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MI VIDA EN
NAZARET
Autor: Guliana in Crescio
Fuente: Reina del Cielo
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000. El silencio de María
se
hace palabras
00. Presentación
de la Santísima Virgen
01. A una mamá
02. Mis rosas son las oraciones
03. Tu rosario es tu dolor
04. Os envuelvo con mi manto para daros protección y afecto
05. A todos vosotros que escucháis estas palabras,
os llevo
en Mi Corazón
06. Todos mis hijos de la tierra
están en Mi Corazón
07. Para dos sacerdotes
08. Al Padre Gabriel Roschini
09. Os exhorto a hacer coronas de rosas para Mí,
en el amor
a Mi Hijo
10. Al Padre Gabriel Roschini en su
50 aniversario de Sacerdote
11. Que el Cielo os reciba a todos,
Yo por vosotros
intercedo
12. Escuchad Mi voz
13. Recibo como rosas a vuestros pensamientos
14. A un grupo de fieles
15. Rezadme y a los Ángeles
pedidles protección
16. Rezad siempre por nuestra
santa Iglesia
17. A las mamás que han
perdido a su hijo
18. Sois todos mis hijos,
¡hijos de mi corazón!
19. Pensar en Mí es rezar
20. Para Luisito
21. Y vosotros que actuáis, sois las pequeñas luces
del mundo
22. Mis apariciones ahogadas
23. Quien ama a Mi Hijo es una ventana abierta de
Nuestro Cielo,
y abierta hacia el mundo
24. Jesús nació en la tierra así
25. Todo el dolor del mundo
estuvo en Mí
26. Para el Padre Gabriel
27. Al Padre Roschini
28. Oración y penitencia,
para ayudar a aquellos
que no oran ni aman
29. Para un consagrado
30. Para las Oblatas de Nazaret
31. Vuestros seres queridos
que están ya Conmigo
me llaman mamá
32. Subí al Cielo en aquel
día lejano
33. Es el tiempo de Adviento. Meditad y vivid este
tiempo con la atención en el Acontecimiento
34. Vendré con vosotros cuando sigáis a Jesús
35. Para las Hermanas Salesianas de los Sagrados
Corazones
36. Para las Oblata
37. Para las Oblatas de Nazaret
38. El mundo tiene necesidad
de luz, ¡la luz es la fe!
39. Soy la Inmaculada Concepción
40. Para las Oblatas de Nazaret
41. Para un sacerdote Dominico
42. Os pido oraciones
para el mundo
43. Es más importante
el alma que la carne
44. Mamá, lo que tú me pides,
Yo lo atiendo
45. Es para las Oblatas
de Nazaret
46. Subir al Cielo es la felicidad más grande
47. Vuestros pensamientos
los ofrezco a Jesús
48. Sed luces del mundo
49. Cuanto más amor se da,
más amor se recibe
50. Jesús recibe vuestros pensamientos como
si
fueran
flores
51. Al subir al Reino prometido, mi cuerpo de materia
se transformó en cuerpo glorioso
52. Todas las gentes Me llamarán bienaventurada
53. ... e hizo de Mí el primer cáliz
54. Todos lo miraban, pero
no sabían lo que luego
habría de hacer
55. Immi, tú eres mi Reina
56. Quiero contaros tantas cosas, así Lo amaréis más
57. Jesús fue dado a luz por Dios
58. He vivido aquellos meses
de espera como en un sueño
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55- Immi, tú eres mi Reina
Bajo la Cruz, Jesús me confió a la humanidad, mirando el rostro y el alma de Johanan. Y a mí me encomendó a Johanan:
"¡He ahí a tu Madre! ¡He ahí a tu hijo!"
Y ahora soy Madre de todos vosotros, Johanan es para Mí como sois vosotros; pedidme a Mí, Yo pediré a Jesús. Jesús está en la Trinidad y quien lo ve a Él, ve al Padre, y el Espíritu Consolador los une. Por este motivo fue hombre y Dios en la Tierra. Cuando muchacho se divertía trabajando con el hacha y sus brazos se hacían fuertes: "¡Immi, para Mí, este no es un trabajo, sino un juego!..." Un día hizo una silla toda labrada. "¡Immi, éste es tu trono, porque Tú eres mi Reina!"
De noche, cuando todo era silencio, Jesús se sentaba a la mesa después de nuestra cena y nos hablaba a Mí y a José de los grandes misterios:
"Dios no es Uno, y al mismo tiempo es Uno, pero en tres Personas; es como si de un corazón surgiera otro corazón y un rayo de luz los uniera. Yo siempre he estado en el Padre, y me he desprendido del Padre para hacerme hombre y Verbo, y Nuestro Espíritu ilumina y procede de Uno a Otro".
Afuera se sentían voces de muchachos: Jesús interrumpía su explicación:
"Immi, ¿puedo ir a hacer una carrera con mis amigos?"
Verdadero hombre, verdadero Dios... Sé que para vosotros es difícil comprender cómo puede ser todo esto: es la belleza del misterio. De noche en el verano, o en las calurosas primaveras, cuando las voces juveniles interrumpían el silencio, Él me preguntaba:
"Immi, ¿puedo ir a hacer aunque sea una carrera con mis amigos?"
Trabajaba muy bien y aquellos que encargaban trabajos a José y a Jesús estaban muy contentos con su honestidad:
"Aquel otro carpintero pide mucho más y no trabaja tan bien..."
¡La honestidad! Ya no hay mucha honestidad desde que la humanidad ha conocido el dinero, ¡y no sabe cuánto mal hace al alma, el querer procurarlo a través del engaño y la deshonestidad! Dicen que el dinero es muy necesario y que importa mucho el tenerlo, pero para ellos no importa lo que es más precioso: el alma.
Cuando Jesús partió, para ir al mundo a predicar y hacer milagros, para redimir, fue esa una noche que jamás olvidé en el transcurso del tiempo (que ahora aquí es distinto: no hay tiempo, se puede entonces olvidar o recordar: la dimensión es otra).
Toda la noche estuvimos levantados conversando. Jesús me dijo: "Immi, mi humanidad me hace sentir muy triste, llora mi corazón por tener que dejarte, en cambio, mi divinidad me hace sentir feliz: llevaré almas al Reino de donde yo vengo: ¡un Reino de paz y de luz!"
Coloqué un pan en su alforja y no llevó nada más consigo.
"Solamente voy con el amor al mundo, e iré a llevarlo a los hombres. ¡Así caminaré más ligero!..."
Y Yo permanecí contemplando aquel sendero por donde había partido... ¡A la luz del amanecer se apagaba la última estrella! Nuestro pensamiento permaneció unido, el pensamiento proviene del alma y el alma de una madre y de su hijo se hablan también a distancia; y también de un mundo a otro, si lo quiere el Padre Celestial. ¡Si el amor es grande, vence al tiempo, a la lejanía y a toda dimensión!
¡Es el amor verdadero y profundo! ¡Cuándo Jesús vuelva a la tierra, lo buscará en vuestros corazones!
25 de Noviembre de 1981
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