Monday December 23,2024
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MATRIMONIOS FELICES


»  Oración

»  Introducción


1»  Noviazgo

2»  Matrimonio - Parte 1

3»  Matrimonio - Parte 2

4»  Amor - Parte 1

5»  Amor - Parte 2

6»  Diálogo - Parte 1

7»  Diálogo - Parte 2

8»  Diálogo - Parte 3

9»  Perdonar - Parte 1

10»  Perdonar - Parte 2

11»  Fidelidad - Parte 1

12»  Fidelidad - Parte 2

13»  Aspecto sexual - Parte 1

14»  Aspecto sexual - Parte 2

15»  Abiertos a la vida
Parte 1

16»  Abiertos a la vida
Parte 2

17»  Los hijos

18»  Matrimonio Cristiano
Parte 1

19»  Matrimonio Cristiano
Parte 2

20»  Oración - Parte 1

21»  Oración - Parte 2

22»  Matrimonios Felices
Parte 1

23»  Matrimonios Felices
Parte 2

24»  Matrimonios Felices
Parte 3

25»  Esposa ideal - Parte 1

26»  Esposa ideal - Parte 2

27»  Un Mensaje de María

28»  Renovación de las Promesas Matrimoniales

29»  Entronización del Corazón
de Jesús

30»  Consagración a María

31»  Consagración al Corazón
de Jesús

32»  Consagración de la familia al Corazón de Jesús


33»  Conclusión

34»  Bibliografía

 

8» Diálogo - Parte 3

Autor: P. Angel Peña O.A.R  

Por otra parte, en el matrimonio no debe haber lo mío y lo tuyo, sino lo nuestro.

El sueldo de la esposa o del esposo hay que ponerlo en común.

Pero si el esposo esconde su sueldo y nadie sabe cuánto gana o sólo da poco a poco, se crean malos entendidos y amarguras por falta de generosidad y por tratar al otro como si fuera un pobre limosnero.

Lamentablemente, hay muchos esposos que ocultan muchas de sus entradas económicas para poder así disponer, no siempre bien, del dinero que les sobra.

- Siempre es importante ser románticos y tratar al otro con delicadeza y con mucha amabilidad. Hay que dar importancia a los pequeños detalles para hacer feliz al otro.

Si a ella le gustan las flores, ¿qué cuesta comprarle de vez cuando una flor?

Si le gustan los chocolates, ¿por qué no comprarle algunos?

¿Por qué no darle gratas sorpresas con algún regalo imprevisto?

Si a él le agrada ver su partido de fútbol tomando café, ¿por qué no servírselo con cariño y renunciar a ver la novela del momento?

Si él se siente contento de tomar una cerveza de vez en cuando, ¿por qué no comprársela?

¿Por qué darle fastidio por no tener la cocina limpia?

Son muchas las cosas que mutuamente pueden hacerse para darse gusto y evitarse conflictos.

La felicidad se va tejiendo de pequeños detalles y esos pequeños detalles van fabricando la felicidad de toda una vida. Dile a tu cónyuge que lo amas, no te canses de decírselo..

En fin, siembra flores en el camino de tu esposo(a) y hazle su vida más feliz con esos pequeños detalles de amor.

El amor muchas veces supone sacrificio. Precisamente la medida del amor está en la capacidad de sufrir por la persona que se ama.

Veamos un ejemplo, tomado de un poema de Tagore, el gran poeta indio:

Era un matrimonio pobre. Ella hilaba a la puerta de su casa, pensando en su marido. Todo el que pasaba se quedaba admirado de su cabellera hermosa, larga y negra.

El iba cada día al mercado a vender frutas. A la sombra de un árbol se sentaba a esperar, sujetando entre los dientes una pipa vacía. No llegaba el dinero para comprar un poquito de tabaco.

Se acercaba el día del aniversario de la boda y ella no cesaba de preguntarse qué podría regalar a su esposo. Y además ¿con qué dinero?

Un día se le ocurrió una idea. Sintió un escalofrío al pensarlo; pero, al decidirse, todo su cuerpo se estremeció de gozo. Venderé mi cabello para comprar tabaco para mi esposo.

Se imaginaba al esposo sentado ante las frutas, dando largas bocanadas a su pipa. Aromas de incienso y de jazmín darían al esposo la solemnidad y prestigio de un verdadero comerciante.

Sólo obtuvo por su cabello unas cuantas monedas, pero eligió con cuidado el más fino estuche de tabaco. Todo compensaba largamente el sacrificio de su cabello.

Al llegar la tardé del día del aniversario, regresó el esposo. Venía cantando por el camino. Traía en su mano un pequeño envoltorio: eran unos peines para su mujer. Los acababa de comprar tras vender su pipa.

¿Serías tú capaz de hacer lo mismo?

Dice san Pablo que el amor es paciente, servicial, no tiene envidia, no busca su propio interés, no se irrita, no lleva cuenta del mal, se alegra con la verdad.

Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca muere (1 Co l3, 4-7).

Tú, esposo, dedica tiempo a tu esposa y a tus hijos. No digas que estás tan ocupado que no tienes tiempo para salir de paseo o jugar con ellos.

Debes hacer sentir a tu esposa, que necesitas de ella y pedirle siempre su opinión. Por eso, al volver del trabajo, cuéntale las cosas que creas más interesantes.

Llévala contigo siempre que sea posible. No le regatees alabanzas, cuando se presente la ocasión. No dejes de decirle alguna vez que ese vestido le sienta bien o que ese peinado te gusta más.

Hazle sentir la reina de la casa y de tu corazón.

Sonríele con frecuencia y hazla feliz. Verás cómo ella no se deja ganar en generosidad y hará todo lo posible para hacer de ti el hombre más feliz de la tierra.

Recuerda lo que decía Kepler: El resplandor de todas las estrellas del universo no puede compararse con la luz proyectada por una madre que sonríe a su esposo y a
sus hijos
.

   


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