Tercera Parte
60.1» La Ciencia
Parte 1
Autor: P. Angel Peña O.A.R
Frecuentemente, hay muchos que hablan de ciencia, como si fuera un nuevo dios ante el que hay que inclinar la cabeza y aceptarlo todo sin duda ni murmuración. Pero, en nombre de la ciencia, se han cometido muchos errores, porque se toma por ciencia lo que no es sino una teoría que hoy está de moda y mañana se cambia por otra. Veamos:
En 1903, el astrónomo y matemático Newcomb Simon publicó un estudio científico en el que demostraba la imposibilidad científica de que el hombre pudiera volar, porque era más pesado que el aire. Ese mismo año de 1903 los hermanos Wright volaron 266 metros en su primer biplano142.
Los positivistas del siglo XVIII y del XIX hablaban con toda convicción, como si fuera una verdad científica, de la inferioridad natural de la mujer respecto al hombre143.
Hoy día esta opinión nos parecería poco menos que descabellada.
Durante muchos años, la teoría darwinista de la evolución de las especies fue considerada como una verdad absoluta, científicamente comprobada. Y era, frecuentemente, usada como un argumento claro de que Dios no existe, pues el hombre no habría sido creado por Dios, sino que vendría del mono.
En 1912 se encontró lo que se estaba buscando: el eslabón perdido, la especie intermedia entre el orangután y el homo sapiens. En unas canteras de piedra, en el condado de Sussex, en Inglaterra, junto al pueblo de Piltdown, se encontró la parte superior de un cráneo con una capacidad cerebral superior a la de un mono, pero inferior a la de un hombre moderno.
A su lado había un mandíbula, sin duda alguna, de mono y que, realmente, había estado unida a aquel cráneo. El mundo científico, comenzando por los paleontólogos del Museo británico de Londres, se llenaron de alegría.
A los tres científicos autores del descubrimiento se les otorgó el título de barones de la Corona inglesa y en el pueblo de Piltdown se erigió un monumento en el lugar del hallazgo.
Al final, resultó que todo era una falsificación, pero esto se descubrió en 1953, después de 40 años.
Durante cuarenta años, los científicos se gozaban de haber encontrado al mono-hombre, llamado científicamente Eoanthropus.
Al descubrirse la mentira, se presentó entonces al hombre de Neanderthal como el eslabón perdido, a pesar de que se ha descubierto también que no es un antepasado nuestro, como se había asegurado durante más de siglo y medio. Es sólo un ejemplar de una especie extinguida de mono antropomorfo.
Actualmente, las teorías darwinistas están puestas en tela de juicio por los científicos. En el libro Evolution: a theory in crisis, se dice:
El misterio de los misterios, el origen de las especies sobre la tierra, es hoy tan misterioso como en aquel 1831, cuando el joven Darwin se embarcaba en el bergantín Beagle para dar la vuelta al mundo.
Como diría Isaac Bashevis Singer, premio Nóbel de literatura de 1978:
Son muchos los pensadores que han atribuido al ciego mecanismo de la evolución muchos más milagros que todos los que le han sido atribuidos a Dios por todos lo teólogos del mundo144.
Luigi Luca Cavalli-Sforza, profesor de genética de la Universidad de Standford, responsable del proyecto genoma humano, un programa científico internacional que se propone catalogar el ADN de todas las etnias del mundo, dice en su libro:
En la actualidad muchos biólogos creen que la vida en la tierra tiene un origen único, dada la existencia en las células vivas de un único tipo de aminoácidos, lo cual no sería posible si existieran dos tipos con distinta composición química.
Algunos lingüistas internacionales como Merrit Ruhlen o Greenberg dicen que todas las lenguas habladas hoy en el mundo, más de cincuenta mil, todas tienen una raíz común.
Continuación en: 60.2» La Ciencia
Parte 2
142 Messori Vittorio, Ipotesi su Gesù, Ed. internazionale, Torino, 1977, p. 135.
143 ib. p. 270.
144 ib. p. 292.