25.1» Oración de Liberación
Autor: P. Angel Peña O.A.R.
En el Nombre de Jesús, por sus santas llagas y su santa cruz, por su sangre bendita derramada, yo bendigo a estas personas (esta familia o esta casa) y ato a todos los espíritus malignos y les ordeno que vayan a lo más profundo del infierno para que nunca hagan daño a estos hijos de Dios. En el nombre de Jesús, yo prohíbo a cualquier espíritu maligno que venga a este lugar a hacer daño.
Yo sello este lugar y a todos los que estén aquí en unión con todas las cosas que hay aquí, y los cubro con la sangre preciosa de Jesús para que nada ni nadie pueda hacerles daño. Y conjuro en el Nombre de Jesús a cualquier espíritu perdido o grupo satánico o brujo para que no interfiera o influya negativamente en quienes viven aquí y en todo lo que hay aquí.
Por los méritos de Jesús y por su sangre derramada en la cruz, yo disuelvo cualquier reunión satánica, cualquier maleficio, hechizo, magia, atadura, trampa, maldición o cualquier acción maléfica que pudiera afectarles. Y coloco aquí la cruz de Jesús para romper cualquier influencia maléfica que pueda haber entre estas personas y sus antepasados, que hayan estado metidos en ocultismo, satanismo, delincuencia o perversidad.
Rompo cualquier influencia negativa transmitida por herencia de sus antepasados o cualquier influencia recibida por maleficios, y ordeno en el Nombre de Jesús que desaparezca para siempre cualquier daño en sus personas, porque ahora están protegidas por la sangre de Jesús para siempre.
En el nombre de Jesús y por su autoridad yo rompo cualquier maldición. Ellos renuncian a todos los libros, signos, símbolos o discos de música satánica, que puedan tener, al igual que renuncian a cualquier pacto satánico o a cualquier invocación satánica que hayan podido hacer.
Señor, te pido perdón por haberme dejado involucrar en la ouija, en los horóscopos, adivinación, clarividencia, magia o en cualquier práctica de satanismo, espiritismo (vudú, macumba, candomblé, umbanda, santería) u otras sectas de magia negra.
Y proclamo a Jesús como mi único Señor y Salvador.
Y renuncio a Satanás y a todas sus obras y le ordeno que se aparte de mí para siempre. Madre santa, Virgen María, cúbreme con tu manto de pureza y amor y protégeme de todo poder del maligno. Ven, Espíritu Santo, con tu poder y lléname de tu paz y de tu amor; y guíame a la vida eterna.
San Miguel arcángel, todos los santos y ángeles de Dios, venid en mi ayuda y alejad de mi familia y de este lugar a todos los espíritus malignos y a todos los espíritus de difuntos que puedan hacernos daño.
Padre celestial, te entrego mi vida, te la consagro y te la entrego sin condiciones, porque quiero ser tu hijo y vivir siempre contigo ahora y para siempre. Amén.