13.1» Misas negras - Parte 1
Autor: P. Angel Peña O.A.R.
La misa negra es oficiada por un celebrante y dos ayudantes. Usan cirios negros, un cáliz lleno de vino o licor, una campanilla, espada, un aspersorio o falo, un crucifijo invertido y, algunas veces, usan hostias consagradas robadas de las iglesias católicas.
En ocasiones, compran estas hostias, de acuerdo a la importancia del santuario de donde vienen; cuestan entre 1.000 ó 5.000 euros o dólares. La manera más fácil de conseguirlas es asistiendo a una misa y recibiendo la comunión en la mano.
Dice el padre DeGrandis: Recientemente, tuve la oportunidad de hablar con una mujer que estuvo involucrada en adoración satánica.
Tuvo un cargo muy alto en una célula satánica y permaneció activa por dos años y medio. Ella me aseguró que el poder de la Iglesia es reconocido y conocido por los satánicos y que la liturgia de la misa satánica es paralela a la misa como la celebramos hoy en día en la Iglesia católica.
Me contó que los adoradores satánicos pueden conocer la diferencia entre una hostia consagrada y una sin consagrar y que, en una misa negra, ellos únicamente profanan una hostia consagrada por un sacerdote católico.
Cuando ella ve a la gente recibir la sagrada Eucaristía en sus manos, se estremece, porque esto le recuerda cómo los adoradores de Satán obtenían las hostias consagradas de las iglesias. Esta mujer fue capaz de desprenderse del poder de los satánicos gracias a la Eucaristía diaria56.
Siguiendo con la misa negra digamos que los participantes llevan vestidos negros con capucha. Sólo los nuevos desconocidos no usan capucha para que todos los puedan conocer y ellos no conozcan a nadie, al principio. El rito imita a la misa católica. En lugar de oraciones dicen blasfemias, invocando el nombre de Satanás y de otros demonios. En el ofertorio ofrecen sus almas a Satanás.
Recitan el Padrenuestro en sentido contrario y hacen peticiones para hacer daño a otras personas como verdaderos maleficios. Las hostias consagradas las profanan en prácticas sexuales, pisoteándolas con odio o acuchillándolas o quemándolas. Suelen terminar la misa negra con orgías sexuales con drogas y licor en abundancia.
En algunas sectas, uno de sus rituales es la reducción del hombre a animal y, para ello, exigen a las personas la renuncia a su naturaleza espiritual. Se invita a los presentes a celebrar su identidad con los animales y, para simbolizar esta nueva identidad, al final del rito, todos deben perseguir, a cuatro patas, a un ratón57.
Si una mujer queda embarazada durante la misa negra, está obligada a dar a luz al niño secretamente y sacrificarlo al diablo. Los satanistas consideran que el sacrificio de un niño a Satanás es lo que más le agrada. Para obtener su benevolencia, durante la misa negra, como hemos dicho, suelen sacrificar animales y, a veces, seres humanos, especialmente niños.
En algunas de estas misas, el nuevo adepto renuncia a su bautismo, incinerando la partida de su bautismo. Después recibe otro bautismo en nombre de Satanás y se le da un nombre nuevo. Normalmente, se les graba en el muslo una marca secreta, como señal de pertenencia a Satanás, a semejanza del carácter o marca invisible que deja el bautismo en el alma. Y, en ocasiones, los adelantados hacen un pacto satánico, firmado con su propia sangre.
El pacto satánico tiene varios puntos importantes: Renunciar al bautismo y a la fe en la presencia real de Jesús en la Eucaristía. Rechazar la obediencia a Dios y aceptar la obediencia a Satán. Repudiar a la Virgen María y renegar de los sacramentos. Profanar la cruz y las imágenes de la Virgen y de los santos.
El que llega a este punto, difícilmente podrá salir de la secta. Estos son los casos más graves de posesión y más difíciles para el exorcista, pues Satanás no soltará fácilmente su presa. Pero para Dios no hay nada imposible. Veamos dos casos.
56 DeGrandis Robert, Manual de sanación, Ed. AMS, Bogotá, 2005, p. 121.
57 Bob y Gretchen Passantino, L´ombra di Satana, Ed. Messaggero, Pdua, 1994, p. 10.