LIBRO CUARTO
Rogar y Cantar a María
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» Gema de pudor
María, fidelisima guardiana
de su propio pudor,
como tórtola huía,
y en la soledad del corazón vivía
como en pequeño nido de candor.
Guiaba sus pensamientos
con santa meditación,
hacia la posesión
de consumada virtud
y hacia los frutos de contemplación.
Así la dulcísima María
era amiga del sosiego,
gustaba el permanecer en casa
en vez de salir a la calle.
La muy humilde María
odiaba los tumultos,
huía de las aglomeraciones
para no sufrir detrimento
ni en su alma ni en su buen nombre.
Gema de pudor,
concédenos vivir así.