24- Jesús nació en la tierra así...
Hijos Míos,
Mi voz y mi presencia se han manifestado al mundo, para salvar a muchas almas.
¡Pero me han escondido, no creen en Mi voz!
Y Yo María, la Mamá del Cielo y del mundo, me aparezco a los pequeños, a los escondidos, a los humillados.
Cuando estaba en la tierra, allá en Nazaret, cuando vivía aquella vida conciente y fuerte, sufriente y serena, porque debía vivir el dolor pero tenía la fuerza y el conocimiento, sabía que Mi Hijo era el Hijo del Hombre, el Hijo de Dios, el Unigénito, venido a traer la ley del amor y a trazar el camino del Reino Celestial para el mundo.
Cuando vivía en Nazaret podía parecer una criatura como las otras, pero no fue así, porque Jesús salió de mi purísimo cuerpo corno un rayo de sol, que pasa a través de un límpido cristal.
Ahora dicen que Mi Hijo era un hombre como todos los otros.
Era un hombre, pero era y es Dios, y entonces es Único y Trino, diferente de todos.
Era un hombre, pero era Dios, por eso no tuvo defectos humanos, era la Perfección, Amor Infinito, Infinita Justicia en la tierra, ahora está en el Cielo en la gloria y también en la tierra en medio de vosotros, invisible, Él os mira afectuoso Él os sigue amoroso, ¡Él escucha el amor que Le lleváis!
28 de Marzo de 1977; 14 horas