27- Al Padre Roschini
¡Hijo mío!
Tus sufrimientos no son para ti, sino que son plegarias por aquellos que no rezan.
Tú subes cada día un escalón en tu perfección.
Y entonces, acepta; sufrir nunca es vano, ¡te espera el amor de Mi Hijo, te espera Mí amor de Madre!
Tú me sientes en tu corazón, y Yo, Myriam, tu Estrella de la mañana, ¡estoy a tu lado como Madre amorosa!
Los días Pasan, ¡llevan a la vida!
Que te reconforten estas palabras Mías, ¡toda cosa que Mi hijo permite es siempre un bien!
Casita de María, 19 de Julio de 1977; 23,30 horas
El Padre Gabriel Roschini estaba internado en el hospital San Camilo.