Saturday November 09,2024
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Santisima Virgen Maria

  
IMITACION DE MARIA
Por Tomás de Kempis
  



»  Introducción

LIBRO PRIMERO
Encontrar a María

1»  Capítulo I
Cómo saludar a la gloriosa Virgen

2»  Capítulo II
El consuelo de la Virgen María

3»  Capítulo III
El recuerdo y la invocación de la Santísima Virgen María

LIBRO SEGUNDO:
Conocer a María

4»  Capítulo I
María y el misterio de la encarnación

5»  Capítulo II
María durante la infancia de Jesús

6»  Capítulo III
La pérdida y el hallazgo de Jesús

7»  Capítulo IV
Mujer, aquí tienes a tu hijo

8»  Capítulo V
La comunión de María con Jesús

9»  Capítulo VI
Oraciones a María que llora junto a la cruz

10»  Capítulo VII
María y el misterio de la resurrección

11»  Capítulo VIII
María medianera de la gracia

LIBRO TERCERO:
Amar a María

12»  Capítulo I
A Jesús con María

13»  Capítulo II
Eficacia del Ave María

14»  Capítulo III
Efectos de la devoción a María

15»  Capítulo IV
Recuerdo y devoción de María

16»  Capítulo V
Dolores y consuelos de María

17»  Capítulo VI
María nos muestra su Hijo Jesús

18»  Capítulo VII
Invocación de los santos nombres de Jesús y de la Bienaventurada Virgen

LIBRO CUARTO:
Rogar y Cantar a María

19»  Capítulo I
Oración para el amor y la alabanza de la Bienaventurada Virgen María

20»  Capítulo II
Oración ante los sufrimientos de Cristo y de su Madre

21»  Capítulo III
Oración a la Bienaventurada Virgen para obtener consuelo

22»  Capítulo IV
Oración a la Bienaventurada Virgen María cuando surge una tribulación

23»  Capítulo V
Oración a la Bienaventurada Virgen para la hora de la muerte

Capítulo VI:
Cantos a María

24»  Quién es María

25»  Tierna jovencita

26»  Poesía sobre la Bienaventurada
Virgen

27»  María prefigurada

28»  La Navidad

29»  Gema de pudor

30»  La belleza de María

31»  María nuestra salvación

32»  Mira a la Estrella

33»  Haznos dignos

34»  La Madre de la misericordia

35»  La excelencia de María

36»  Salve, Reina de los cielos

37»  "Salve, oh bellísima"

38»  "Alégrate, oh Reina del cielo"

39»  María Reina y Puerta del cielo

40»  Reina y Señora del mundo

 

 

» Introducción


Entre los muy numerosos y considerables escritos de Tomás Hemerken, más conocido como Tomás de Kempis (1380-1471), se han tenido en cuenta sobre todo aquellos que, armónicamente completados en cuatro libros, ostentan el título de Imitación de Cristo. De esta obra nos han quedado innumerables versiones en varias lenguas en el transcurso de los siglos, dado que, después de la Sagrada Escritura, ha sido siempre el más leído y es considerado, con todo derecho, la guía espiritual de quien se propone cultivar en serio su propia vida interior.

Bossuet lo definió como "el quinto Evangelio" y el padre Olivet: "el más hermoso libro salido de las manos del hombre, ya que el Evangelio ha salido de las manos de Dios.

Con este libro de oro se formó un contingente de santos, como surge de la biografía de no pocos de ellos. Causa extrañeza, sin embargo, que al ordenar los escritos de Tomás de Kempis, no se haya advertido la oportunidad de recopilar en un volumen aquéllos, igualmente preciosos, de contenido mariano. Fue una grave omisión.

En efecto, por una parte se descuidó todo lo que el autor había escrito, magníficamente por cierto, acerca de la Virgen como "providencial camino a Cristo y Dios y por otra parte se mantuvo prácticamente oculto a muchas almas, durante siglos, el providencial camino mariano, trazado por los escritos del auténtico maestro de espiritualidad.

No faltaron por cierto otros autores que hablaran, incluso de modo eximio, sobre la importancia de la Virgen en nuestra vida interior. Pero el punto en cuestión es que, al presentar esa cumbre de ascética cristiana que es la Imitación de Cristo, se dejo en silencio otra cumbre de la misma: la referida a María, tan bien ilustrada por Tomás. Cumbre que mantiene su condición de tal porque ha sido querida por Dios.

En suma, parece que de esta manera casi se ha mutilado desconsideradamente un maravilloso magisterio. Mientras leía los siete tomos en los que M. J.Pohl ha reproducido, en forma crítica, los escritos de Tomás de Kempis, me quedaba yo cada vez más encantado frente a las bellísimas páginas acerca de la Virgen, preguntándome cómo era posible que nos hayan presentado una Imitación de Cristo, excelsa pero prácticamente incompleta ya que no habla de María, la cual en los escritos y en el pensamiento del autor resulta inseparable de Cristo.

No ha faltado quien, antes de mí, haya procurado interesarse por estos escritos marianos en tiempo relativamente cercano, pero no de manera sistemática y orgánica. Sin embargo, sólo con los padres monfortianos Locatelli y Ferragamo se intentó recientemente una primera sistematización orgánica con la respectiva versión en italiano. Ordenaron oportunamente el trabajo en cuatro libros y lo titularon Imitación de María en analogía con la Imitación de Cristo.

Pero el trabajo, salvo para los que tuvieron la suerte de conocerlo, no parece haber roto la cortina de silencio que rodeaba los mencionados escritos. Debí afrontar una doble dificultad en la selección y en la organización de todos los escritos marianos de Tomás de Kempis y en su traducción al Italiano. La primera era inevitable, puesto que el autor no había concebido ni ordenado tales escritos con la intencionalidad de constituir un trabajo unitario.

La segunda nos aconsejó respetar la plenitud semántica del texto latino y las mismas preferencias del éxito que lo valorizan, evitando lo que lamentaba Francesco D 'Ovidio, según el cual todo traductor es siempre un poco traidor. Con respecto al texto publicado por los padres Locatelli y Ferragamo, consideré útil conservar la división en cuatro libros, distribuidos en capítulos y subdivididos en párrafos enumerados. Pero me he servido de un criterio personal, que he juzgado más idóneo para la compilación de todos los textos marianos del autor; sin omitir ninguno, como también para su más adecuada organización y distribución en atención a un desarrollo lógico y consecuente.

Además, me pareció útil ponerle a cada libro un título que indicase su contenido. Para la traducción al italiano, he seguido la edición crítica de las obras latinas del autor realizado por Pohl. Este trabajo, que he procurado presentar con sistemática organización la preciosa enseñanza de Tomás de Kempis acerca de la Virgen, resultará una novedad para la mayor parte de los lectores, como ya se ha dicho. También lo será para no pocos cultores de teología y de espiritualidad y puesto que a Cristo se va a través de María, la Imitación de María se presenta como un precioso itinerario hacia él.

Junto con la Imitación de Cristo, constituirá un inseparable binomio. Algo así como una vía providencial para cuantos desean comprometerse seriamente en la vida espiritual. Todo esto nos ayudará a comprender mejor la función maternal de María para con nosotros y su inseparabilidad de la de Cristo, como afirma el cardenal Anastasio Ballestrero en su hermoso volumen titulado II misterio di Maria (Piemme, 1995). "No soy yo quien busca a María, sino que es Dios quien me la ofrece; no soy yo quien la ama, sino que es el Señor quien me indica que la ame".

Somos llamados para amar a María como ha sido amada por Cristo y; antes aún, por Dios Padre. ¿Qué suscita en nosotros esta fe? ¿Qué significa llevar adelante una relación personal con la Virgen, conscientes de que no somos nosotros quienes buscamos a María, sino que es el mismo Dios el que la pone en nuestro camino, el que la pone en nuestra vida del mismo modo como puso en ella el misterio de la encarnación?

En un mundo en el que el sentido del pecado ha desaparecido, el sentido del bien se encuentra por lo menos apocado por el relativismo, y la transparencia de la vida es una utopía; en un mundo que ya no cree en la pureza de la conducta, contemplar a María puede ser un viático para nosotros, puede dar a nuestra vida profundas aspiraciones.

ROMOLO SBROCCHI

 

 

   


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