|  |  MEDITACIONES
        
 
  
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 »15 Razones del por qué el yoga es sumamente peligroso
 »Por qué el Yoga, en la filosofía y en la práctica, es incompatible con el Cristianismo
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 »¿Son compatibles? Yoga y Cristianismo 
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 »Ante la presencia de Jesús ...un consolador recuerdo »Que Nunca nos falte María »La más tierna de las madres y la más poderosa de las Reinas »La Noche Vieja  »Dios de Dios, Luz de Luz  »La Guadalupana, tu madre  »El clamor del Adviento  »Meditación ante el Santísimo Sacramento » El Espíritu en acción, los carismas del Espíritu Santo » Dios esta dónde le dejan entrar 
 » Obediente hasta la cruz
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 » Vive, ama y perdona  ¡ya!
 
 
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 »Reina y Madre de sus queridos hijos  »María es inmensamente feliz en el cielo
 »Madre enséñame a orar contigoy como Tú lo hacías
 »Los éxitos del Hijo son también de su madre
 
 
 »María, ahora es todo luz
 
 
 »Aceptó ser madre tuya por siempre
 »El amor más entrañable ahí está por ti
 »Creo en la misericordia divina
 »Jesucristo Sacerdote
 
 »María, la que más conoce y
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 en nuestra vida
 
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 »Dolor, humillación y gloria
 de las espinas
 
 
 
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        | Autor: P.Oscar Schmidt       | Fuente: Reina del CieloLos Santos Cuerpos Incorruptos
 
 Sepamos leer los signos de Presencia  Divina en nuestros tiempos, Dios no se manifiesta en vano, Él espera algo muy  concreto de nosotros. Dios tiene muchas formas de manifestar su  Omnipotencia, de forma sensible, frente a todos nosotros. Una de las más  admirables es la que se refiere a los Santos Cuerpos Incorruptos. 
 Recientemente se procedió en el Vaticano a la apertura de la tumba del Papa  Juan XXIII, cuya obra más significativa fue la realización del Concilio  Vaticano II. Para sorpresa de quienes realizaron la ceremonia, y pese a las  décadas que transcurrieron desde su muerte, su cuerpo se encontraba totalmente  incorrupto. Sus restos, de tal modo, están ahora expuestos en la Basílica de  San Pedro en una urna de cristal, para admiración de quienes lo visitan.
 
 Pero no es la primera vez que esto ocurre, ya que son muchos los casos de  Santos que pese a las décadas o siglos de su muerte, tienen sus cuerpos en  estado de incorruptibilidad.
 
 El caso de Santa Bernardita de Soubirous, la  vidente de la aparición de Lourdes, es uno de los más admirables y conocidos.  Su rostro muestra aún hoy una paz y alegría que reflejan la felicidad que ella  sintió en el momento en que alcanzó las puertas de la Patria Celestial.
 
 También el cuerpo del Santo Cura de Ars, Juan Bautista Vianney, está  incorrupto. El vivió una vida de proezas místicas, de lucha contra el demonio,  de incansable trabajo en el confesionario, de hechos místicos resaltables como  la bilocación de su cuerpo y de perfume de santidad, entre muchos otros.
 
 Jacinta Marto, la niña que junto a su hermano Francisco y su prima Lucía Dos  Santos recibieron la visita de la Mujer vestida del sol en Fátima, mostró su  rostro de niña angelical totalmente incorrupto cuando varios años después de su  muerte se mudaron sus restos en Portugal.
 
 El corazón de San Vicente de Paul, fundador de la orden de los Vicentinos, se  encuentra también incorrupto, así como varias partes del cuerpo de San Francisco  Javier, el sacerdote que evangelizó varios países de Asia hace algunos siglos.
 
 Y así se puede nombrar a Santa Clara de Asís, Santa Imelda, Santa Margarita,  Santa Rita de Cascia, San Juan Bosco, Santa Catalina de Labouré, el argentino  Fray Mamerto Esquiú, San Peregrino Laziosi y tantos otros Santos que dan  testimonio de la Presencia viva de Jesús obrando hoy entre nosotros.
 
 Mucha gente vive con la convicción de que los milagros obrados por Dios son  cosa del pasado, o que las manifestaciones celestiales culminaron con la  Ascensión de Jesús o a lo sumo durante los primeros siglos de la Iglesia.
 
 Sin  embargo Dios nos sigue mostrando que Su mano sigue obrando a nuestro alrededor  para llamar nuestra atención hacia la necesidad de reconocer la existencia del  mundo sobrenatural entre nosotros.
 
 Pero, ¿cuál es el sentido y el mensaje del Cielo al mantener los cuerpos de  estas almas en un estado que desafía las leyes naturales?.
 
 Sin dudas que el  principal significado es el de indicarnos a las claras Su predilección por  aquellos que se santificaron, que vivieron una existencia de búsqueda de la  entrega total a la Voluntad de Dios. Jesús nos marca con Su Presencia Mística a  aquellos que debemos mirar como ejemplos del camino a seguir.
 
 Mientras tanto el mundo nos llama con sus inconsistentes mensajes orientados al  materialismo, a la negación de la Presencia de Dios en cada pequeña cosa que  vivimos, a la vida vacía de contenido espiritual. Dios, con sus mensajes de  Presencia y desafiando las leyes de Su Creación, nos enseña que El todo lo  puede, sobremanera cuando se está en la presencia de almas santificadas.
 
 Levantemos nuestros ojos a lo alto, veamos la magnífica manifestación de Dios  actuando frente a todos nosotros en el testimonio de los milagros más sorprendentes.  No dejemos que las cosas del mundo obstaculicen nuestra visión y nuestro  entendimiento. Si Dios nos llama de tan diversas maneras, ¿qué sentido tiene  seguir viviendo apegados al frenesí de luchar por cosas que no tienen sentido  alguno para la trascendente misión de nuestra propia salvación?.
 
 Santa Bernardita de Soubirous/Lourdes.
 Bernardita nació en Lourdes, Francia, en 1844.  El 11 de febrero de 1858 ella fue enviada por sus padres, con su hermana menor  y una amiga, a buscar leña. En una gruta llamada Massabielle, ella vio entonces  a La Inmaculada Concepción, la Virgen María.
 
 La Madre de Dios sonrió a  Bernardita y le hizo la señal de la Cruz con un Rosario de marfil y oro,  haciéndola caer de rodillas. María, vestida de azul y blanco, se le apareció y  le habló en diecisiete oportunidades más.
 
 Siendo aún muy joven Bernardita se ordenó como religiosa en la orden de las  Hermanas de la Caridad de Nevers, viviendo una vida de humildad y oración por  largos años.
 
 Transcurrió mucho tiempo enferma en la enfermería del convento, de  tal modo que una cohermana un día la acusó de ser una haragana.
 
 Bernardita  simplemente le respondió que su trabajo era el de estar enferma. Sin dudas su  dolor y sufrimiento eran recibidos por Dios como reparación de los pecados de  muchas otras almas.
 
 María le había prometido durante las apariciones que su  felicidad no iba a darse en este mundo, sino en el próximo. Así, ella entró en  el Reino de Dios el 16 de abril de 1879.
 
 Su cuerpo, aún incorrupto en la actualidad, está expuesto en una urna de  cristal en el convento de San Gildard, en Nevers, Francia. Miremos el rostro  resplandeciente, pleno de felicidad, de Santa Bernardita.
 
 Ella nos muestra con  qué alegría se llega al final de la vida, cuanto se tiene la seguridad plena de  estar entrando en la Patria Celestial.
 
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