33» Conclusión
Autor: P. Angel Peña O.A.R
Después de haber visto diferentes aspectos de la vida matrimonial, podemos concluir que no puede haber matrimonios felices sin la presencia de Dios en su vida.
La presencia de Dios no es optativa para el que lo desee, sino necesaria, porque sin Dios nadie puede ser feliz.
Muchos, por supuesto, no pueden entender esto. Pero lo que sí podrán entender es que no son felices.
Buscan el placer, la comodidad y las cosas materiales, como si ellas dieran la felicidad.
Quizás piensan que, trabajando mucho y teniendo mucho dinero, van a poder comprar la felicidad.
Pero la felicidad ni se compra ni se vende. La tenemos dentro o no la tenemos. Sólo quien tiene a Dios y lo ama podrá ser feliz.
Por mi parte, les recomiendo que nunca dejen la oración personal y familiar.
Que hagan la entronización del Corazón de Jesús en su hogar. Que recen el rosario en familia.
Que vayan todos los días posibles a visitar a Jesús Eucaristía y a recibir su abrazo en la comunión.
De esta manera, su amor irá creciendo día a día y podrán sentir la alegría de Dios en su corazón.
Y, cuando estén unidos y sean felices, en cuanto humanamente es posible, piensen en los demás y ayúdenlos también a ser felices.
Les deseo un matrimonio feliz con Jesús en su corazón y en su vida.
Que Dios los bendiga con una familia numerosa y que ustedes sean una luz brillante para todos aquellos matrimonios que no saben qué hacer para superar sus problemas y dificultades.
Que sean felices. Es mi mejor deseo para todos.
Su hermano y amigo del Perú.
Saludos de mi ángel
P. Ángel Peña O.A.R.
Agustino Recoleto