26- Para el Padre Gabriel
¡En los momentos de tristeza qué reconfortante es el abrazo de la Mamá!
Hijo de Mi corazón,
tú Me has sentido siempre y desde siempre en tu espíritu, como la Mamá, tierna y afectuosa.
Junto a ti, ¡luminosa te guío!
Junto a vosotros todos, hijos Míos, ¡sonrío!
No temáis las asperezas del mundo.
El verdadero mundo os sobrepasa, ¡os espera!
¡No temáis!
Haced en el nombre de Jesús, dad en Su nombre y en Su nombre prodigaos.
El amor de Jesús es muy grande, ¡muy grande!
¡Y así es mi amor de Mamá!
¡Gabriel, hijo, que me conoces desde siempre!
Cuántas horas y horas has dedicado a Mí, ¡Conmigo al lado tuyo!
El tiempo pasa en la tierra, Yo, Myriam, soy siempre la misma, con mis manos acaricio vuestras almas.
No os dejo, soy toda amor, toda amor materno, amor verdadero, amor que da, ¡amor que alivia todo peso!
13 de Mayo de 1977, 22 horas
Es para el Padre Gabriel María Roschini.