36- Para las Oblatas
¡Pequeñas golondrinas Mías!
Os miro siempre, como Madre amorosa, veo vuestro trabajo de cada día: ¡el peso de la fatiga es escalón al Cielo!
Y son otros de los tantos escalones vuestras obras, vuestra paciencia, vuestro sacrificio, ¡y también vuestra alegría!
Quien tiene fe permanece sereno y vive con alegría también en las dificultades, en las pruebas grandes y pequeñas del paso por la tierra.
¡Mis pequeñas golondrinas!
Seréis siempre más numerosas con el tiempo y muy, muy útiles a los hermanos del mundo.
¡Mamás e hijas!
El amor está en el sentimiento, el amor está en Dios, que os ilumina con Su Espíritu para llevaros a cumplir mejor vuestra misión.
¡Y también tú, que tienes manos santas, querido hijo, querido por el Corazón de Mi Hijo, así como también vosotras mis golondrinas!
¡Os bendigo con el corazón de Madre, os bendigo con todo mi amor, os bendigo junto a Mi Hijo!
Pequeñas luces en un mundo oscuro. La fe os ilumine cada vez más, con más luz, con más amor, ¡y el amor crece y vence al mal!
¡Soy vuestra Mamá del Cielo, os miro y os indico el camino al Paraíso!
¡Allá encontraréis la alegría plena y para siempre, por todo lo que habéis dado de vosotras mismas a Mi Hijo!
26 de Febrero de 1979; 24 horas
Es para las Hermanas Oblatas de Nazaret y su fundador.