21- Y vosotros que actuáis, sois
las pequeñas luces del mundo
¡Hijos de Mi corazón!
Mi corazón está con vosotros, sois aquellos que Mi Hijo llama: ¡los pequeños apóstoles de los últimos tiempos!
Vosotros vivid con fe en el corazón.
La fe es vuestro camino hacia nuestro Cielo, y Yo, la Madre del Cielo y de vuestra tierra, de vuestros corazones, veo vuestra fe, junto con el amor por Mi Hijo y por Mí, como una flor perfumada, que sube hacia Mí, que vosotros me ofrecéis.
Aquí en esta casa ha llorado Mi imagen, para indicaros que debéis rezar por aquellos que hacen tanto mal al Corazón de Jesús y a Mi Corazón.
Nosotros estamos en la gloria, el mal del mundo nos ha hecho sufrir cuando éramos de carne, porque por cada mal hemos sufrido: todo el mal de cada tiempo de la tierra, el pecado de cada hora.
Y vosotros, que obráis con vuestra mejor intención, ¡sois las pequeñas luces del mundo!
Hijos de Mi corazón, os hablo a través de un alma...
Sois mis pequeñas luces: cuando miro al mundo, os miro y os sonrío, no son por vosotros las lágrimas, no por vosotros.
Para vosotros una sonrisa de vuestra Mamá del Cielo.
Os bendigo con todo mi sentimiento materno, eterno, para vosotros hermanos de Jesús.
¡Id y pensad siempre en Mi Hijo, en Nosotros, en Mis Ángeles!
Ospitaletto, 27 de Febrero de 1977 - 15,25 horas
En la casa donde llegó este mensaje, en el año 1957, la estatua de la Virgen lloró lágrimas de sangre.