Tercera Parte
61.1» ¿Existe Dios?
Parte 1
Autor: P. Angel Peña O.A.R
Quizás los creyentes no sean capaces de demostrar que Dios existe, pero lo que sí es cierto es que los ateos nunca podrán demostrar que no exista.
Decía Pascal: la última etapa de la razón es reconocer que hay infinidad de cosas que la superan.
André Gide decía: No creer en Dios es mucho más difícil de lo que se piensa. Por de pronto, para seguir haciéndolo es absolutamente necesario abstenerse de mirar a la naturaleza y reflexionar sobre lo que vemos.
Para Marx la materia existe por sí misma, se autocrea y autoevoluciona, no depende de nada, ella misma es la que ha creado y organizado la vida y la que crea sin descanso los instrumentos necesarios para que los organismos no sólo sobrevivan sino que se perfeccionen cada vez más (son citas textuales de Marx).
¿Podrán demostrar esto los ateos?
Los científicos marxistas de la URSS sostenían que la fe cristiana había tenido su origen en un movimiento de esclavos, proletarios oprimidos, que al desesperar de una redención materialista, inventaron, a modo de consuelo, una redención espiritual.
Y estos doctores marxistas publicaron con el dinero del pueblo, estudios científicos sobre la insostenible teoría de que Cristo nunca existió.
Los nazis publicaron muchos libros con muchas citas con la teoría de que Cristo sí había existido, pero que no era judío sino ario y había nacido del adulterio de María con un soldado romano, por supuesto germano.
En el museo del Instituto para el Ateísmo científico de Leningrado, que cada año recibía millones de visitantes forzosos, había secciones para desacreditar la religión cristiana con una serie de razones científicas y se editaban folletos y libros en muchos idiomas para repartirlos en el mundo entero.
Ha sido el mayor empeño mundial, sin escatimar medios y hombres, para destruir la religión y, al final, cuando ha venido la libertad, nos damos cuenta de que todo ha sido un auténtico fracaso y de que los jóvenes rusos están hambrientos de Dios.
Los setenta años de educación atea no ha dado lugar al supuesto superhombre, sino a hombres llenos de miedo por la represión policial.
El ateísmo no ha perdurado ni se ha incrustado en la sociedad rusa o de otros países comunistas, porque en el ser humano hay un anhelo de libertad y un sentido de Dios que le llevan a creer a pesar de la educación atea.
¿Acaso el azar puede ser capaz de producir un universo tan perfecto y ordenado como el nuestro?
¿Acaso el sentido del bien y del mal, que tienen todos los hombres, que se manifiesta a través de la conciencia, se debe a fuerzas automáticas físico-químicas?
¿Por qué entonces es un sentimiento universal en todos los hombres de todos los pueblos, que consideran ciertas cosas unánimemente como buenas y otras como malas?
¿Acaso se puede explicar por la simple casualidad?
¿Se puede argumentar que Dios no existe simplemente, porque no lo han visto?
¿Acaso sólo existe lo que se ve y se toca? ¿Acaso las ondas de radio o de televisión no existen, porque no se ven?
¿Cómo pueden explicar que algunos grandes ateos como Alexis Carrel, André Frossard o García Morente se hayan convertido y hayan dado fe de que Dios existe y que existen los milagros?
¿Acaso son menos inteligentes que ellos?
Produce lástima, por decir lo menos, el que algún militante ateo, como Puente Ojea, en su libro Elogio del ateísmo considere a los creyentes poco menos que tontos por creer en algo inexistente.
Continuación en: 61.2» ¿Existe Dios? -
Parte 2