25» Esposa Ideal - Parte 1
Autor: P. Angel Peña O.A.R
¿Puede haber una esposa ideal?
En la realidad, nunca la encontraremos, pero, al menos, veamos algunas de sus cualidades tal como la presenta la Biblia:
Vale mucho más que las perlas.
En ella confía el corazón de su marido y no tiene nunca falta de nada. Le da siempre gusto y nunca disgustos, todo el tiempo de su vida...
Todavía de noche, se levanta y prepara a su familia la comida. Tiende la mano al pobre... Se reviste de fortaleza y gracia y sonríe al porvenir.
La sabiduría abre su boca y en su lengua está la ley de la bondad. Vigila a toda su familia y no come su pan de balde.
Se alzan sus hijos y la aclaman bienaventurada y su marido la ensalza. Engañosa es la gracia y fugaz la hermosura, la mujer que teme (ama) al Señor ésa es de alabar (Prov 31, 10-31)
El Papa Pío XII decía de ella: Es el sol de la familia con su generosidad y abnegación, con su constante prontitud, con su delicadeza vigilante y previsora en todo cuanto puede alegrar la vida de su esposo y de sus hijos.
Ella difunde en torno a sí luz y calor; y, si suele decirse de un matrimonio que es feliz, cuando cada uno de los cónyuges al contraerlo se consagra a hacer feliz al otro, este noble sentimiento e intención es, sin embargo, virtud principal de la mujer.
La esposa es el sol de la familia con la claridad de su mirada y con el fuego de su palabra. Es el sol de su familia con su ingenua naturalidad, con su digna sencillez y con su majestad cristiana y honesta.
Sus sentimientos delicados, sus graciosos gestos, sus ingenuos silencios y sonrisas le dan la gracia de una flor selecta y, sin embargo, sencilla que abre la corola para recibir y reflejar los colores del sol.
¡Oh si supieseis cuán profundos sentimientos de amor y de gratitud suscita en el corazón del padre de familia y de los hijos semejante imagen de esposa y de madre24.
24 Pío XII a los recién casados, 11 de marzo de 1942.