LIBRO CUARTO
Rogar y Cantar a María
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» "Salve, oh bellísima".
Luz excelsa y virginal,
refulgente como la aurora,
que subes hacia el templo eterno,
ruega por nosotros,
para que la hora de la muerte
nada perverso
encuentre en nosotros.
"Ruega a Cristo por nosotros".