupos que constituirnos, de tal modo
que para tal estado de cosas, no existe sino un solo remedio, que,
desgraciadamente, es aquel al cual uno menos se resuelve: que consiste en
conocer las características de espíritu masónico y en darle la contra en todo y en
unirse y someterse a las disciplinas intelectuaIes y morales que representan los
estados de espíritu contrarios’ (Copin, C. J., 173.174.)
Lo que el autor dice de Francia, es perfectamente aplicable a Chile y a cualquier
otro país.
139. - La acción jerárquica
Como se comprende, es eficacísima para toda propaganda. Del Consejo
Supremo parte una insinuación de obrar en tal o cual sentido, de propagar tal o
cual idea, y en el momento comienza la acción en todos los puntos del país
donde hay un núcleo masón y a veces donde hay un solo hermano apostado al
servicio de la Orden. Y como se suele disponer de la prensa, luego se publican
las ideas que se quieren divulgar, los anhelos que se quieren hacer sentir; en
seguida comienzan a llegar los telegramas de todas partes, manifestando el sentir
de la opinión formada artificialmente por los que dirigen la tramoya, y corno el
resto de la población ni sospecha la trama, no deja oír su voz.
De esa manera, la
única voz que se oye, la única opinión que se deja sentir es la que el Gran
Oriente ha querido que se sienta, y ahí tenéis formada como por encanto una
opinión pública, tal vez enteramente contraria al sentir de la casi totalidad de los
habitantes.
Cuando estaba por venir a Iquique la Belén de Sárraga, por manejos
masónicos, como se ha dicho, se tuvo buen cuidado de formar una unión de
periodistas y luego comenzó la prensa adicta a la Masonería o sugestionada por
ella, a hacerle el reclamo, presentándola como una gran conferenciante; los
demás diarios, parte por solidaridad con los primeros, parte por no quedarse sin
decir nada en una cosa que no conocían, siguieron haciendo coro.
El pueblo, la
sociedad, no tuvo más información sobre las verdaderas tendencias y carácter de
la conferenciante que la modestísima proporcionada por la hojita dominical ‘La
Luz’, y eso cuando ya estaba formada la opinión favorable a la oradora masona.
La acción jerárquica de la Masonería había formado la opinión a su sabor.
140. — La prensa
Es también más universal y más eficaz de lo que ordinariamente se cree,
precisamente por razón del secreto con que se la hace servir a la Orden.
Se
trabaja por medio de ella en todos los tonos o matices, desde el más impío y
descarado hasta el más hipócritamente disimulado, acomodándose a toda suerte
de lectores, para que los unos no se espanten y para que los otros se endurezcan
más y más. Los instrumentos son distintos; la cabeza que dirige es la misma.
Los reclamos de la Masonería en favor de una obra son poderosísimos, como es
de suponer después de lo dicho.
En un momento dado se dejan oír de un confín a
otro del país y a veces del mundo entero.
Hay logias, hay círculos o centros
dependientes de los hermanos, hay diarios en los cuales ellos también están
metidos, todos comienzan, como por encanto, a poner las nubes producciones a
veces bien mediocres, sin que el resto del mundo se dé cuenta del complot que
se ha formado para hacerle leer una obra que a veces resulta simplemente
infame como he tenido ocasión de verlo.
La prensa menuda destinada al pueblo, brota y se difunde por todas partes,
dirigida o subvencionada y ayudada en toda forma por la Masonería, en revistas,
almanaques, novelas, hojas, etc.
Las Bibliotecas populares, fundadas por la Masonería o dirigidas por ella,
abundan en producciones que llevan su espíritu y hacen su obra de destruir la fe,
la moral cristiana y las sanas ideas sociales.
Casi nadie sospecha siquiera que de
intento se acumulan en ellas obras de tales tendencias y se han proscrito otras
que podrían contrarrestar la propaganda mentirosa e inmoral que en aquéllas se
hace.
141. — Sociedades masónicas menos perfectas
Para llevar a cabo sus planes, sin abrir mucho sus puertas, la Masonería ha
ideado una multitud de sociedades que profesan sus principios y viven de su
espíritu. Son las principales La Internacional, o Sociedad Internacional de
Trabajadores; la Alianza Republicana Universal; la Alianza Internacional de la
Democracia Socialista; los Nihilistas; los Fenianos; la Unión Fraternal de las
Sociedades Obreras de Italia; la Sociedad Internacional de Librepensadores; la
Asociación Internacional de los Universitarios; la Joven Italia y la Joven
Euriopa, la Liga de la Enseñanza, &c
La característica general de todas estas asociaciones es el odio a la Religión
Católica, a Cristo, a Dios ; la comunidad de bienes, y la licencia de costumbres
en lo que toca al matrimonio. Para más detalles acerca de su origen, de su
organización, de su entroncamiento con la Masonería, remito a los lectores a
Dom Benoit (F. M., II, desde el principio.)
Entre estas sectas llamo la atención a la de los Librepensadores o Solidarios, que
tienen el compromiso de morir fuera de todo culto religioso. Es el colmo de la
perversidad: comprometerse a cerrar todas las puertas a la misericordia divina.
142. — Sociedades auxiliares
La Masonería las tiene de varias clases. Entre ellas hay que contar en primer
lugar las sociedades Públicas organizadas según los principios masónicos, como
la de los Sansimonianos, de los Fourrieristas o Falansterianos , en Francia, y de
la Nueva Armonía,en Inglaterra y Estados Unidos.
De estas decía Ragón, Gran
Doctor del Gran Oriente de Francia: ‘Por su inmensa palanca de asociación, la
Masonería es la sola capaz de realizar en una comunión generadora esta grande
y bella unidas social concebida por los Saint Simon, los Owen y los Fourier. Que
los masones lo quieran y las generosas concepciones de estos pensadores
filántropos dejarán de ser vanas utopías’. Las tres asociaciones profesaban el
panteísmo, el comunismo, la disolución de la familia, etc. (Benoit, F.M., II, 72-
174.)
Entre esas sociedades hay que contar la Liga de la Enseñanza, cuyo programa se
ha querido copiar disimuladamente entre nosotros, para llegar al fin anhelado de
la escuela laica obligatoria y única. En la misma categoría hay que poner la Liga
de la Defensa de los Derechos del Hombre, nombre con que se quiere disimular
el fin de agrupar una fuerza más al servicio de la dirección oculta de las logias.
Como ésas hay una cantidad de sociedades o centros de cultura, a veces de vida
muy efímera, que brotan de la inspiración masónica, que directa o
indirectamente trabajan o en realizar su programa o al menos en prepararle el
ambiente.
De esta clase de sociedades, de cultura científica y literaria, se valió la
Masonería para propagar sus ideas anticristianas y revolucionarias en el siglo
pasado, valiéndose también de los Congresos científicos, para facilitar la
traslación honorífica y gratuita de su agentes a aquellos centros en donde hacía
más falta o daría mayor resultado esa propaganda.
143. — Sociedades públicas sin fines sectarios
La Masonería tiene gran cuidado de infiltrarse en toda suerte de asociaciones
extrañas y de adueñarse de ellas colocando sus afiliados, hasta que, estando en
mayoría, puedan cerrar a los que no lo son completamente, si así conviene a la
secta.
Hay, por ejemplo, una sociedad de instrucción, fundada quizás por sacerdotes, o
al menos por católicos. Ser deslizará en ella un caballero rico, cuyo carácter
masón ignora, y que entra con buenas intenciones a la sociedad que le abre sus
puertas.
Este, más tarde, propone a otro hermano inofensivo como él, y nadie le
pondrá reparos, porque nadie sospecha de la acción que se está ejerciendo en el
seno de la sociedad, aún sin que los miembros de las logias se den cuenta ellos
mismos del fin adonde van a llegar, Y en pocos años la sociedad, de católica que
era, quedará convertida en sociedad masónica, gracias al secreto de la Masonería
y a la confianza y bonachona sencillez de los primeros socios.
Y de esta manera se introduce el espíritu masónico poco a poco en toda suerte de
sociedades militares, literarias, de beneficencia, de deportes, de enseñanza, etc.
‘Vosotros no sois en este momento, decía en el convento de 1892 el H.. Blatin,
sino un estado mayor, no sois sino los oficiales, no habéis aún agrupado
oficialmente las tropas que debéis llevar al combate. No podéis llamar esas
tropas a vuestras logias.. pero os lo digo con una profunda convicción personal,
necesitáis, bajo formas que se han encontrado, gracias a los elementos que ya
podéis llegar a reunir en torno vuestro, todas esas masas del sufragio universal
que no piden sino ser disciplinadas por vosotros’.
El Congreso Mas.. de Amiens,
en 1894, recomendaba la creación de sociedades que obren bajo la inspiración
masónica: ‘Nuestra Comisión, decía, ha estimado que este medio debía ser
señalado de un modo muy particular a vuestra atención. Os procurará, en efecto,
a todos la ocasión de hacer predominar vuestras ideas en todas partes, si tenemos
el talento de organizar esas sociedades, quedando siempre tras bastidores’
(Copin, C.J., 195-197.)
‘La Masonería, dice un periódico masón de Estados Nudos, trabaja tranquila y
secretamente; pero penetra al través de todos los poros de la sociedad en sus
muchas relaciones, y los que reciben sus muchos favores, se asombran de sus
grandes obras, sin poder decir de donde vienen (Chronicle, 1897, II, 303.)
‘La fuerza real de la Masonería, dice en otra ocasión, en su trabajo externo, está
sin duda en que hay más masones y muchas veces mejor calificados para la
ejecución del trabajo masónico fuera de la Hermandad que dentro de ella. La
Masonería misma, en Europa y América, funda sociedades e instituciones de
semejante forma y fin para todas las clases de la sociedad e infunde en ellas su
espíritu’ (cit. por Cath. Encyclop. Masonry.)
144. — Los Boys Scouts
Voy a dedicar un párrafo especial a esta institución, por la importancia que está
teniendo en todas partes.
‘La institución de los Boys Scouts, o Niños
Exploradores, para usar palabras de nuestro propio idioma, fué hecha por el
general inglés Baden Powell, al parecer sin otros fines que el de desarrollar en
los niños las energías físicas, el espíritu de iniciativa y de beneficencía.
No pasó
por su mente, al menos así se ha dicho y así se ha manifestado en los
reglamentos, el valerse de esa institución para fines antirreligiosos; al contrario,
a los niños se les enseñaba el cumplimento de sus deberes religiosos y les daba
tiempo y oportunidad para ello.
Así es como han podido establecerse Boy Scouts
católicos, que, sin perjudicar en nada el cumplimiento de sus obligaciones
religiosas, antes bien dándoles el realce que resulta de su parada, juventud y
presentación, han podido entregarse a los ejercicios del explorador, uniendo a
los medios de formación puramente naturales, los medios y las fuerzas
sobrenaturales que dan el cumplimiento de los deberes religiosos y la práctica de
los sacramentos y de la oración.
Así es como los hemos visto acudir en gran
número y en irreprochable presentación a tributar el homenaje de su fe al Padre
Santo y a recibir sus consejos y su bendición.
Pero la Masonería, que se ha adueñado mañosamente de la enseñanza, en casi
todos los países latinos, se ha apropiado también con suma facilidad de la
dirección de los Scouts y, traicionando la de los niños y la confianza de sus
padres católicos, se vale de la institución y de sus reglamentos para apartarlos
del cumplimiento de los deberes religiosos, que son los más necesarios y
fundamentales del hombre, y prepararlos para el indiferentismo práctico y
teórico y aun para su afiliación en las logias. De ahí es que pone sumo empeño
en fomentar la institución y en no dejarla escaparse de sus manos.
Los ‘Boys
Scouts’ constituyeron un día obra por excelencia masónica. Fueron masones el
alma de toda brigada en la República entera. Sin embargo, el año último se
acentuó una crisis alarmante en este hermoso instituto en casi todas las ciudades.
En lo que va corrido del Presente año (1918) se ha iniciado una reacción que
habrá de restaurar la actividad de todos los directorios y brigadas existentes y
que multiplicará los organismos de esta institución.
Se estudian y procuran
corregir todos los defectos que paralizaron su desarrollo. Ningún mason olvide
la circunstancia de haber sido el enemigo de la Masonería quien puso en manos
nuestras y selló ante la opinión pública con timbre masónico indeleble el
Scoutismo’. Palabras del Ven. Gr. Maestre de la Gran Logia de Chile en su
mensaje de 1918.
El lector perspicaz, después de leer las palabras citadas, reconocerá al momento
que, según la confesión del mismo Gr. Maestre, la autoridad eclesiástica de
Chile tuvo plena razón para denunciar como sociedad dirigida por la Masonería
el Scoutismo; no fué ella la que puso el sello masónico a la institución, sino
únicamente quien manifestó públicamente lo mismo de que el Gr. Maestre se
gloriaba en el Gran Oriente.
‘Yo no querría contristar a los partidarios de Scoutismo’, decía Le Temps del 27
de marzo de 1924, ‘ni llenar de súbita indignación el corazón de los niños que se
consagran a él con tan generoso ardor. Pero confieso que la lectura de los
órganos especiales encargados de mantener el celo místico de esos jóvenes es a
veces muy turbadora para un profano.
Tengo a la vista un boletín mensual de los
jefes unionistas de Francia y tomo en él conocimiento de un ‘trabajo’ cuya
importancia y necesidad no se ocultarán a nadie: el reglamento oficial de las
cuadrillas (meutes, cuadrilla de galgos y otros perros; metafóricamente se aplica
al hombre en mal sentido)
Lo que se quiere, abrevio de lo que dice Le Temps, es formar lobos de los boys
scouts. Se les agrupa bajo la bandera del lobo; el lobo es su ‘totem’ (animal
reconocido como antepasado de su tnbu o venerado como un Dios.) Baden
PoweIl ha declarado que sus subordinados han de sujetarse al evangelio del
Libro de la Selva y plegarse al método Lobetón.
‘La experiencia ha sido hecha en el campo de Cappy, nos dice el redactor de ese
órgano oficial de los scouts y eclaireurs (nombre con que se designan algunas
compañías o brigadas de scouts) ; al cabo de seis días, todos los jefes y jefas,
con mayor razón los muchachos de ocho a doce años, se persuadirán fácilmente
que son lobos.
Los gritos o exclamaciones que se les enseñan son como aullidos de lobos: ‘yahú,
ya-hú, yap, yap ya-hú’, gritos que son cantados y cuya música da el boletín
citado. Por cierto que no es muy consolador esa preparación del niño como sii
fuera lobo.
No es de extrañar entonces que en los desfiles de los boys scouts
veamos la figura de animales en el pendón de las diversas compañías, ni
tampoco que se lleve el amor de los animales y la misericordia para con ellos
hasta preferirlos en la atención y en la limosna a los seres humanos, a quienes
muchas veces se deja en olvido (Véase Rev. des SS. Secr., p. 330 y sigs., 1924.)
La misma tendencia llevan las sociedades infantiles, colonias y otros centros
culturales, dirigidos por hermanos masones o por miembros del profesorado,
que, conscientes o no, son instrumentos de los planes masónicos.
Se dirá tal vez,
¿qué mal hay en esas instituciones?
Aparentemente ninguno, o poco vez;
realmente, van dirigidas de modo que apartan al niño y al joven, o al obrero, de
la religión, hacen incompatible con sus actos o reuniones la misa y el
catequismo, quitándoles el medio de instruirse en la religión o de cumplir sus
deberes.
Además, poco a poco se va infiltrando la indiferencia religiosa, con la
prescindencia, primero, después con el ataque disimulado, con el hecho histórico
o teoría científica que deja la duda, para llegar, finalmente, al ataque abierto y
lleno de blasfemia.
Por supuesto que el desprestigio del clero es lo primero por donde se comienza,
a fin de destruir la defensa que puede tener la fe de los católicos, en la confianza
y comunicación con sus directores y maestros en materias religiosas.
El
fanatismo que se inspira a los jóvenes llega a ser tal, que basta que se les
proponga la lectura de un libro escrito por un sacerdote o que defienda la
religión, para que lo rechacen sin más antecedentes. La ruptura del espíritu de
familia y el alejamiento del niño del hogar para debilitar sus influencias y
sujetarlo a otras extrañas, es un daño que ya se proponían los altos jefes
italianos, hace cerca de un siglo, como está indicado en otro lugar.
145. — Fiestas
Es casi seguro, dado el espíritu que la anima, que la IMCA, o Asociación de
Jóvenes Cristianos, está cobijada bajo el ala protectora de la Masonería,
protestante como es y llamada a separar el cumplimiento de sus deberes
cristianos a los jóvenes que incautamente se dejan prender en las redes de sus
atractivos y pasatiempos.
¿Obedecen al mismo plan masón o los bailes de los sábados prolongados hasta
la madrugada del domingo y las otras fiestas sociales, malones, etc., que
producen el mismo resultado de dejar a la mayor parte de los que en ellas
intervienen en la imposibilidad de oír la Misa? Hace pensarlo la frecuencia con
que se realizan tales actos con esos resultados, sin verse muy claramente la
razón que los justifique.
146. — Tenidas Blancas
Así se llaman aquellas tenidas masónicas en que se abren las puertas del templo
a los profanos y aun se les invita a asistir, con el pretexto de alguna fiesta de la
Orden. Son uno de los medios de conquistarse simpatías y de quitar el miedo y
las prevenciones contra las logias a los profanos, o de encaminar hacia la
Masonería de adopción al elemento femenino.
En ella alguno de los hermanos de una conferencia, en relación con el objeto que
se proponen. Dom Benoit cita como ejemplo tres tenidas blancas, cuyos temas
fueron: La misión de la mujer en el siglo XIX (era en 1887;) la misión masónica
de la mujer en el siglo XIX y La enseñanza gratuita, obligatoria y profesional.
En una tenida blanca en la cual se habían reunido cuatro logias, en mayo de
1877, uno de los Venerables hizo la conferencia sobre los peligros de la invasiòn
clerical y de las doctrinas de lo maravilloso’, urgiendo a las señoras a
‘instruirse’, masónicamente, se entiende, rechazando la actual instrucción, ‘que
no está basada sino sobre la revelaciòn y el misticismo’ (lo sobrenatural)
(Benoit, F.M., I, 409-410.)
Lo dicho basta para que los católicos sepan a qué atenerse cuando se les invita a
esas tenidas y se les dice que son del todo inofensivas. A priori se puede suponer
que no es tan inocente acudir al templo donde, consciente o inconscientemente,
velada o manifiestamente, se reniega de Dios y se adora lo que no es Dios.
147. — Sociedades Teosóficas
La Masonería acostumbra propiciar todo aquello que es contra los dogmas
católicos. De su seno salen o los fundadores o los propagadores de todo sistema
de doctrinas que pueda alejar de la observancia religiosa a los católicos. Entre
las obras que ha favorecido con gran empeño está, el teosofismo y todo lo que se
efiere a las ciencias ocultas.
Madame Blavatsky, la introductora o fundadora del
teosofismo en Europa, era también miembro de las logias; su sucesora Ana
Besant, Presidenta de la Sociedad Teosófica, en 1911, era Vicepresidente y Gran
Maestra del Consejo Supremo de la Orden Internacional de la Mas.. mixta, y
entre nosotros, en esta ciudad, son los hermanos masones los que mas
contribuyen a propagar la sociedad teosófica. Se comprende: las doctrinas
teosóficas sobre la naturaleza de Dios y del alma y de las relaciones del alma
con Dios, son las mismas que se enseñan en la Masonería.
Basta leer las obras
que tratan de la historia de la teosofía o del teosofismo para ver que cada centro
teosófico que se funda cuenta casi con seguridad miembros de las logias entre
sus iniciadores.
Y ya que entre nosotros no faltan tantas que por una vana curiosidad se dejan
afiliar a los centros o logias teosóficas, no estará de más darles a conocer algo di
lo que acerca de esas sociedades secretas dice Webster en su obra tantas veces
citada: Hablando de la Co-Masonería y de la insensatez de su credo, agrega;
‘Baste decir aquí que su carrera, como la de la mayoría de las sociedades
secretas, ha sido marcada con violentas discusiones entre sus miembros - los
Blavatkistas denunciado apasionadamente a los Besantistas y éstos proclamando
la divina infalibilidad de su jefe-, mientras que al mismo tiempo se daban a luz
escándalos de una especie peculiarmente repugnante.
Esto, por supuesto, ha
creado un serio cisma en las filas de los Teósofos, que muestra que se puede
encontrar entre ellos un número de personas perfectamente inculpable. Sin
embargo, la peculiar ocurrencia de tales escándalos en la historia de las
sociedades secretas conduce a uno inevitablemente a preguntarse hasta dónde
han de se mirados corno simples accidentes o como resultado de los métodos de
las sociedades secretas y de la enseñanza oculta.
El que los hombres contra los
cuales se han hecho cargos de perversión sexual no eran ejemplares aislados de
estas tendencias, se manifiesta en la confesión de uno de los ‘chelas’ o
discípulos de Madame Blavatsky.’
‘Hay, pues, en este país cierto número de Teósofos que tienen el valor y espíritu
público de protestar contra el uso de la Sociedad para fines políticos y contra las
infracciones del código moral que ellos creen que algunos miembros han
cometido. Pero esta parte constituye únicamente una pequeña minoría; el resto
está preparado para rendir ciega e incuestionable obediencia a los dictados de
Mrs. Besant y Mr. Leadbeater.
Bajo este respecto la Sociedad Teosófica sigue el
plan usual de las sociedades secretas. Porque, aunque nominalmente no sea una
sociedad secreta, lo es en la realidad, siendo compuesta de círculos externos e
internos y absolutamente controlada por directores supremos.
El círculo interno,
conocido como la sección esotérica (oculta) o más bien la Escuela Oriental de
Teosofía - a la cual se acostumbra hacer referencia en la Sec. Esotérica - es, en
realidad, una sociedad secreta, que a su vez es formada por otros tres círculos, el
más interno compuesto de Mahatmas o Maestros de la logia Blanca, el segundo,
de los Pupilos Aceptados o Iniciados, y el tercero, de los Estudiantes o
miembros ordinarios. Así es que la Sociedad Esotérica y la Co-Masonería (mixta
de hombres y mujeres) componen dos sociedades secretas dentro de una Orden
abierta controlada por personas que son frecuentemente miembros de ambas.
Otra cuestión es si estos altos iniciados están realmente en el secreto. Cierto comasón
que se dice haber sido también Rosicruciano y miembro importante del
Gran Oriente observaba una vez misteriosamente que ‘la Teosofía no es la
Jerarquía’, dando a entender que es sólo una parte de la organizaciòn mundial y
sugiriendo de un modo oscuro que si no lleva a cabo la obra que se le ha
señalado, le tomaría cuenta otro cuerpo de adeptos. Más tarde veremos que esto
es más que probable.
‘Las filas externas de la Sociedad Teosófica parecen ser compuestas de
entusiastas inofensivos que se imaginan que están recibiendo genuina
instrucción en las religiones y doctrinas ocultas de Oriente.
Por el momento no
se les ocurre que la enseñanza de la Sección Esótérica no sería tomada a lo serio
por ningún Orientalista y que mucho más podrían aprender estudiando las obras
de reconocidas autoridades sobre estas materias, de la Universidad o del British
Museum. Ni esto llenaría el propósito de los jefes.
Porque la Sociedad Teosófica
no es grupo de estudio, sino esencialmente una sociedad propagandista que
anhela a sustituir a la enseñanza pura y sencilla del Cristianismo de la extraña
mezcla de la superstición oriental, Cabalismo y Charlatanismo del siglo XVIII,
diseñada por Mrs. Besant y sus coadjutores…’ (Webster, págs 306-309.)
Ya saben, pues, mis lectores lo que es la Sociedad Teosófica, que suele buscar
adeptos con el mismo engaño e hipocresía que lo hace la Masonería, diciendo
que ella no ataca ninguna religión y que en ella pueden encontrarse muy bien los
fieles de todas las religiones.
148 - Supercherías y Ciencias ocultas.
Haciendo la historia de la Masonería, cuenta Eckert que por los altos 1870 los
alquimistas y otros caballeros de industria, se habían apoderado del gobierno de
la Masonería y fundaron o hicieron admitir el grado de Rosacruz. ‘Era un medio,
agrega, de ocultar las supercherías que empleaban en la pretendida fabricación
del oro, en sus ridículas conjuraciones de los espíritus, en sus distribuciones de
eterna juventud.
Del conde Cagliostro, uno de los nombres que solía usar el
judío José Bálsamo, continúa diciendo: ‘Este célebre impostor dijo que estaba en
posesión de la piedra filosofal; pretendía penetrar el porvenir, poder evocar a los
muertos, hacer aparecer a los ausentes, y, con la ayuda de su mujer, supo
engañar a gran número de espíritus crédulos, hizo servir la Masonería de manto
a sus diversas imposturas.
Explotó a Francia, a Inglaterra y a Italia; pero Francia,
donde se detuvo más tiempo, fué para él la mina más abundante. Fundó en 1782
la Masonería Egipcia; fueron admitidas en ella las mujeres y el número de sus
adeptos fué muy considerable’ (Eckert, II, 80-81.)
Del Martinismo, o sea las logias masónicas fundadas por Martines-Pascualis,
dice Ragón otro tanto por lo que se refiere a la comunicación con los espíritus y
conocimientos ocultos.
La Sociedad de los Empleados Francmasones de la Estricta Observancia se
ocupaba principalmente del estudio de la cábala, de la piedra filosofal y de la
invocación de los espíritus, porque para ellos esos conocimientos eran el sistema
y el fin de los antiguos misterios, de los cuales es continuación la Masonería.
Lo mismo pasaba en la Alta Observancia, en el rito masónico establecido por
Swedenborg, en la Masoneríaa de los Setenta y dos y en el rito dle los Filadelfos
de Narbona (Orthodoxia Mas., cit. Benoit, F. M., I, 331-334.)
‘Nadie habrá de extrañarse, dice Dom Benoit, de que las ciencias ocultas hayan
sido practicadas en ciertos antros masónicos, cuando el más ilustre de los
escritores de la secta, aquel a quien los altos iniciados celebran a porfía como el
oráculo de la Masonería, las enseña él mismo en tratados especiales y cuando
recomienda con tanta insistencia su estudio y cultivo a todos los masones que
quieran ser verdaderamente dignos de este nombre: - No hay iniciación
completa, decía Ragón, sin el estudio de las ciencias ocultas.
Las ciencias
ocultas fueron en todo tiernpo el Patrimonio de las inteligencias Privilegiadas’
(Benoit, F. M., I, 336-337.)
Por su parte, Webster, que dedica un capítulo interesante a los magos, después
de manifestar que el papel que desempeñaron los magos ni el periodo anterior a
la Revolución Francesa es muy conocido y jamás disputado por la historia
oficial, agrega que ‘el punto importante que hay que comprobar es que
precisamente así como los (llamados) filósofos fueron todos francmasones, los
principales magos fueron no solo francmasones, sino miembros de sociedades
ocultas secretas.
Por tanto, agrega, a los hombres que ahora vamos a pasar en
rápida revista no los hemos de mirar como a charlatanes aislados, sino como
agentes de algún poder oculto’ (p. 172.)
Ojalá se fijaran en esa afinidad que hay entre las ciencias ocultas y la Masonería
los aficionados al Teosofismo que, sin embargo, no querrían estar influenciados
por la Masonería.
149. – Penetración en sociedades Católicas en el Clero
Cualquiera creería que las asociaciones católicas y sobre todo el Clero y los
Religiosos estarían libres de influencias o conquistas masónicas.
No es así, por
desgracia, Auténticos o no los consejos de un miembro de la Alta Venta que
funcionaba en Italia en el segundo cuarto del siglo pasado, consejos en los
cuales recomendaba al introducirse en cofradías y sacristìas; reales o no los
esfuerzos de la Alta Venta por llevarlos a cabo; el hecho en que el espíritu
revolucionario penetró en muchos miembros de cofradías, en muchos sacerdotes
y religiosos, de poca preparación teológica y ascética, hasta el punto de alalrmar
al mismo Gobierno Supremo de la Iglesia, como puede verse en las historias
ecleciásticas de la época, y especialmente en Crétineau Joly (L´Eglise en face de
la Révol..)
Es cosa sabida también que en el Brasil hubo cofradías religiosas dominadas por
la Masonería, que ovacionaron la persecución, la cárcel, el destierro, y no
recuerdo bien si aun la muerte, del virtuoso Obispo de Olinda Don Vital, que
defendió con entereza sus derechos de Pastor.
Tampoco sé si aquí, en Chile, habrá filtraciones masónicas en nuestras
asociaciones de piedad, por lo menos. Es tan fácil hacerlo cuando se emplean
todos los medios, comenzando con el de la mentira y la hipocresía. Es de
temerlo, y en todo caso es bueno estar prevenidos contra ese veneno que se
infiltra en pequeñas dosis.