21» Oración - Parte 2
Autor: P. Angel Peña O.A.R
Los esposos Luigi y María Beltrame Quattrocchi, beatificados por el Papa Juan Pablo II el 21 de octubre de 2001, oraban en familia todos los días.
En la homilía de beatificación, dijo el Papa:
En medio de las alegrías y las preocupaciones de una familia normal, supieron llevar una existencia extraordinariamente rica en espiritualidad.
En el centro: la Eucaristía diaria, a la que se añadían la devoción filial a la Virgen María, invocada con el rosario, que rezaban todos los días por la tarde.
Así supieron acompañar a sus hijos en el discernimiento vocacional, entrenándolos para valorarlo todo tejas arriba, como simpáticamente solían decir.
La vida matrimonial y familiar puede atravesar momentos de desconcierto. Sabemos cuántas familias sienten en estos casos la tentación del desaliento.
Pienso, en particular, en los que viven el drama de la separación; pienso, en particular, en los que deben afrontar la enfermedad y en los que sufren la muerte prematura del cónyuge o de un hijo.
También en estas situaciones, se puede dar un gran testimonio de fidelidad en el amor, que llega a ser más significativo aún gracias a la purificación en el crisol del dolor.
Ellos tuvieron 4 hijos, de los cuales una fue religiosa y dos llegaron a ser sacerdotes.
¡Qué hermoso es ver parejas de esposos, unidas de 1a mano, cuando van a comulgar!
¡Qué hermoso es ver esposos que se quieren hasta la ancianidad y que no han perdido la alegría de su mirada ni la sonrisa de sus labios!
El amor, con el paso del tiempo, más que disminuir debe aumentar.
¿Por qué solamente los jovencitos van tomados de la mano?
"Señor, en nombre nuestro y de nuestros hijos, te damos gracias y te bendecimos.
Te alabamos, porque eres el Dios del amor.
Nuestra gratitud va unida a la de todos los esposos que se aman de verdad.
Te damos gracias por el amor que pusiste en nuestros corazones y por el amor que existe en el mundo: el amor de los esposos, el amor de los hijos y de los padres.
El amor de los hermanos y de los amigos. El amor de quienes te han entregado su vida como holocausto de amor...
Unidos a todos los que te aman de verdad, queremos en este día, Señor, darte gracias y pedirte que nos llenes de tu amor para amarnos cada día más.
Señor, te ofrecemos nuestro amor. Hazlo cada día más puro y verdadero.
No permitas que nada lo manche, para que sea puro y limpio para Ti.
Que juntos caminemos por la vida, tomados de la mano, diciendo siempre la verdad, sirviéndote, Señor, en todos los demás.
Bendice a nuestros hijos y pon en nuestra familia amor, unión y comprensión. Amén".